La Organización Mundial de la Salud no para de alertar sobre el incremento de la obesidad en el primer mundo, algo que también afecta a nuestros animales de compañía.
Muchos de ellos están muy gordos y, en casi todos los casos, la culpa es de sus dueños.
Ese minino o perrito simpáticamente rellenito tiene menor esperanza de vida y más posibilidades de padecer del corazón y las articulaciones, de sufrir diabetes, agotamiento crónico, patologías del hígado y desórdenes gastrointestinales, entre otros.
El exceso de comida y el sedentarismo son los responsables.
La solución es sencilla. Con aquellos animales con grave sobrepeso (entre un 15 y un 20% más de lo debido), no queda más remedio que incrementar el número y duración de los paseos y de los ratos de juego y alimentarles únicamente con la cantidad recomendada de pienso seco, a ser posible light.
Nada de enternecerse ante los grandes ojos implorantes del bueno de Toby y darle las sobras de la comida; no se le está haciendo ningún favor.
Hay que extremar el cuidado con aquellas razas que sabemos que tienden a engordar: beagles, labradores…
También con los perros pequeños. No es que sean más propensos a engordar, pero es más frecuente verlos hechos unos toneletes porque darles los restos de la comida o una o dos chucherías, que para un pastor alemán es un aperitivo, para ellos es una cantidad enorme de alimento.
En la foto veis a Rafaelito y Rosita, ambos abandonados en una obra.
Rosita rondara los 3 o 4 kilos, Rafalito los 6 o 7. Ambos tienen sobre el año de edad.
Es muy urgente encontrar un hogar definitivo o de acogida para ellos.
Se entregan con cartilla sanitaria, chip, contrato de adopción y castrados. Están en Córdoba pero se envían a cualquier provincia
Contacto: elarcadenoecordoba@gmail.com
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NOVEDADES: 17/02
Siguen ambos en adopción en el albergue.