Archivo de mayo, 2020

Los gatos también pueden tener ansiedad por separación, la mejor prueba de que establecen vínculos profundos con sus humanos

La doctora Ángela González Martínez es especialista en Medicina del comportamiento por el European College of Animal Welfare y Behavior Medicine, máster en Etología Clínica y Bienestar Animal por la Universidad de Zaragoza y responsable del Servicio de Etología del Hospital Veterinario Universitario Rof Codina en Lugo. Este jueves publicamos una muy recomendable entrevista con ella sobre la ansiedad por separación en la que los perros fueron protagonistas, pero los gatos asomaron.

P. ¿Es posible que los gatos también sufran ansiedad por separación?
R. Es menos frecuente pero sí es posible y las manifestaciones son similares, muchas veces lo más habitual es que orinen o defequen fuera de la bandeja. Y el abordaje también es similar. Aunque mucha gente tiene la teoría de que no se les puede enseñar, aprenden millones de cosas y crean además vínculos muy profundos con sus propietarios. Se incide un poco más en lo que es el enriquecimiento ambiental: que tiene acceso a un espacio tridimensional al que subir y bajar, un espacio seguro en el que esconderse, que tenga los recursos separados – el arenero del comedero y bebedero y de la zona de descanso y juego-. También se trata mucho con feromonas y hay que darles oportunidades de ‘caza’ con la comida.

Es decir, que sí que existe. Y que sea así es la mejor prueba (no deseable) de lo profundos vínculos que estos animales son capaces de establecer, no solo con seres humanos, también con sus congéneres y con otros animales.

Pese a la evidencia, muchos se empeñan en seguir creyendo y afirmando que los gatos que son egoístas, traicioneros e interesados, que van a lo suyo y nada les preocupa teniendo alimento y techo. Es una imagen tan arraigada que, por equivocada que sea, va a costar mucho erradicarla. Ojalá estas pocas letras pongan una piedra en el camino de lograrlo.

Por último, si sospecháis que vuestro gato puede padecer este tipo de ansiedad cuando no estáis en casa acompañándole, no dudéis en contactar con un veterinario etólogo; vuestro veterinario de cabecera debería poder ayudaros a dar con uno de estos especialistas. Ellos son los profesionales cualificados para ayudarle y que deje de pasarlo mal. También ante cualquier otro problema de comportamiento.

Blackie estaba en la calle con una gran infección de ojos, pero ya está recuperada y buscando una familia. «Blackie es algo tímida al principio, pero pronto toma confianzas; es una gatita juguetona y cariñosa a la que le gusta mucho dormir en tu regazo. Una bolita de pelo dulce y ronroneadora».

Está en Madrid. Se hará seguimiento y contrato de adopción.

Contacto: aldakaleundome@gmail.com

¿Cómo os ha ayudado la compañía de vuestro perro en estos días extraños? #DíadelPerrosinRaza

No me cabe duda de que nuestros perros han sido una gran compañía durante estos días extraños. Más allá del hecho de permitirnos salir a la calle y sentir el cielo y no el techo sobre nuestras cabezas, con el alivio que puede suponer, su presencia amigable y constante, su apoyo incondicional, la manera en la que nos hacen sentirnos necesarios y queridos, es un sostén que contribuye a nuestra salud mental.

No lo digo solo yo, la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) publicó a finales de abril un estudio que sostenía que el 74% de los españoles que conviven con un perro o un gato pasaban mejor el confinamiento.

También los gatos sí, por supuesto, pero hoy os hablo de los perros porque es 28 de mayo, el día del perro sin raza. Se trata de un día que 20minutos instauró en 2013 (siete años ya, el tiempo pasa volando) y que ya se celebra ampliamente a nivel internacional para poner en valor a nuestros compañeros sin pedigrí, sin hacer de menos a los que tienen raza. Defender a unos supone trabajar también por el bienestar de los otros. Que tengan raza o no es lo de menos, es algo en lo que solo nos fijamos los humanos, algo a lo que sólo damos importancia nosotros. Todos son perros merecedores de nuestro cuidado y protección.


De cara a este séptimo día del perro sin raza me gustaría que contáseis en vuestras redes sociales cómo os ha ayudado a vosotros la compañía de vuestro perro en estos días extraños, primero de confinamiento y luego con el vértigo de la desescalada por fases. Podéis hacerlo con el hashtag #Díadelperrosinraza; contar todo lo que os aporta convivir con él con una foto suya o de ambos ayudará a hacer ver lo mucho que aportan nuestros animales de compañía a la sociedad y también que son miembros de nuestra familia, a los que jamás debemos dar la espalda.

Testimonios como los que me han hecho llegar varios amigos para compartir con todos vosotros.

Celia Alesanco, redactora de Las aventuras de Lucca la loca:

Esta cuarentena ha sido dura para todos pero en casa la que más lo ha sufrido ha sido Lucca. De repente vio limitadas sus salidas al tiempo mínimo y le sobraba energía… Aún así tanto ella como Zelda y Link se han portado fenomenal. Lo único bueno que ha tenido este encierro ha sido poder disfrutar de más tiempo todos juntos y verles interactuar cada vez más con Bastian, aprovechado además para enseñarle a respetarlos e interactuar con ellos. Los tres peludos de casa se han adaptado como campeones a todos los cambios repentinos que está suponiendo está pandemia.

@Javier Ayuso

Rodolfo Mcartney, fundador de la agencia de comunicación NOQUIERO:

Esta cuarentena hemos sido cinco en casa. Cesar, Sofía, Lupe, Ron y yo. Los del medio son mis perros y mis mejores compañeros de viaje. Gracias a ello he podido valorar los pequeños detalles que tiene la vida. Ellos han estado súper felices junto con nosotros. Hemos vivido algún momento malo porque Sofía se puso malita, pero como es una luchadora, ya está bien. Feliz día de parte de los cinco.

Lisi Gutiérrez, autora de El silencioso amigo del viento:

Groucho llegó a Barcelona el 15 de febrero. Hasta el momento siempre había vivido en el campo, primero en su pueblo de origen cerca de Sevilla y después estuvo un mes en acogida en una finca en Madrid. La ciudad le estresaba un poco al principio: la cantidad de perros de diferentes razas y cada uno con lenguajes que no entendía, los ruidos del tráfico, el funcionamiento de los semáforos y del ascensor…¡todo era nuevo para él! Muchos estímulos que asimilar. También lo pasó mal cuando nos íbamos de casa a trabajar, lo que se conoce como ansiedad por separación, cosa que fue superando muy rápidamente con pautas que fuimos siguiendo.

Cuando parecía que todo estaba asimilado y superado llegó el confinamiento. Tuvo que entender (no sé si nunca lo hizo) porqué sus paseos eran tan breves, o porqué no podía saludar a ningún perro que se cruzaba, los ruidos habían desaparecido pero también las expresiones de la gente, cubiertas por mascarillas, e incluso ¡la gente! Lo bueno es que se ha podido ir acostumbrando a estar con nosotros y nos conocemos ahora muy bien después de todo el tiempo que hemos compartido.
¿Que tendremos que volver con la ansiedad por separación? Es posible ¡Pero lo lograremos!

Javier Ruiz, autor de De cómo los animales viven y mueren:

Actualmente, vivo solo con mis dos perros, por lo que contar con su apoyo durante este tiempo ha sido una forma estupenda de mantener una actitud positiva y cierta rutina diaria en una situación totalmente anómala. Estoy convencido de que, ¡sin ellos, se hubiese hecho muchísimo más duro!

Miguel y Encarni, rescatadores ocasionales de animales abandonados:

«En nuestro caso, como estabamos todo el día con ella, feliz ella y felices nosotros. Sus paseos, aunque cortos, tambien eran una buena excusa para salir, lo cierto es que ha ayudado a estar a gusto y volver al campo ha sido muy renovador», cuenta Miguel. «Mi experiencia del confinamiento compartido con Valentina reafirma la capacidad de un perro para crear hogar», concluye Encarni.

La Covid-19 no es excusa para abandonar a nuestros gatos, ellos no la transmiten a los seres humanos

Este viernes fue noticia la muerte del primer gato en España (el primero que sepamos) infectado con el virus SRS-Cov-2. Primera puntualización, no murió por tener coronavirus; murió teniendo el virus pero por otros motivos.


Es una noticia que a los amantes de los animales, sobre todo a aquellos mínimamente conocedores de la problemática en protección animal existente en nuestro país, nos hace temblar.

No tememos porque tengamos miedo a que el coronavirus acabe con la vida de los gatos, porque el virus no se ceba con ellos. Lo pasan de forma asintomática o como un resfriado carente de gravedad.

Tampoco porque nos contagien, porque a poco que tengamos un mínimo de compresión lectora expertos de toda índole aclaran que «la transmisión del virus se produce de las personas a los gatos, que son las víctimas colaterales de la enfermedad en los humanos». Esas palabras son de Joaquim Segalés, investigador del IRTA-CReSA y catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona. Pero cualquier fuente de autoridad que consultemos se expresa de la misma manera. Los humanos podemos contagiar a los gatos, pero no ellos a nosotros.

Lo tememos porque sabemos que habrá gente que se va a dejar llevar por el miedo o va a usar esto como excusa para abandonar gatos, para ponerlos en la calle y sentenciarlos probablemente a muerte sin justificación ninguna.

La Covid-19 no es motivo para cometer un delito tan cruel como es el abandono de un animal doméstico. No nos podemos mover por el miedo, menos aún cuando es irracional, injustificado.

Por eso mismo es una noticia que hay que contar. He encontrado a amantes de los animales criticando a los medios de información por contar que los gatos pueden infectarse, que ha habido ya un caso registrado en España.

Tenemos que contarlo. Barrer las noticias bajo la alfombra no es la respuesta. Hay que contarlo de manera responsable, dejando claro cómo se produce esta transmisión, que es de los humanos hacia los animales, y que, si enfermamos, debemos limitar en lo posible el contacto temporalmente con nuestros gatos para no contagiarles, igual que lo limitamos con nuestros seres queridos. Pero no se puede esconder.

Para contrarrestar miedos así lo mejor es una buena información. Ayudadnos por favor, por las distintas vías que tengáis a que cale el mensaje: la Covid-19 no es razón para abandonar a nuestros gatos, ellos no la transmiten a los seres humanos.

Elva es una gata preciosa, tranquila y joven, rescatada de la calle. Necesita un poco de tiempo para confiar, pero si se le da lo hará.

Contacto: adopciones@madridfelina.org

¿Vas a tener un gato por vez primera? Estos son los seis consejos más importantes

Primavera, la época en la que nacen más gatitos. Las protectoras y asociaciones de animales no paran de mostrar a los recién hallados que necesitan buenos hogares, por lo que también es una época en la que muchas personas ponen por primera vez uno de estos animales en su vida. Pensando en ellos van estos seis consejos.

Un gato no es un perro y nunca lo será. No tengas un gato si lo que en realidad deseas es un perro, pero lo que pasa es que consideras que no tienes espacio y tiempo para atenderlo. Ten un gato porque deseas un gato, porque te has informado bien sobre sus necesidades y comportamiento y vas a comprometerte con él durante toda su vida, que puede superar los quince años.

El gato tiene siempre la razón, como suele repetir Laura Trillo, amiga y experta en estos animales. Son individuos con su personalidad y gustos. Respeta su descanso; juega con él cuando esté juguetón y dale cariño cuando tenga ganas sin forzarle si no está por la labor. Hay gatos que piden caricias con frecuencia y largo rato y otros que con muy pocas ocasiones breves tienen de sobra. Acéptalo. Como me decía la veterinaria etóloga Gemma López Aguado hace poco en una entrevista: «Hay gatos que necesitan mucha socialización y gatos que no. Todos tienen un umbral que hay que respetar, aunque para las personas sea complicado entender que tal vez tu gato es social contigo solo 30 segundos».

No juegues con él usando las manos. No fomentes que cace y aceche partes de tu cuerpo. Existen multitud de posibles juguetes con los que divertirse junto a él. Y más allá de los que hay en las tiendas, siempre es posible fabricarlos a partir de objetos que íbamos a desechar. Da rienda suelta a tu imaginación. De hecho, déjale rienda suelta a tu gato. Para ellos todo lo que les rodea es susceptible de ser disfrutado. Y el confinamiento da nuevas oportunidades para divertirnos juntos.

El vínculo con un gato no es inquebrantable. Educa en positivo.Si tu gato te asocia a una experiencia negativa puede pasar que no entienda que estabas de broma, que tenías un mal día o perdiste los nervios. Trátale con honestidad y paciencia, siempre con cariño y respeto. No valen los golpes, los gritos o los lanzamientos. Si entra en modo poltergeist y los adornos de tu casa corren peligro, prueba a sacar esa caña de juegos de manufactura casera para reconducir su energía de la manera apropiada. Si no quieres que arañe el sofá es preferible ofrecerle un rascador que le guste más que castigarle de cualquier forma. Pero asume que tal vez el sofá siga siendo su rascador favorito.

Es más importante un ser vivo que un objeto. Suelo decir a las personas que desean un gato que imaginen el mueble más preciado de su casa destrozado. ¿Están dispuestos a seguir queriendo un gato en su vida? Hay que asumir que un animal en casa puede romper cosas, estropear otras, hacer que tengamos que afrontar alguna redecoración poco de nuestro agrado.

Es mejor tener dos gatos bien avenidos que no uno solo. He repetido tantas veces esta recomendación que he perdido ya la cuenta. Dos hermanos de camada jugarán juntos, se harán compañía en nuestra ausencia, se entenderán entre ellos como solo dos gatos pueden hacerlo, disfrutaremos viendo su relación, y entre cuidar un gato o cuidar dos si tenemos todo lo anterior claro tampoco hay tanta diferencia.



El gatito negro de las imágenes se llama Zarpitas
y está en adopción en Madrid. Apareció hace una semana en la calle en muy mal estado junto a su hermano, que no pudo sobrevivir, pero él está cada día más fuerte y busca una familia.

Contacto: aldakaleundome@gmail.com

Para aquellos que deseen la parejita, como os recomendaba. Aquí os dejo media docena de preciosidades que también buscan casa.

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Y… ¿Cuándo se reparte aquí lo rico? 😂😂 #MiniMadridfelineros para alegrarnos el domingo con la ilusión de que ya #esundiamenos y que #sípodemos ❤️❤️. #MadridfelinerosLlenosDe❤️ #Madridfelinerosnecesitadosdeayuda #MadridfelinerosPochos #MadridfelinerosNecesitadosDeAcogida #MadridfelinerosSolidarios #NuestrosMadridfelinerosIngresados #Madridfelineros #Madridfelineras #Ayúdanos #adoptame #adopta #adoptadosgatos #adoptaungato #ponungatonegroentuvidalapintarádecolores #ponungatoentuvida #catsofinstagrams #cats #gatosnecesitadosdehogar #adopciónresponsable #adoptaungatosincasa #daunhogaraungato #salvavidas #haztecasacogida #adoptar #acoger #gatosnecesitadosdehogar #madridfelinerosconlatripallena

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Y no puedo dejar de recomendar que, aunque estemos en época de cosechar cachorros, deis una oportunidad a los adultos.

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Nebaba nos saluda hoy lunes y os deja un mensaje. ¡ADOPTA UN GATO Adulto! 1. Es lo que ves Cuando adoptas un gato adulto, sabes con qué te vas a encontrar. Es verdad, los gatitos son graciosisimos, pero nunca sabes como resultarán ser en el futuro. Así que toma la opción más segura e inteligente. Elige aquel gato mayor de cara dulce. 2. Los gatos que han tenido varias casas, son buenos gatos. Los gatos de segunda mano no son como los coches usados. No están en un refugio porque tienen algún fallo, o porque están gastados. Posiblemente están allí porque su anterior dueño murió, o fue ingresado en una residencia, o se tuvo que mudar a un piso que no permitía gatos. Algunos gatos se pierden y acaban en un refugio. Y muchos son llevados a la perrera municipal cuando un miembro de la familia desarrolla una alergia, o una aversión al gato. Entonces ¿dónde está el fallo?, ¿con el gato o con el anterior dueño?. Ninguno las circustascias por las que cambian de casas las crea un humano no es culpa del gato. 3. Los gatos adultos no son tan “destrozones”. Los gatitos son como los niños pequeños. Bien porque les están saliendo los dientes, bien porque están explorando el mundo, los gatitos pueden ser unas bolitas de pelusa muy activas. Los gatos adultos normalmente son tranquilos, con sus momentos de juego y carreras, pero su caracter es mas apacible. 4. No hace falta enseñar a un gato mayor nada nuevo. De hecho, no hace falta enseñar a un gatito nada nuevo tampoco, porque la verdad es que ni los gatos ni los gatitos te permiten enseñarles nada. Pero los nuevos padres normalmente se sienten obligados a intentarlo. Luego, inevitablemente, acaban con sentimientos de culpabilidad o fracaso cuando su nuevo gatito pasa de ellos, salta sobre la encimera de la cocina, desenrolla el papel higiénico, y se entretiene en otros actos de caos felino. Si adoptas un gato mayor, puedes evitar todos estos trastornos emocionales. Pero la razón más importante para adoptar un gato adulto es: 5. Puede que sea su última oportunidad. Muchos gatos adultos acaban en refugios sin tener ninguna culpa. Separados de sus seres queridos, rodeados de otros gatos desconocidos, encerrados.

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