Juan Carlos Escudier recuerda hoy en su artículo semanal en elconfidencial.com algunas de las razones que quizás expliquen por qué Aznar firmó el protocolo de Kioto y se ha alineado después entre los negacionistas del cambio climático…
«¿Quiere esto decir que cuando Aznar afirma que los ecologistas son los nuevos comunistas y que el calentamiento de la Tierra no es una verdad científica es que está a sueldo de alguna petrolera? Pues no exactamente, aunque alguna relación existe. En noviembre del pasado año, la revista Interviú publicó un reportaje sobre la fructífera carrera empresarial del ex presidente, empleado de Murdoch en la News Corporation, en cuyo accionariado sobresalen varios magnates texanos del petróleo como Fayed Sarofim, Charles Wilson y Alfred C. Glassell Jr (ex presidente de Texaco). Y daba cuenta además de sus actividades como conferenciante, ligadas tanto a la Heritage Foundation, otro think tank regado por la Exxon, como a la ya citada AEI, entre cuyos colaboradores figuran altos cargos de la Administración Bush como Dick Cheney o Richard Perle. Para un exhaustivo conocimiento de los tentáculos de esta compañía y sus relaciones con científicos estudiosos y asociaciones variopintas es imprescindible pasearse por www.exxonsecrets.org, una web creada por Greenpeace para desenmascarar la interesada filantropía de la petrolera».
¿Por dinero?
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