La gente suele preferir cachorros. No lo entiendo ni lo comparto. Yo siempre tendré perro y siempre serán adultos recogidos en una protectora.
Cada vez que alguien me pide un cachorro intento explicarle que suponen mucho trabajo. Muchísimo. Hay que educarles, ponerles en su sitio (jerárquicamente hablando), soportar sus trastadas, aguantar sus pises…
Desde un punto de vista puramente práctico, si no se tiene mucho tiempo y paciencia es preferible apostar por un perro adulto.
Además, según mi experiencia los que suelen preferir cachorros son precisamente los más inexpertos en el trato con animales. Los que menos saben de etología animal y de cómo educarles.
Y precisamente al preferir un cachorro son los que más se la juegan. Pueden tener suerte, pero también pueden encontrarse con un perro nervioso o dominante al que no saber reconducir.
Un adulto ya tiene su carácter definido, por lo que podemos elegir el perro ideal sin equivocarnos si nos dejamos asesorar por los trabajadores de las protectoras.
Probablemente ya vendrá educado, aunque también habrá un breve periodo de adaptación. Y es cierto que son agradecidísimos y se entregan por completo.
Y aquí en un par de fotos tenéis a Princess.
Esta preciosa husky necesita urgentemente un adoptante.
Apareció en la calle abandonada. Tiene aproximadamente cuatro años .
Me cuentan que es muy tranquila y muy obediente (nada más acercarte te da la patita).
La urgencia viene porque ahora está en casa de acogida pero pronto tendrá que salir de allí.
Está en Marín (Pontevedra), pero podría enviarse a toda España siempre con contrato de adopción, seguimiento y por supuesto microchip.
El contacto si quieres adoptarla es Vero 649 433 150 y verotrillo43@yahoo.es
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NOVEDADES: 22/04/08: Princess ha encontrado adoptante en Granada.
Todo el mundo quiere un cachorro, no quieren animales adultos, así que se siguen trayendo cachorros al mundo mientras que millares de animales adultos esperan su segunda oportunidad.
Un cachorro es muy exigente. En el caso de un perro necesitará muchos paseos diarios y pasarán meses hasta que sepa que no debe hacer sus necesidades en casa. Tanto perros como gatos son especialmente trastos y destrozones, comienzan a aplacarse en torno a los dos o tres años.
Es joven, muy tranquilo y de lo más original. Además, se porta muy bien.