¡Que paren las máquinas! ¡Que paren las máquinas!

¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

Ni «éxito total» ni «simulacro estéril»

El 9-N no ha sido ni el «éxito total» que proclama Artur Mas ni el «simulacro estéril» que dice el Gobierno de Rajoy.

Cierto que no había censo oficial, ni bases legales de la consulta, ni controles, ni mesas imparciales, ni recuento de los votos con garantías… pero también cierto que todo hemos visto las colas, el enorme afán de una parte de la sociedad catalana por decidir, la absoluta ausencia de incidentes…

Cierto que los promotores pueden decir que la movilización fue alta, con unos 2,2 millones de personas acudiendo a las urnas, y 1,6 millones de ellos apoyando expresamente la independencia, pero cierto también que los no partidarios de la consulta pueden esgrimir que al menos otros 3,2 millones de catalanes no acudieron.

Cierto que la participación solo alcanzó en torno a un tercio del censo, luego la abstención fue de unos dos tercios. Pero cierto, así mismo, que el carácter oficioso del 9-N pudo desmovilizar a posibles votantes.

Tradicionalmente, los catalanes se comportan ante las urnas de manera muy diferente según cuál sea el ámbito electoral. En las elecciones generales (en las que se deciden Congreso y Senado, y por tanto el Gobierno estatal), la participación suele ser alta -votó un 76,96% del censo en 2004, un 71,19% en 2008 y un 70,3% en 2011-. En las autonómicas, algo más baja, pero creciendo: el 56,04% en 2006, el 59,95% en 2010 y el 69,56% en 2012. En el referéndum del Estatuto catalán, en 2006, aún más baja: sólo votó el 49,41%.

Se hagan como se hagan los cálculos con estos niveles de participación históricos y con los datos que arroja el 9-N, parece evidente que la sociedad catalana está fragmentada, totalmente dividida, sobre el proceso soberanista. Una parte mayoritaria calla, unos dos tercios del total, pero dentro de ese conglomerado hay de todo: abstencionistas permanentes que no votan nunca, unionistas que no quieren que se cambie ni una coma del actual encaje de Cataluña en España, federalistas que quieren cambios, incluso algún independentista que por las razones que fuere ayer no ha podido participar en el 9-N. Y hay otra parte -el tercio de catalanes que ayer sí se movilizó- que quiere cambios, el 80,7% de ellos irse, independizarse.

Tenemos un problema mayúsculo, y la responsabilidad de los políticos -sobre todo de los que están en el poder- es afrontarlo y resolverlo. Sin baladronadas como el «éxito total» de Artur Mas ayer, y sin escapismos como los de Mariano Rajoy desde hace dos años largos.

Rajoy, que está reaccionando tarde al otro gran problema que le ahoga, el de la corrupción, sigue haciendo el dontancredo con el problema catalán. No es comprensible que ayer la reacción del Gobierno fuera que un ministro de tercer nivel -el más bisoño y uno de los de menor peso político del Ejecutivo- saliera a leer una nota valorando el 9-N como un asunto jurídico y de orden público y sin que los periodistas pudiéramos preguntar. Ayer debería haber salido el propio Mariano Rajoy. Debería haber valorado políticamente el 9-N y debería haber ofrecido de inmediato diálogo a Artur Mas. Para hablar de las 23 propuestas que Mas le dio hace unos meses y para hablar de esos 1,6 millones de catalanes que quieren irse y de los no sabemos cuántos millones que quieren quedarse sin cambio alguno y de los muchos otros que están en medio, llenos de matices.

La estrategia de esperar y ver de Rajoy ya no da más de sí, ha fracasado. Cada hora que pasa sin reaccionar es una hora perdida.

53 comentarios

  1. Dice ser Julian Martinez

    Aqui solo los fascista como el impostor de Panchenkillo, y separatista catalanico, haciendo se pasar por socialista, claro del PP.SOE la misma cosa como hoy todos sabemos. Este elemento ojo, que estas especies son escarabajos, traidores de lo mas peligroso que tiene la clase obrera.

    Por sus contradiciones, amenazas y insultos tiene el antifaz en el cuello.

    19 noviembre 2014 | 00:53

  2. Dice ser Julian Martinez

    Tranquilo Manuel, que este pajaro de Panchenkillo, no tiene padre ni madre, es un aborto de la naturaleza hoy dedicado al sevicio de la corrupcion de los politiquillos del fascismo enclabado en la cabeza del PP.SOE que son la misma cosa. Sus dioses son; El Zampa socialista moderno de trascendencia fascista de la dictadura de Franco. Tambien su dios es, el Alberto Mas, el separatista catalanico, que ya tenian que estar detenidos por traicion. Pero solo se ejecuta a los pobres que hoy no tienen derecho a la vida.

    Esto si que es una un atropello y no pasa nada…, Atajo de atorrantes!!

    20 noviembre 2014 | 00:03

  3. Dice ser Julian Martinez

    Tranquilo Manuel, que este pajaro de Panchenkillo, no tiene padre ni madre, es un aborto de la naturaleza hoy dedicado al sevicio de la corrupcion de los politiquillos del fascismo enclabado en la cabeza del PP.SOE que son la misma cosa. Sus dioses son; El Zampa socialista moderno de trascendencia fascista de la dictadura de Franco. Tambien su dios es, el Alberto Mas, el separatista catalanico, que ya tenian que estar detenidos por traicion. Pero solo se ejecuta a los pobres que hoy no tienen derecho a la vida.

    Esto si que es una un atropello y no pasa nada…, Atajo de atorrantes!!

    20 noviembre 2014 | 00:31

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