¡Que paren las máquinas! ¡Que paren las máquinas!

¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

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Un panfleto anti Gallardón y anti Esperanza

Un lector (ex lector, firma al final) que no se identifica nos ha enviado un mensaje muy duro:

«Recuerdo que cuando comencé la universidad, lo primero que hacía nada más llegar al vagón del Cercanías era buscar con ahínco un ejemplar de este periódico. Noticias bien desarrolladas, información completa en todos los aspectos… En definitiva, una buena manera de pasar el tiempo en el trayecto e informarme. Años después, desisto… Me he cansado de leer este panfleto anti Gallardón y anti Esperanza Aguirre. Como todos, harán cosas bien y cosas mal… pero el bombardeo es abusivo. No más 20 Mentiras todas las mañanas».

Fin del mensaje.

Nunca hemos sido, ni en Madrid ni en ninguna otra edición local, demasiado complacientes con el poder local, con el poder cercano, sea del color político que sea. Probablemente somos más cañeros que el común de la prensa, sea de pago o gratuita. Nos parece que una de las obligaciones básicas nuestras, como prensa ciudadana, es vigilar de cerca al poder, y sobre todo al poder cercano. Pero quizás se nos vaya la mano con algún alcalde o algún presidente autonómico, no lo sé.

Cada tarde, de 17 a 18.30 horas, decido las portadas de cada edición en una sala anexa a mi despacho, con el resto de la dirección del diario. Tenemos colgadas siempre en la pared las 15 últimas portadas de Madrid, para no repetir temas o fotos o protagonistas. Miro las que ahora hay y, sí, veo varios titulares grandes sobre Gallardón o sobre Aguirre, titulares que deben de ser los que han enfadado al lector que envía la misiva. El 21 de octubre: «Gallardón se subió de tapadillo el sueldo un 11,7% en enero pasado». El 24 de octubre: «Cada familia de Madrid pagará en impuestos 506 euros de media en 2009». El 27 de octubre: «Gallardón pone difícil reciclar, pero multará al que no lo haga». El 28 de octubre: «Metro, bus, cercanías… el transporte público será en breve mas caro». El 31 de octubre: «Aguirre dedicará menos dinero a Vivienda, Medio Ambiente e Inmigración».

¿Eran noticias que merecían ese despliegue o estaban demasiado valoradas en nuestra portada? Si eres lector de nuestra edición impresa de Madrid, me interesa tu opinión sobre este asunto. Y si nos lees en otra ciudad, también: dime si ves a 20 minutos como un medio anti alcalde o anti presidente autonómico…

Lo que leen los inmigrantes

La prensa para inmigrantes está experimentando un auge enorme en España. Hay cabeceras para grandes colectivos (latinos, africanos, etc.) y las hay muy de nicho, dirigidas directamente a ciudadanos de un solo país. Hoba Dyma, por ejemplo, es un semanario de pago para la población de origen búlgaro que tira, según su editor, casi 40.000 ejemplares. Noi in Spania es un semanal gratuito para rumanos que distribuye 25.000. Raíz, que es mensual, tiene doce ediciones distintas dirigidas a nacionales de diferentes países (Ucrania, Perú, Paraguay, Marruecos…) que suman 800.000 ejemplares.

La semana pasada, la Asociación para el Conocimiento de la Población Inmigrante (ACPI) -promovida por agencias de medios, grandes anunciantes y medios de comunicación- presentó la segunda edición del EMI, el Estudio de Medios para Inmigrantes, que investiga sobre qué prensa consume en España esta población.

Tengo delante la encuesta. Se hizo en mayo y junio pasado mediante 3.215 entrevistas personales a población inmigrante que reside en la Comunidad de Madrid, la provincia de Barcelona y lo que la ACPI llama Gran Levante: Comunidad Valenciana, Murcia y Almería. En total en las tres grandes áreas viven unos 2,2 millones de inmigrantes.

Hay datos muy significativos: el 94,9% tienen teléfono móvil, el 72,3% tienen teléfono fijo, el 27,8% dispone de conexión a Internet en su casa, el 62,5% tienen vehículo propio, el 21,2% dispone de videoconsola, el 21,9% tiene vivienda propia, el 62,6% envía remesas de dinero a sus países de origen…

¿Y en consumo de prensa? Latino, con 430.900 lectores semanales, Sí se puede, (231.600) y el citado Noi in Spania (83.400) son los semanarios con más seguidores. Entre los diarios, no hay ninguno específico para ellos, por lo que se informan en los gratuitos y los de pago generalistas. La encuesta dice que el líder es 20 minutos, con 334.900 lectores inmigrantes de media al día en las zonas arriba citadas, seguido de Metro (320.600), Qué! (281.900), Adn (245.500), El País (98.800), Marca (72.500) y El Mundo (52.500).

Nettby ya tiene 7.500 usuarios registrados

Nettby, la red social lanzada por 20minutos.es, ha superado hoy los 7.500 usuarios registrados. Ha estado en fase beta unos meses y hemos comenzado a dárosla a conocer a los lectores de 20 minutos y de 20minutos.es hace apenas una semana. Desde entonces llegan unos 200/300 usuarios registrados nuevos cada día. En breve se acelerará ese ritmo. En Noruega, donde se lanzó hace menos de dos años, nettby.no ya tiene 700.000: uno de cada siete noruegos está registrado en esta red social.

¿Se diferencia algo nuestra comunidad on line de otras que han tenido éxito en los últimos meses? ¿Aporta algo nuevo? Se lo he preguntado a Miguel Castillo, el máximo responsable de nettby.es. «La principal ventaja y diferencia de Nettby es que te permite de forma rápida y sencilla conocer a gente, tanto de tu ciudad como a otros con los que compartir aficiones e intereses. En otras redes que han crecido mucho en España no es fácil conocer a gente nueva. Van más orientadas a trasladar a Internet tu círculo de conocidos o de amigos del mundo off line. Consiguen con éxito mantenerte en contacto con amigos, familia o compañeros de estudios o trabajo, pero no es sencillo interactuar con gente de fuera de ese círculo. Nettby es distinto: va orientado a conocer a gente nueva, a hacer amigos».

«Además -añade Castillo- tiene una orientación muy local. Nettby se estructura como una ciudad on line formada por tantos barrios como localidades hay en España. Cada usuario se inscribe automáticamente en el barrio o grupo local de la ciudad o pueblo en donde vive. Este barrio tiene su propia portada de noticias publicadas por los usuarios y un listado de vecinos o usuarios que viven en ella».

«Existe además la posibilidad de crear grupos temáticos en torno a cualquier afición (una banda de música, una serie de televisión, un videojuego, una actor preferido…). En estos grupos se puede debatir en foros, compartir fotos y escribir noticias. Las noticias escritas por los usuarios en estos grupos también se destacan en la portada de Nettby, algo que otras redes no tienen. Una portada hecha exclusivamente con los contenidos de los usuarios».

Miguel añade algún detalle más: «Nettby ofrece funcionalidades similares a las de otras redes a la hora de personalizar tu perfil con fotos o vídeos, subir y clasificar tus propias fotos, escribir tu diario, enviar mensajes privados, usar un sistema de mensajería instantánea o convocar eventos».

¿Hay quien dé más? Prueba.

¿Sólo hay malas noticias?

Carmen Cuesta, que se autodefine como «ex» lectora, nos ha enviado este mensaje:

«Sres. del «20 minutos». Lean detenidamente su periódico. Sólo hay noticias malas. ¿De verdad que en España o en el mundo no hay noticias buenas? ¿No sería mejor empezar el día con cosas buenas? Vds. lo único que dicen en su periódico es lo peor que pasa en cada lugar y eso da una visión del mundo que no es real (afortunadamente). Piénsenlo aunque sea un poquito, porque yo creo que a la gente le gustaría leer alguna noticia agradable cuando va a su trabajo por las mañanas, sería una forma de empezar bien el día ¿no creen?».

¿Nos ves tú también así, como Carmen? ¿Publicamos demasiadas malas noticias? ¿Damos una visión del mundo demasiado negativa?

Los toros vuelven a la tele portuguesa

Las corridas de toros vuelven a darse en directo en la televisión portuguesa antes de las 22.30 horas, por una decisión de la institución que regula allí las emisiones, y algunos aficionados taurinos que siguen atentamente este blog han aprovechado la noticia para llenar mi correo de advertencias, admoniciones, reproches y alguna amenaza. Quieren que revisemos nuestra decisión de no promocionar desde 20 minutos ni desde 20minutos.es las corridas de toros. «El país vecino y hermano te ha dado un ejemplo, los toros son arte, no violencia», dice uno.

Pues no, no vamos a replantearnos aquella decisión, son muchísimos más los lectores que la apoyan que los que la critican.

P.D. Ninguno de mis corresponsales, por cierto, menciona en sus correos que en Portugal está prohibido matar al toro en la plaza. Aquí, hace un par de años, la entonces ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ecologista militante, se mostró partidaria de hacerlo como en Portugal, como un mal menor, y le llovieron palos hasta de su propio partido. ¡La muerte del toro ante el público era la culminación del rito, el paradigma de la esencia cultural de las corridas!, dijeron los taurinos, ofendidísimos.

Carta a Juan Luis Cebrián

Juan Luis Cebrián

Consejero delegado del Grupo Prisa

Querido y admirado Juan Luis:

Hace dos años te fuiste a México a decir que nos considerabas a los diarios gratuitos como los principales sospechosos del «asesinato» de los diarios de pago («porque muertos, lo que se dice muertos, ya lo estamos», admitías). Te tiré aquí de las orejas cariñosamente, pero veo que me sirvió de poco. No has hecho los deberes, no te has informado un poco más sobre los diarios gratuitos (pese a que has invertido en uno) antes de volver a opinar.

Ahora te has ido a Colombia para hablar con Semana sobre los gratuitos con una mezcla de desinformación y de desprecio indignas de tu cargo, de tu trayectoria y de tu sabiduría. Has dicho:

«La prensa gratuita no ha ganado dinero en ninguna parte del mundo. La sacaron los fabricantes nórdicos de papel, que no sacaron prensa gratuita en sus propios países. Se puede uno imaginar que hay un intento de generar marcas globales de cara a Internet. Pero al margen de las condiciones económicas, yo no creo en la información como un commodity. Si hay un vínculo fuerte en la historia de la comunicación, ahora que hablamos de interactividad e Internet, es entre el lector de un periódico y la redacción de ese periódico. Por lo tanto, es la adhesión de los lectores lo que genera la estabilidad y el crecimiento del periódico. Yo creo que los periódicos se venden por lo que dicen, no porque sean más baratos o porque los regalen en las calles. Y hacer periódicos sólo como soporte de la publicidad, pues te lleva a hacer periódicos con la información como commodity, que no es la base de un periódico. (…) Yo creo que los periódicos cumplen una función en la socialización y en la creación de opinión pública, y eso nada tiene que ver con la prensa gratuita».

Vamos por partes:

-«La prensa gratuita no ha ganado dinero en ninguna parte del mundo», aseguras, rotundo. Estás muy equivocado. 20 minutos lleva cuatro años seguidos ganando dinero en sus ediciones impresas (dinero que los accionistas no se llevan en dividendo, lo reinvierten todo en la edición on line) y, pese a la crisis económica y la caída de la publicidad, aspiramos a que también lo gane este año. Conozco docenas de diarios gratuitos en otros países que también ganan dinero.

-«Si hay un vínculo fuerte en la historia de la comunicación, es entre el lector de un periódico y la redacción de ese periódico», afirmas. Completamente de acuerdo: entre el lector de los gratuitos y las redacciones de los gratuitos también se da ese vínculo, no seas prepotente.

-«Yo creo que los periódicos se venden por lo que dicen, no porque sean más baratos o porque los regalen en las calles», pontificas. Yo sin embargo creo humildemente que los periódicos se leen (no se venden, eso de la venta es un tema de los contables, no de los periodistas) por lo que dicen, no porque sean baratos o porque los regalen por las calles. El País lo regaláis en muchos sitios (por ejemplo, en la universidad) y los jóvenes no lo leen ni gratis, tus expositores de distribución gratuita están llenos al final de cada día, pásate a verlo. No os leen porque no les interesa en absoluto lo que les decís. Y te recuerdo que 20 minutos tiene 637.000 lectores más que El País (medidos con la misma vara, el EGM). No desprecies a los nuestros, no seas clasista. Y no te pegues un tiro en tu propia rodilla: un 10% de nuestros 2,9 millones de lectores leen también El País. ¿Si esos 290.000 lectores te leen a ti es por el dichoso vínculo, y si nos leen a nosotros no?

-«Yo creo que los periódicos cumplen una función en la socialización y en la creación de opinión pública, y eso nada tiene que ver con la prensa gratuita», rematas. Yo creo, por el contrario, que la función en la socialización la cumplimos mucho más los gratuitos que los de pago, porque llegamos a mucha gente a la que vosotros jamás llegaréis, ni regalando ejemplares: mujeres, jóvenes… Y te concedo que en la creación de opinión pública aún estamos por detrás, pero ya os alcanzaremos, no te quepa duda. No nos acuses de nuevo ese día de ser los asesinos de los venerables, caducos, desorientados y según tú ya muertos diarios de pago.

Con el cariño que sabes que te tengo

Arsenio.

16 despidos en ’20 minutos’

Ésta quizás haya sido la semana más triste de la historia de 20 minutos. La fuerte caída de los ingresos de publicidad (los únicos ingresos que tenemos) nos llevaron hace ya mes y medio a recortar costes, entre ellos el de los columnistas y colaboradores externos, como ya os conté, y nos han obligado ahora a hacer 16 despidos. De ellos, 14 han sido en mi territorio, en la redacción: 10 en Madrid, y cuatro en nuestras redacciones en otras ciudades. El último lo he firmado hace apenas unas horas. Todo lo hemos hecho pagando la indemnización más alta posible e informando a nuestro comité de empresa, que está desempeñando su papel con un alto grado de sensatez y de responsabilidad y tirándonos de las orejas a los directivos (probablemente con razón) por haber hecho en su día un uso quizás demasiado alegre de los recursos de la empresa, yo el primero.

Paradójicamente, la crisis de ingresos nos llega cuando 20 minutos y 20minutos.es logran los mejores datos de audiencia de su historia: 2,9 millones de lectores diarios en las ediciones impresas, según EGM, y 5,7 millones de usuarios únicos al mes en la edicion on line, según OJD. Somos, como sabéis, el diario impreso más leído de España, incluidos los de pago, y el tercer diario generalista on line.

Hacer una lista de despedidos por motivos económicos es una de las tareas más ingratas que le pueden tocar al director de un diario. He tenido que decidir cada caso no tanto en función de lo que aportaban al periódico como en lo que costaban a la compañía. El consejo de administración de la empresa me puso una cifra, una cantidad económica de recorte salarial, no un número de empleados. Para que el recorte afectara al menor número de personas posible, he despedido a bastantes más jefes de salarios medios y altos que a redactores de salarios bajos. Entre los que dejan 20 minutos hay algún amigo personal mío.

Como he contado aquí varias veces, en las ediciones impresas de 20 minutos paginamos en función de la publicidad: si hay más anuncios, el diario tiene más páginas; si hay menos anuncios, es más corto. Hace dos años, nuestra facturación publicitaria comenzó a dispararse, y la paginación también. Decidí (sin calibrar muy bien sus consecuencias a medio plazo) contratar más periodistas, más maquetadores, más editores, más correctores… para hacer un producto aún más ambicioso, un diario que en el primer semestre de 2007 llegó a tener, entre todas sus ediciones, 580 páginas diarias. La edición de Madrid salió varias veces con 56 páginas, tantas como muchos diarios de pago. Por contra, las ediciones de las últimas semanas, con la crisis económica y la caída de la publicidad, apenas suman 400 páginas. La de Madrid tiene hoy 28 páginas, y no hay a medio plazo expectativas de que eso vaya a cambiar. Ahora, tras este pinchazo en los ingresos publicitarios y la consecuente menor carga de trabajo en la redacción, tenemos que volver a los costes salariales de hace dos años y prescindir de algunos periodistas, maquetadores, editores y correctores. Si no lo hiciéramos, estaríamos poniendo en peligro la viabilidad de la compañía en su conjunto.

Espero y confío en que el recorte no lo notéis los lectores en el producto, que seguiremos haciendo con las mayores exigencias de calidad. Y espero poder deciros pronto que crecemos de nuevo en lectores, en anuncios y… en periodistas (pero con prudencia).

Los diarios y los huevos fritos

A las 6 de la mañana ha entrado en mi móvil un sms impactante: 20 minutos bate de nuevo, con 2.911.000 lectores de media diaria, el récord histórico de toda la prensa española, según el Estudio General de Medios (EGM). Tenemos 226.000 lectores más (un 8,4% más) que en la anterior medición, hace menos de tres meses, y dejamos muy atrás a todo el resto de diarios, sean de información general o deportiva, gratuitos o de pago.

Nos siguen, a gran distancia, Marca, con 2.606.000 lectores (+56.000 sobre el estudio anterior, un 2,26% más), El País (2.274.000, -62.000, -2,7%), Qué (2.266.000, +160.000, +7,6%), Metro (1.836.000, +72.000, +4,1%), Adn (1.812.000, +174.000, +10,6%), El Mundo (1.354.000, -41.000, -2,9%) y As (1.272.000, +29.000, +2,35%). Los gratuitos subimos mucho, los deportivos de pago suben un poco, los generalistas de pago bajan.

El EGM es una encuesta, una encuesta gigantesca, en la que desde hace 40 años se pregunta a docenas de miles de personas cada año qué diarios y revistas leen y qué radios y qué programas escuchan. Por más que lo explicamos cuando se publican sus datos, hay algunos (pocos) lectores que no lo acaban de entender y dicen cosas como éstas (recogidas entre los comentarios de anteriores posts en este blog o noticias sobre el EGM en nuestro diario):

-«En estas encuestas es difícil, supongo, calcular qué lector de los gratuitos lo lee realmente, pues habrá un porcentaje que lo maneje sin leerlo, lo tire o lo pierda», escribía quien decía llamarse Histerias.

-Pues no, Histerias, no es difícil calcularlo, es sencillísimo. El EGM es un estudio que encuesta a unas 75.000 personas al año (a unas 30.000 de ellas, en su casa, cara a cara; y al resto por teléfono) y les pregunta qué diario leyeron ayer. No si compraron un diario o si recogieron un gratuito, no: sólo qué leyeron ayer. Aquellos que no lo leyeron, lo tiraron o lo perdieron, como tú dices, lógicamente no figuran como lectores.

-«El Arsenio éste ya soltó talonario para aparecer en 1er puesto, tristísimo», comentaba quien decía llamarse Chencho.

-Pues verás, Chencho, eso que dices no sólo es rotundamente falso, sino que además creo que es imposible. El EGM lo hace la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), una organización de la que somos socios tanto los medios (los diarios de pago, los gratuitos, las revistas, las radios…) como los anunciantes y las centrales de medios. Es una encuesta que se realiza desde hace 40 años, con una muestra enorme (unas 75.000 entrevistas al año; para que te hagas una idea, las encuestas electorales del CIS son de unas 12.000 entrevistas), con unos controles de calidad exhaustivos (el trabajo de campo lo hacen varias empresas diferentes, los datos son secretos hasta la madrugada en que se publican, los cuestionarios los pueden revisar uno a uno todos los medios medidos…). Es decir, que cualquier trampa, como la que intentó hacer un día un locutor de la Cope, se descubre de inmediato.

-«Cuando pienso que por la noche voy a hacer huevos fritos pues cojo varios ejemplares del periódico (seis o siete) y los pongo en el suelo de la cocina porque el aceite salta y dicen que el papel de periódico es bueno. Y seguro que no soy el único, así que habría que restar a esa cifra de lectores los que cogen varios para ese tipo de cosas», decía quien aseguraba llamarse Honrado.

-Pues verás, presunto Honrado: esos presuntos diarios que te llevas para cocinar tus presuntos huevos (que te aprovechen, por cierto) ya están descontados. El EGM no mide los ejemplares que distribuimos (eso, las tiradas, las mide OJD / PGD, que es otra cosa), sino los lectores que dicen que han leído cada periódico.

-«Hombre, que se repartan 2.685.000 de diarios no significa que sean leídos», decía otro comentarista, Sergio, en nuestra anterior medición de EGM.

-¡Que no, Sergio, que el dato de EGM no son diarios repartidos, sino lectores que leen diarios! Nosotros repartimos algo más de un millón de ejemplares al día (certificados por OJD / PGD) y tenemos 2,9 millones de lectores al día, según la encuesta de EGM.

-«No tiene mérito, tiras más ejemplares y tienes más lectores», comentaba Escéptico.

-Pues no es así, Escéptico, y te lo demuestro. En los primeros meses de este año nuestros competidores Qué y Adn tiraron muchos más ejemplares que nosotros, según OJD / PGD, y como ves tienen muchos menos lectores que nosotros. Por cada ejemplar certificado por OJD / PGD que distribuye 20 minutos se generan 2,8 lectores en el EGM. Qué logra 2,3, Metro consigue 2,2 y Adn 1,9 lectores por ejemplar.

-«¡No sé por qué os comparáis con los de pago!», exclama Alfredo.

-No nos comparamos nosotros, nos compara la encuesta, Alfredo. No hay una encuesta para los diarios de pago y otra para los gratuitos, es la misma. Los encuestadores del EGM enseñan al encuestado un ordenador o un cartón donde están juntas y mezcladas todas las cabeceras, gratuitas y de pago, y le preguntan cuál de esos periódicos leyó ayer. No le preguntan si compró o le regalaron alguno de los periódicos cuya cabecera está viendo, sino si leyó algunos de ellos. Ésa es la encuesta, así de simple. En las encuestas telefónicas, lo mismo. Le enumeran las cabeceras y le preguntan qué leyó ayer.

-«Pues a mí me cuesta mucho descargar esta página, es muy larga y pesada», decía JL.

-Estamos hablando de diarios impresos, JL, no de ediciones digitales.

-«Los lectores de los diarios de pago son los importantes, los de primera división, no los de los gratuitos», apuntaba Flora.

Completamente en desacuerdo, Flora. Verás por qué. El País vende cada día de media unos 460.000 ejemplares, según los datos de OJD que el propio diario publicó la semana pasada. El EGM le da hoy 2,2 millones de lectores, lo que quiere decir que hay más de 1,7 millones de lectores de El País que no pagan por él, luego para ellos El País es gratuito. Y otro dato: el 10% de los lectores de 20 minutos lee también El País, según el EGM, leen ambos diarios (también tenemos lectores compartidos con el resto de cabeceras de pago). ¿Esos casi 300.000 lectores son de primera división cuando leen El País y de segunda cuando leen 20 minutos? Lo importante para cualquier periódico y para cualquier periodista es cuántos lectores tiene y cómo son. Los nuestros, según el EGM, son mayoritariamente jóvenes, urbanos, activos y con estudios medios y superiores, y entre ellos hay tantas mujeres como hombres. ¡Esto sí que es primera división, Flora!

¡Za Himi, Oé!

El deporte de alta competición, y el fútbol especialmente, nos permiten a los periódicos hacer titulares emocionales, no necesariamente informativos. Como no necesitamos decirle al lector el resultado de un partido (sabemos que ya lo sabe), competimos titulando con una exclamación, una arenga, una proclama…

El domingo pasado, durante el España-Italia de cuartos de final de la Eurocopa, me pasé todo el partido anotándome ideas para el titular de portada. Por si perdíamos («¡Qué injusto es el fútbol!», «El árbitro, un caradura», «¡Porca miseria!») y por si ganábamos («Ni Italia ni el arbitrucho, España vale mucho», «El día 22, Italia dijo adiós», «¡Chúpate ésa, Tasoti!»).

Llegamos a los penaltis, hizo dos grandes paradas Casillas, titulé primero «El milagro de San Iker rompe la maldición del 22-J», sobre una foto cuadrada, y después, cuando nos llegó por el telefoto una excelente imagen vertical del portero, me vi obligado a acortar el titular, que quedó así: «Los milagros de San Iker». David Velasco, nuestro director de arte, lo contó el mismo lunes en Sexta columna, el blog del departamento de producción y diseño de 20 minutos.

Ayer nos pasó otra curiosa, preparando la previa del España-Rusia de esta noche. Le pedí a David que montara para la portada de hoy un gran mosaico de fotos de aficionados y de los famosos que participaban en nuestra porra del partido. No sólo lo hizo, sino que incluyó un gran titular emocional, grande en la tipografía y en el ingenio: «Hoy todos somos rojos», con el rojos en grandes letras… de color rojo. Pero a las nueve de la tarde, en pleno cierre, caímos en la cuenta de que estábamos metiendo la pata de modo clamoroso: España iba a jugar hoy de amarillo, y no de rojo. ¡Los rojos eran los rusos (como antaño)!

Tiré por lo primero que se me ocurrió, ya apurado por la hora del cierre de las primeras ediciones: «¡A por ellos, oé!», con el oé en rojo y grandes letras. Luego le di la vuelta de tuerca. ¿Y si le poníamos el «a por ellos» en ruso?

-¿Alguién sabe ruso en la redacción?, pregunté en voz alta desde la Mesa H, la zona central de dirección del diario.

-Tania Costa, como cubana que es -respondió con un poco sorna Raquel Pérez Ejerique.

Tania es nuestra máxima responsable editorial en Murcia, la jefa de aquella redacción local. Llamó Raquel a Tania, llamó Tania a su vez a un ruso que vive en Murcia, y nos dieron el grito de guerra de la afición española… en caracteres cirílicos. ¡Es casi imposible usar esos caracteres en nuestro sistema técnico!, advirtió Velasco. Finalmente nos tradujeron la frase al alfabeto latino: «¡Za Himi, Oé!», como habrás visto hoy en la portada de nuestras ediciones impresas.

¿Y esta noche? Dadme ideas de titulares para las dos hipótesis: por si perdemos y por si ganamos.

P.D. No es la primera vez que en 20 minutos jugamos con las lenguas en un titular futbolístico de portada. El para mí doloroso 3-0 del Real Madrid sobre el Valencia en la final de la Champions de 2001 lo titulé «Oui, oui, oui; la octava fue en París». Pero el récord lo batimos el 23 de febrero de 2001. El día anterior, Celta, Alavés, Barça y Rayo se clasificaron para los cuartos de final de la Copa de la Uefa. Nuestro titular mezcló las cuatro lenguas españolas: «O Celta adiante, Alavés aurrera doa, el Barça goleja y el Rayo con un par».

Vacas flacas en la prensa

La palabra crisis, que Zapatero no se decide a pronunciar, es la más pronunciada estos días en los periódicos. No sólo en las informaciones que publicamos, también en la gestión interna de nuestras empresas.

En el sector de la comunicación existía el temor generalizado de que, si llegaban vacas flacas económicas, lo primero que recortarían las empresas sería la publicidad. Era un temor con fundamento, ha sido así: los ingresos por publicidad están cayendo de modo notable estas últimas semanas para todos los diarios españoles, grandes y pequeños, gratuitos y de pago, nacionales y locales. El bajón es tan fuerte y tan brusco que creo que todos nos hemos puesto la misma tarea urgente: reducir costes. Los que estábamos en beneficios, para evitar irnos a pérdidas. Los que estaban en pérdidas, para evitar morir.

En la empresa editora de 20 minutos, 20minutos.es y Calle 20 ya hemos tomado algunas medidas. Los lectores más atentos ya habréis notado una de ellas: la reducción en el número y en la frecuencia de los colaboradores externos. He tenido que prescindir de varios columnistas que publicaban en nuestras páginas y en nuestra edición on line (Pablo Carbonell, Mercedes de la Merced, Cristina del Valle, Julián Hernández, Peter Casting, el dibujante Nieto…), y a otros he tenido que reducirles la frecuencia de publicación. Nuestro cuento bilingüe, por ejemplo, que escriben William Lyon y Sofía Sánchez Adalid e ilustra Rut Massó, ya no sale publicado todos los viernes, sólo el primer viernes de cada mes.

A todos les he explicado personalmente por qué tomábamos esta medida, les he dado las gracias por lo que han hecho por este proyecto y les he prometido que, cuando pase la crisis, les pediré que publiquen aquí de nuevo.