La próxima semana, cambios en el Gobierno

Tendremos nuevo ministro de Trabajo en pocos días, como muy tarde la próxima semana. Celestino Corbacho, el saliente, probablemente participe en un último acto oficial como ministro el martes 12, en la recepción que da el Rey en el Palacio Real con motivo de la fiesta nacional. El nuevo ministro se sentaría en el Consejo ya en la reunión del viernes 15, y se pondría de inmediato a la tarea de intentar tender puentes con los agentes sociales: con los sindicatos, que acaban de hacer una huelga general al Gobierno socialista, y con la CEOE, que se ha metido en un proceso que probablemente acabe con la salida de Gerardo Díaz Ferrán como presidente. El Ejecutivo necesita esos puentes porque tiene prisa por dos asuntos: completar la reforma laboral, con la elaboración del reglamento; y reformar las pensiones, para ampliar la edad de jubilación hasta los 67 años y aumentar el periodo de cálculo por el que se fija la pensión.
¿Quién será el nuevo ministro? Hay muchas cábalas. «La paridad está ya garantizada… y tiene siempre una horquilla. El ministro que se incorpore puede ser hombre o mujer», nos decía el viernes pasado la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, en Moncloa, cuando Virginia Pérez Alonso y yo le hicimos una larga entrevista que pudisteis ver publicada en 20 minutos y en 20minutos.es anteayer lunes. No nos soltó ningún nombre la vicepresidenta, aunque por otras fuentes cercanas a Zapatero a mí me siguen hablando de Manuel Chaves, como ya conté aquí. Otros nombres que suenan son el del secretario de Estado para la Seguridad Social, Octavio Granado; el del aún presidente del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces, que ya ha anunciado que no será candidato en las próximas autonómicas; el de la actual consejera de Empleo, Igualdad y Juventud del gobierno de Castilla-La Mancha, María Luz Rodríguez Fernández…
Es una incógnita, no hay ninguna certeza. Tampoco la hay sobre si Zapatero sólo hará ese cambio, el de Trabajo, o si afrontará una remodelación gubernamental en toda regla, con fusión de ministerios para dar una imagen de austeridad, con la salida de otros ministros porque vayan a ser candidatos en las autonómicas y municipales de mayo de 2011 y con un nuevo esquema interno que se corresponda mejor con el peso político que hoy tienen unos y otros. En este caso, ascenderían de rango o de destino Rubalcaba y/o Blanco y, quizás, perdiera peso Fernández de la Vega. También se lo preguntamos a ella el viernes pasado.

– ¿Usted le ha planteado al presidente en algún momento su continuidad o su no continuidad como vicepresidenta primera? ¿Se siente usted con fuerzas?
– Me siento con todas las fuerzas, me siento muy privilegiada. Y yo estaré con el presidente del Gobierno, si él lo quiere, hasta el final. Me siento animada, comprometida y privilegiada; y además muy respaldada en mi trabajo.

Todos son cábalas y dimes y diretes esta semana en torno a esos cambios. Cábalas que, os podéis imaginar, se han disparatado o complicado más tras el revés sufrido por el propio Zapatero al ser derrotada su candidata, la ministra Trinidad Jiménez, en las primarias de Madrid.

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