Mi amigo X. antiguo periodista, lleva unos cuantos años dedicado a hacer operaciones inmobiliarias y de construcción en Madrid. Compra un destartalado y enorme piso, lo divide en dos, los reforma y los vende. O convierte un local comercial o una vieja cochera en un loft, o una oscura planta de buhardillas-trasteros en unos resplandecientes apartamentos y estudios.
Le he preguntado sobre el Guateque del Ayuntamiento de Madrid.
-Yo no me dedico a locales de negocios, pero en lo mío también pasan cosas llamativas. He tenido año y medio parados dos pisos de lujo en la céntrica calle de …, pendientes de una licencia del Ayuntamiento. Me pedían papeles, cosas absurdas, me demoraban la licencia… me cansé y decidí pasar la operación a otro. Un viernes firmé el precontrato de venta con un conocido del sector, y a la semana siguiente éste tenía la licencia.
-¿Pagando?
-No lo sé, pero quizás él conocía en el Ayuntamiento a alguien a quien yo no llegaba.
-¿Y por qué no lo denuncias?
-¡Ni se me ocurre! ¿Estás loco? Si lo denuncias y eres un profesional de estos negocios, puedes despedirte de seguir siéndolo. Te echan del mercado.