¿Cómo querrías que fuese la futura Ley Nacional de Protección Animal? Puedes plantear tus exigencias hasta el 15 de diciembre

Hace apenas un par de días la Dirección General de Derechos de los Animales comandada por Sergio G. Torres, abrió la exposición pública de la que, si  nada se tuerce, será la primera ley nacional de protección animal de este país. Algo que muchos llevamos pidiendo desde hace incluso décadas.

¿Qué significa eso? Es muy sencillo, mucho más que la estructura y redacción del documento que invita a nuestra participación: podemos escribir al correo que indican (consultasdgda@vpsocial.gob.es), identificándonos con nombre, apellidos y DNI o documento equivalente, para aportar nuestras opiniones, para exponer qué creemos necesario que se aborde en esa ley que vendrá a unificar el caso de legislaciones autonómicas y municipales. Igual que en la carta a los Reyes Magos, pero pensando en empecidas factibles que redunden en el bienestar de los animales de compañía.

No está mal. Eso sí, sería mucho más fácil opinar constructivamente y de modo más operativo para todos teniendo el texto del anteproyecto de ley ya delante, y no lanzando deseos al vuelo ante un folio y medio tirando a confuso.

Ahora bien, como nací con el don del escepticismo, igual que el Scaramouche de Sabatini con el de la risa, me resulta inevitable arquear la ceja y preguntarme qué destino tendrán nuestras exigencias. ¿Revisarán con detenimiento todas las sugerencias y valorarán el incluir aquellas que resulten pertinentes? Imposible saber si se tomarán en serio estas aportaciones o si será una estrategia puramente estética.

Ojalá no caigan en saco roto. Igual que ojalá tuvieran en esta Dirección General de Derechos de los Animales una web decente, más completa y clara, o dieran a conocer en aras de la transparencia quienes han sido los expertos en diferentes campos a los que han acudido para la redacción de esta ley que sería pionera en este país y también, en palabras de Sergio G. Torres, “importantísima a nivel europeo”.

A Coltán lo rescataron hace cuatro meses y “poco a poco, mediante sesiones de gestión del comportamiento, ha avanzando y cambiado muchísimo”.

En la asociación El amigo fiel de Córdoba cuentan que “ya es capaz de disfrutar de los paseos, cosa impensable hace un tiempo (ya que era un mundo para él aceptar el uso de un arnés/collar y una correa). Ahora puede ir tranquilo en un vehículo sin ser para él traumático, incluso subirse por sí mismo. Es capaz de aceptar comida en presencia de personas desconocidas. Respecto a la relación con otros perros, es muy buena, aceptando tanto a pequeños como a grandes. En definitiva, se está esforzando por abrirse a un mundo que no conocía. Ahora ya empieza a ser un perro, a sentirse querido y confiar en el ser humano. Queda atrás un animal sin capacidades sociales, incapaz de comunicarse con el ser humano y con un problema grave de gestión emocional. La vida llevó anteriormente lo marcó y solo generaba miedo extremo e inseguridad. Actualmente se encuentra en residencia, lo cual no le facilita en su avance, ya que tras las sesiones vuelve a un chenil”.

Coltán necesita un adoptante, uno especial dispuesto a seguir ayudándole en el camino de confiar y abrirse.

Se entrega en adopción o acogida con seguimientos, contrato, pasaporte europeo, microchip, vacunas, desparasitaciones, analíticas, esterilización y revisión veterinaria. Está en Córdoba pero puede viajar a cualquier punto de España. Todo esto será a coste cero para el adoptante.

Contacto: informacion@elamigofielcordoba.org

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