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Si la arquitectura te rodea, deberías empezar a fijarte en ella

¿Tienen la culpa a veces los accidentados de los accidentes laborales?

Ayer mientras leía este articulo pensaba en como podrá influir esta crisis nuestra en el cambio de mentalidad tan necesario que ha de producirse en la política de tratamiento y prevención de los riesgos laborales en una obra.

No es nuevo que la tasa de siniestralidad del sector es de las más altas de panorama laboral y lo es en gran medida por que los riesgos en construcción son evidentes e inherentes a la propia actividad: trabajo en altura, medio de trabajo cambiante, falta de formación del sector empresarial, abundancia de microempresas y autónomos, etc.

Pero tengo que decir -mientras os doy la oportunidad de que hagáis una diana detrás de vuestra puerta con este blog- que no solo el empresario es el culpable de los problemas de seguridad y que no escucho en ningún medio de comunicación -no habré coincidido el día que lo pusieron en prime time- hablar de las altas cuotas de irresponsabilidad que los operarios de la construcción tienen a la hora de velar por su propia seguridad.

Barroca e imaginativa imagen de una plataforma de suicidio. Foto propia tras parar el coche ante tal creativa filigrana, año 2001

Sucede con demasiada frecuencia, o así ha sido al menos hasta el estallido de esta burbuja, que el técnico a pie de obra, tiene que luchar hasta el infinito y más allá para conseguir que un albañil trabaje en el andamio con el arnés puesto, o que no se suba sin ninguna precaución a un tablón sobre un hueco que está exactamente a tres o cuatro pisos de altura de su propia muerte, muchas veces con andamios y barandillas que el mismo trabajador ha retirado y que despues de su trabajo, por pereza, falta de atención o simple desidia no ha vuelto a colocar. Con la misma agilidad con que se sube al andamio, el operario le contesta al jefe de obra que trabaja mejor así o incluso -durante muchos años de burbuja- que si tenía que trabajar con casco, arnés o botas de seguridad, cogía la herramienta y se iba a otra obra.

Y no nos engañemos, no se trata de que el operario se vea sometido a larguísimas e interminables jornadas de trabajo para llevar el pan a sus vástagos. Esto ha sucedido durante muchos años en los que los trabajadores del sector han ganado sueldos muy razonables y han impuesto en gran medida sus condiciones al empresario.
Soy muy consciente de que decir esto es entrar en lo políticamente incorrecto, pero tengo para mí, que sí todo el tiempo que gobiernos, sindicatos, colegios profesionales, empresarios, sistemas de educación, padres, madres, compañeros de trabajo han dedicado a criticar situaciones, lo hubiesen empleado en buscar las causas y cortarlas de raíz, hoy tendríamos unos niveles mucho más bajos de siniestralidad laboral, con todo lo que eso implica.

Me explico. El sector de la construcción ha sido el  que más mano de obra ha generado y absorbido, pero también ha sido el que menos cualificación ha pedido. No es necesario ningún carnet para ser ferralla, carpintero, forjador o albañil, aunque se trabaje con elementos y en condiciones de elevado peligro y con una siniestralidad lamentable. No es preciso aportar ninguna prueba de la experiencia previa  (basta la categoría profesional que un empresario dice que tiene el operario) para que se suba a lugares donde el humano no debe estar sin sujeción o medidas de seguridad excepcionales. Tenemos puntos para poder conducir, sin embargo si trabajas en una cubierta de teja y no te atas disponiendo de los medios para ello, nadie te quita un punto que influya en tu capacidad para poder volver a subirte a un sitio así. Tu vida en ese momento es responsabilidad de otro. Si tú decides tirarte, alguien pagará por ello o incluso irá a la cárcel.

Por supuesto que hay empresarios deleznables y míseros que anteponen su dinero a la vida de los trabajadores y es a estos a los que hay que perseguir y eliminar del panorama laboral. Pero no continuemos con esta demagogia estúpida que nos ha llevado a no ser capaces de colocar nuestros índices de seguridad donde debían estar, pues no es ni mucho menos la generalidad del asunto. Al contrario, en los últimos años los medios de seguridad personal y colectiva han tomado presencia en la obra y ya nadie -en su sano juicio- discute el coste de las medidas de seguridad.

Pues sí. Abogo por una formación específica, seria y reglada para los trabajadores de la construcción, no solo en lo laboral, sino también en lo profesional. Defiendo que no pueda existir un oficial de primera subido en un andamio que antes no haya cumplido determinadas fases previas y una formación real que lo avale. Pido un carnet profesional vivo y creciente que incluya un historial del trabajador, un currículum veraz y también una toma de datos de los «expedientes abiertos» por la falta de utilización reiterada de los medios de seguridad a su disposición y en los casos recalcitrantes de desobediencia una inhabilitación para su trabajo. Porque su vida depende de ello, pero la mía también.

Nota del arquitectador: De la facultad que se le debe dar a un técnico responsable para poder hacer controles de alcoholemia a la puerta de una obra hablamos otro día, que por hoy ya me van a caer bastantes palos.

15 comentarios

  1. Dice ser Sparks

    En la construcción, igual que en la industria que conozco más; habrá el mismo nivel de prioridades que en todas las empresas:

    El tiempo.

    Y el empresario solo ve donde le duele:

    El dinero.

    Es cierto que habrá trabajadores (peones y algún oficial) que sean neglientes. Pero se nos olvida siempre que el que se lava las manos es el que más encima debería estar, y que es el responsable de prevención.

    Ese personajillo que se ha desarrollado desde una ley muy jugosa para la venta de ropa de seguridad , EPIs y demás… nunca está donde tiene que estár y solo se dedica a firmar papeles y hacer que los demás firmen para «limpiar las manos» de la empresa.si pasa algo y las suyas propias.

    Es así, la prevención se ha convertido en hacer papeleo para salvar a las empresas de dicha ley y crear «jefecillos» que no hacen más que dárselas de técnicos cuando NUNCA hacen nada relevante en seguridad.

    Palabra de Ingenierador.

    18 junio 2013 | 18:05

  2. Dice ser Sparks

    Del empresario y el encargado zurrador hablamos otro día.

    18 junio 2013 | 18:06

  3. Dice ser javi

    completamente de acuerdo con Sparks.

    18 junio 2013 | 18:29

  4. Dice ser acerswap

    En la calle paralela a mi casa hay una parada de taxis. Y un bar. Y los taxistas en el bar beben cosas que no deberian beber los taxistas. Y cuando esta el bar cerrado, no hay taxis.

    Pero, ¡ay de quien sugiera hacerles un control de alcoholemia! Sanguijuela es lo minimo que le llamaran.

    18 junio 2013 | 18:52

  5. Dice ser flack

    RD1627/1997= incoherente, contradictorio, inaplicable, chapuza legislativa, etc,..etc….

    Resumen:
    La falta de seriedad del texto en comparación con otros sectores resulta hasta extravagante…

    18 junio 2013 | 18:56

  6. Dice ser ruben

    Es bonito hablar de seguridad y no tener suficientes tecnicos para fiscalizar las continuas empresas que te hacen firnar la entrega de epis y no te los dan. tambien que para que te arreglen algo en tu casa, en vez de pagar a la empresa que tiene gente formada y cualificada, para hacer su trabajo y en prevencion, que eso cuesta dinerito del empresario, luego contrates al rumano que se agarra con una cuerda de los riñones y pinta la fachada haciendo sonambulismo, pero es mas barato. Hacer un pozo de 10m de profundidad sin usar una sola tabla para entibar porque el inconsciente le ahorra a la comunidad una pasta, ¿donde estaba el funcionario del canal y el ayuntamiento que dio la licencia, cuando permite estas cosas?
    Pero lo mas gracioso es cuando te dan un curso de formacion: tu tienes interes en aprender, si pero uno se duerme, otro esta borracho, otro ni siquiera entiende castellano, pero ahi esta el magnifico formador, rellenando examenes a saco porque tiene que aprobar, La tarjeta Profesional de la Construccion era un buen inicio, pero¿alguien sabe ya como renovarla? Nuestras instituciones estan dispuestas a poner en marcha una publicidad llamativa pero nada practica.

    18 junio 2013 | 20:29

  7. Dice ser totalmente de acuerdo

    hole tus cojones majo. Ya era hora de que se digan cuatro verdades bien dichas.

    A mi padre, jefe de turno, casi le arruina la vida un gilipollas que se mató en un montacargas para bandejas de carne. Resulta que meter las bandejas de carne en el montacargas y subir por la escalera UN SOLO PISO era demasiado para el señorito, así que se metió también. Cuando lo intentó se dió cuenta que tenía que sacar medio cuerpo para darle al botón de subida…. ese medio cuerpo que se quedó en la planta de abajo por su negligencia.

    A mi padre le costó un juicio, una multa económica y logró no terminar en la carcel…

    18 junio 2013 | 21:59

  8. Dice ser Opinión

    Pienso que los técnicos cargan con demasiada responsabilidad, y han de pagar unas cuotas de seguros desmesuradas; que sí que es cierto que antes el pago de esas cuotas era el «mal» necesario y menor, pero ahora acobarda a los nuevos técnicos para lanzarse como autónomos.
    Y aislando el tema de la seguridad en la obra, es tan cierto que un coordinador puede no realizar bien su trabajo como que una persona sola no puede estar en más de un lugar; ; por ello estoy de acuerdo en que se necesita mejor formación profesional para trabajadores de la construcción, porque también los técnicos han tenido que prepararse para estar en el puesto que ocupen; así mismo estoy de acuerdo con que la normativa es obsoleta, y que se pueden crear (y se crean) nuevos documentos para mejorar la gestión de la seguridad.

    19 junio 2013 | 01:26

  9. Dice ser QUIJOTE-BARRANTES

    arquitectador
    Me has quitado las palabras del pensamiento.
    Que razón tienes, y que triste que algunos tengan que pagar las consecuencias de lo que otros no hacen.
    Yo aún diría más. ¿Por qué los responsables de la Administración siempre se sale de rositas?, ello ponen las normas, pero los que tienen que hacer el trabajo sucio son otros.
    Yo lo vivo todos los días… andas encima de la gente, le dices que prima siempre la seguridad sobre todas las cosas, que tú eres el que ya te preocuparás de la justificación de los medios necesarios ante el cliente, pero el trabajador,… pues a la torera. Su ignorancia es la causa de su falta de temeridad.
    Y… esos contratistas de la oficina portátil en obra, convertida en móvil… que en muchos casos, vienen de operarios aventajados o avispados que vieron o ven en el oportunismo y el otro pico, la solución a su situación, y asesorados por esos ilustres buitres llamados a ser defensores del derecho, que en sus manipulaciones de las verdades y de las mentiras, tratan de dejarte más tieso que una tabla, con tal de que su cliente salga de rositas…
    Calla, calla, no me tires de la lengua… que al igual que dices, de que para palos ya nos llega, yo añado que terminamos siendo apedreados como los primeros cristianos tratando de divulgar las enseñanzas de Jesús…

    19 junio 2013 | 09:20

  10. Dice ser ¡Emprendedor!

    La palabrilla optimista salta como un chinche de la publicidad de los bancos a los teóricos de empresa, de las promesas de los ministros del ramo a la ingenuidad de jóvenes que se tragan el discurso de que todo en esta vida depende de la voluntad.

    Las palabras no tienen la culpa, desde luego, pero su utilización engañosa, el abuso con que aparecen en el discurso de las personas públicas deteriora su sentido, aunque sea positivo. Así me sucede con la palabra “emprendedor”. Pueden ser manías personales, lo asumo, pero esta palabra contiene, en el uso actual, unas connotaciones ideológicas que detesto. Y es que justo cuando la crisis ata de pies y manos a un porcentaje histórico de los jóvenes españoles, la palabrilla optimista salta como un chinche de la publicidad de los bancos a los teóricos de empresa, de las promesas de los ministros del ramo a la ingenuidad de jóvenes (los hay) que se han tragado el discurso de que todo en esta vida depende de la voluntad, es decir, de la audacia con la que asumamos un proyecto, de nuestra capacidad psicológica para ser emprendedores.
    Lo inaudito es que la palabra se haya colocado en el top ten de términos que tienen como fin ennoblecer cualquier discurso precisamente cuando a las personas jóvenes más difícil les resulta levantar de la nada una empresa. No ya porque los bancos no den créditos, sino por la interminable burocracia que se ha de sortear y sobre la que este periódico informaba ayer mismo con datos provenientes del Banco Mundial. Por un lado, se extiende la idea de que del paro y la desesperación puede salir uno mismo si se atreve a montar una empresilla original, rompedora, atractiva y medio artesanal; por el otro, la estructura legal de este país no hace más que poner palos en las ruedas a quienes tratan de hacerlo.
    Es un discurso muy americano ese que entiende que la salvación depende solo de uno mismo. La diferencia es que allí esa feroz mentalidad capitalista cunde de manera mucho más coherente y la palabra emprendedor cobra sentido: asumes riesgos pero el Estado no se dedica a castigarte por ello.

    Elvira Lindo. 24 OCT 2012

    19 junio 2013 | 09:43

  11. Dice ser Lector

    En la mayoría de ocasiones es por un descuido del trabajador. Pero quiero aprovechar para comentar que debería quitar cierta publicidad que distrae a los conductores y provoca accidentes. Es imposible no distraerse con según que cosas. El otro día casi me estrello mirando esto: http://xurl.es/1kf3v No me parece normal que hagan este tipo de publicidad que puede provocar accidentes.

    19 junio 2013 | 11:15

  12. Acabo de leer unos de los artículos que mejor reflejan la realidad de una obra en cuanto a seguridad se refiere. Una gran aportación, aparte de ser una reivindicación a la que me suscribo, ese «carnet» para todos los intervinientes en una obra. Felicidades de nuevo Miguel por tus artículos, y sobre todo este!

    19 junio 2013 | 16:09

  13. Dice ser Uno raro

    Claro, es que la seguridad y la rentabilidad va de la mano, venga que cuando los plazos y costes se cumplían bien que mirabais para otro lado todas las burradas que se hacían para ahorrar unos miserables euros, desde que no trabaja ni Dios en el andamio parece que antes regalaban dinero por ponerse un buzo, un pañuelo y soltar burradas a las mujeres, como sigáis idealizando la construcción al final va a dar hasta para novela caballeresca.

    19 junio 2013 | 23:44

  14. Dice ser José Manuel

    Uno raro
    A mi como tècnico responsable de la seguridad me la trae floja el plazo y el coste, lo que no me da lo mismo son los obreros que intentan chulearme en cuanto a la seguridad, mintièndome cuando le pregunto por la barandilla que le acabao de ver quitar desde el patio, o ese oficial que dice que no tiene tiempo de ir a las reuniones de seguridad, o ese jefe de obra que considera que una pared vertical es un talud razonablemente seguro.
    A ver si dejamos de confundir al promotor y constructora con las direcciones facultativas y coordinadores de seguridad, que ganan lo mismo se gane un mes o dos en el plazo.

    21 junio 2013 | 17:02

  15. Dice ser Sparks

    #JoseManuel

    Y ¿cuántas obras has parado por no estar todo en regla?
    ¿Cuántos muertos (tristemente) has tenido en una obra que haya pasado tu inspección?
    ¿Y de cuántas sanciones penales te has librado con todos los papeles que hacéis firmar a los trabajadores?

    «Técnicos» de PRL son firmapapeles.
    Lo triste es que en la práctica son todos abogados y trabajadores sociales, que no han visto un cable o un andamio en su vida.

    27 junio 2013 | 21:17

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