Otro perro con pocas esperanzas de encontrar un hogar por su tamaño, por su falta de parecido con alguna raza. Si fuera más pequeño, de raza o similar a alguna, probablemente su suerte sería otra.
Jack es el perro sin raza por definición. Un chucho de pura cepa con todo el vígor híbrido posible. En el artículo que escribí con motivo del Día del perro sin raza sobre los tipos de perros sin raza decía algo que me ha recordado mucho al guapo Jack:
En estos perros en los que la selección natural se repite durante varias generaciones tiene lugar un curioso fenómeno, si dejásemos a todos los perros del mundo criar libremente tenderían a homogeneizarse y convertirse en perros de tamaño mediano (unos 20 kilos) con una altura de entre 38 y 57 centímetros, pelo corto y de color negro, marrón o (sobre todo) de ese amarillo tostado tan propio de los dingos y de muchos mestizos y razas caninas. Curiosa paradoja que se explica fácilmente: son los animales mejor preparados para medrar.
Es decir, se convierten en poco tiempo en el perro tipo que suelen pintar los niños, en el que pintó Franz Marc en la obra que ilustra este artículo. Las características más exageradas que los humanos hemos seleccionado artificialmente como los morros chatos, los cuerpos excesivamente alargados, los tamaños excesivos o diminutos o las patas cortas son las primeras en desaparecer. Fijaos si viajáis por India, Sudáfrica o América Latina en los típicos perros parias, que llevan varias generaciones sobreviviendo como pueden.
“La evolución es muy rápida, los dingos, por ejemplo, es una mezcla de todos los perros que se escapaban y ahora es una especie nueva”, explica David Agudo, responsable de genética del Centro de Análisis Sanitarios.
Este es Jack, llegó a la protectora de Ciudad Real La bienvenida junto con su hermanita cuando tenían seis meses de edad, ella fue adoptada, pero él sigue esperando su oportunidad.
Ahora tiene 4 años y nadie nunca se ha interesado en él, nunca han preguntado por él. Antes era muy tímido, quizás por eso y por no ser de raza, se convirtió en un «invisible». Ahora y gracias al trabajo de las voluntarias es sociable, dulce y cariñoso.
Esperamos que pronto alguien sepa ver en sus ojos lo especial que es, y pueda salir del refugio con una familia que le de el hogar y el cariño que se merece.
Contacto: a labienvenida@hotmail.com
Y no olvidéis ayudarnos a difundir nuestro mapa de perros en adopción, tenemos que lograr un hogar para los 52. Para hacer ese mapa escribí a protectoras de todas las provincias de España y todas ellas me pasaron sus casos más especiales, perros únicos, merecedores de un hogar, que no acaban de lograrlo.