Es apenas un cachorro, el equivalente a un niño humano con sus siete meses. A este pobre cachorrote lo han intentado utilizar para peleas de perros. Su suerte o su desgracia es tener un temperamento pacífico. Como los bestias que lo criaron han visto que no sirve y no ataca lo han dejado en este estado abandonado.
Me cuentan que es un encanto con las personas, seguramente ahora está descubriendo lo que son las caricias. Necesita acogida o adopción urgente.
Tigre es el rostro de un fenómeno más presente en nuestra sociedad de lo que nosotros creemos: las peleas de perros. Ilegales y clandestinas, proliferan por desgracia. Juro que no entiendo ni entenderé el disfrute que puede encerrar apostar dinero para ver a dos perros destrozarse.
¿Qué falla en algunos seres humanos para que la sangre, la rabia y el sufrimiento les resulten entretenidas?
Las peleas de perros implican el sufrimiento y muerte de animales, así como el robo de perros. Este rastro de crueldad y tortura con los animales es perseguido por los cuerpos policiales para detener a los implicados, que actúan de forma clandestina e itinerante.
El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) abrió en 2012 varios expedientes por peleas de perros, una práctica ilegal, cruel y castigada por la ley.
Dos de estos expedientes se tramitaron por la vía penal, otros dos han supuesto sanciones administrativas. Además, se han abierto tres investigaciones. Pero no hubo ninguna detención.
Apuestas y maltrato de animales en la clandestinidad
Los organizadores de las peleas de perros obedecen a un perfil diverso, explica Oscar Fernández, portavoz del Seprona. «Los hay con un nivel socio económico alto, participan en estas apuestas como una forma de diversión al límite», explica Fernández.
También hay personas con «escasos recursos y formación». La clandestinidad ampara a los participantes de las peleas caninas, que además encuentran en Internet una herramienta útil para convocar y organizar las peleas caninas.A las dificultades de la policía para seguir el rastro de los organizadores de peleas, hay que añadir el hecho de que las detenciones solo se pueden llevar a cabo si se localiza in fraganti a los culpables.
Las peleas se organizan en un lugar distinto cada vez y según María González, veterinaria de la asociación Igualdad Animal, «suelen practicarse en barrios urbanos marginales, donde es difícil denunciar la situación.
El maltrato fabrica a un perro de pelea
Peleas organizadas de perros: crueles y castigadas
Las peleas de perros implican el sufrimiento y muerte de animales, así como el robo de perros. Este rastro de crueldad y tortura con los animales es perseguido por los cuerpos policiales para detener a los implicados, que actúan de forma clandestina e itinerante.
El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) abrió en 2012 varios expedientes por peleas de perros, una práctica ilegal, cruel y castigada por la ley.
Dos de estos expedientes se tramitaron por la vía penal, otros dos han supuesto sanciones administrativas. Además, se han abierto tres investigaciones. Pero no hubo ninguna detención.
Apuestas y maltrato de animales en la clandestinidad
Los organizadores de las peleas de perros obedecen a un perfil diverso, explica Oscar Fernández, portavoz del Seprona. «Los hay con un nivel socio económico alto, participan en estas apuestas como una forma de diversión al límite», explica Fernández.
También hay personas con «escasos recursos y formación». La clandestinidad ampara a los participantes de las peleas caninas, que además encuentran en Internet una herramienta útil para convocar y organizar las peleas caninas.
La colaboración ciudadana es fundamental para frenar y denunciar las peleas de perros organizadas
A las dificultades de la policía para seguir el rastro de los organizadores de peleas, hay que añadir el hecho de que las detenciones solo se pueden llevar a cabo si se localiza in fraganti a los culpables.
Las peleas se organizan en un lugar distinto cada vez y según María González, veterinaria de la asociación Igualdad Animal, «suelen practicarse en barrios urbanos marginales, donde es difícil denunciar la situación.
El maltrato fabrica a un perro de pelea
El camino de un cachorro de perro que se elige para pelear está lleno de sufrimiento. Es un circuito de tortura.
El entrenamiento de un perro que va a combatir comienza «cuando es un cachorro de tres meses», explica González. Fomentar la agresividad del perro es el principal objetivo de los entrenadores de peleas de perros.
La fortaleza del animal se prima en el entrenamiento de estos canes. Llegan las peleas con otros perros y una vida llena de crueldad, que no conoce de amor. Solo de violencia.
Las peleas de perros, un delito con pena de cárcel
Las peleas de perros son delito en España. El Código Penal español tipifica en su artículo 337 el maltrato a los animales.
Dice: «El que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente a un animal doméstico o amansado, causándole la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su salud, será castigado con la pena de tres meses a un año de prisión».
Las leyes de protección animal de las distintas comunidades autónomas también recogen como falta muy grave la organización de peleas de perros.
En el caso de la Comunidad de Madrid, se sancionan con multas de más de 12.000 euros y se especifica.
Cómo denunciar y frenar estas peleas
La colaboración ciudadana es fundamental para facilitar la labor policial y frenar las peleas de perros.
Las pistas de particulares son claves para detener estas prácticas ilegales, que han visto facilitada su actuación gracias al poder de convocatoria de Internet.
Las pistas que pueden hacer sospechar que en determinado lugar se llevan a cabo peleas de perras son movimiento de perros (sobre todo de ciertas razas como american staffordshire terrier o bull terrier y reuniones a horas intempestivas de gran cantidad de personas con canes.
En estos casos se debe llamar al número O62 del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil.
.jpg)
.jpg)
Por su carácter eminentemente jerárquico, es relativamente habitual que los perros se enzarcen en peleas para determinar quién es el que debe llevar la voz cantante.
La perra de la foto es una pastora alemana que está en la perrera de Zaragoza.