Adoptar un animal adulto tiene numerosas ventajas. De hecho somos legión los que, tras haber pasado por la experiencia de acoger un perro o un gato maduritos, no queremos ni oír hablar de volver a enfrentarse a la educación y los destrozos de un revoltoso cachorro.

Un animal adulto, que haya sufrido el abandono, suele establecer una relación más estrecha con su nuevo dueño que aquellos que nunca han pasado necesidad. Es un tópico completamente cierto.

Están deseosos de agradar a su rescatador, y por tanto de aprender todas las normas y órdenes que su amo desee enseñarles. Son más tranquilos y no requieren una vigilancia constante.

Pero su mayor ventaja es que lo que se ve, es lo que hay. Con un cachorro nunca se sabe en qué clase de perro o gato se convertirá, con un animal adulto no hay sorpresas desagradables.

La mejor opción a la hora de buscar compañía animal para cualquiera, pero sobre todo para dueños inexpertos y para personas mayores que no tienen fuerza ni ganas de pelear con un cachorro, es dar una segunda oportunidad a uno de los miles de perros y gatos adultos, de todos los tamaños, colores y caracteres, que abarrotan las protectoras españolas

La preciosa perrita que véis en la imagen es Shelma. Un caso difícil que espera su segunda oportunidad en ANAA.

Su caso es complicado porque ya tiene unos diez años y por que tiene leishmania, aunque sus órganos están muy bien y ya está en tratamiento.

Shelma ha vivido mucho tiempo en una jaula. Es tímida pero sabe andar con correa y está deseando mostrar su agradecimiento a la familia que la adopte.

Sólo se entrega en adopción dentro de la Comunidad de Madrid.

Contacto: adopciones@anaaweb.org 91 544 73 76 ( De Lunes a Viernes de 9 a 14 h)