Archivo de abril, 2020

Ni las personas ciegas ni sus perros pueden saber la distancia de seguridad adecuada, es responsabilidad de todos indicársela

Hoy, 29 de abril, es el Día Internacional del Perro Guía. Un día para reconocer la labor de estos perros, animales cuya selección y adiestramiento alcanza unos niveles que cuesta creer; igual que emociona pensar en el enorme acto de confianza que tiene que ser para una persona ciega dejar que un animal sea quién la guía; depositar su vida, y no exagero, en la capacidad de un perro para guiarle por una ciudad llena de potenciales peligros.

En estos días de confinamiento los perros guía siguen guiando en las actividades permitidas: ir a comprar, al puesto de trabajo si es preciso, durante sus breves e imprescindibles paseos sin acercarse a otros perros o propietarios…

Es el día del perro guía y no puedo evitar intentar ayudar, desde este blog, a la Fundación Once (1.056 de sus animales recorren nuestras calles), que está recordando estos días la necesidad de tener presente que las personas ciegas no son capaces de saber si están cumpliendo con la distancia de seguridad indicada por las autoridades sanitarias. Tampoco sus perros pueden saberlo. Imposible también es saber si dentro de una tienda de alimentación ya está el tope de tres personas que indica el cartel a la entrada que ellos no pueden leer o si aún hay espacio para que se adentren.

Vayan guiados por perro o no, es responsabilidad de todos ayudarles a cumplir las normas de distanciamiento, por su seguridad y la de todos. Y debemos hacerlo hablando, con amabilidad, si tocarles ni enfadarnos como primera reacción.

Y ya que estamos pidiendo concienciación ciudadana, me veo obligada a recordar que los perros de asistencia no solo ayudan a las personas con ceguera; también son un sostén imprescindible para personas sordas (perros señal, normalmente de pequeño tamaño, que alertan si alguien les llama, suena una bocina o se les caen las llaves); perros que acompañan a personas con movilidad reducida o con autismo. Todos esos animales que facilitan el día a día de personas con distintos tipo de discapacidad tienen el mismo derecho a acompañarles a cualquier lugar sin encontrarse objeciones, salvo que hablemos del interior de una piscina, un vagón de una montaña rusa o una sala dónde se va a practicar una cirugía, poco más. No dificultemos con nuestra falta de empatía o conocimiento una realidad llena de dificultades.

Por último, si os interesa y emociona la labor de los perros guía, os recomiendo (además de visitar la web de la Fundación Once) una serie de Disney+ llamada Elegidos para guiar (Pick of the litter), que muestra el complejo proceso desde la perspectiva estadounidense siguiendo a seis perros desde que son cachorros.

El aplauso sanitario debería estar dedicado hoy especialmente a los veterinarios

25 de abril, último sábado del mes. El día de los veterinarios desde que hace veinte años lo instaurara la Asociación Mundial Veterinaria (AMV); una profesión sanitaria que no solo persigue el bienestar de los animales, también el de las personas. Un oficio antiquísimo y fundamental.

Casi todos tenemos en mente a aquellos que atienden a nuestros animales de compañía. Un trabajo extremadamente complejo si nos paramos a reflexionar un poco. Son al mismo tiempo médicos de atención primaria, cirujanos, con notables conocimientos de numerosas especialidades: cardiología, traumatología, radiología, oftalmología…

Me recuerdo bromeando con un amigo sobre los oficios que serían más valiosos en caso de vernos convertidos en un pequeño grupo de supervivientes a un holocausto zombi y lamentando que los nuestros, periodista y programador informático, servirían de poco. Sin duda alguna un veterinario estaría en el podio, habría que mantenerle vivo a toda costa.

Igual ponen una vacuna que atienden la rotura de un hueso, esterilizan o extirpan un tumor.
Y todo eso con distintas especies, porque a su consulta van perros y gatos, pero también aves, otros pequeños mamíferos, reptiles y anfibios.

Por supuesto, hay veterinarios dedicados a sostener la salud de nuestras mascotas que están especializados. Y al pensar en ellos me resulta inevitable recordar la labor de Elite Veterinaria, una organización sin ánimo de lucro para localizar veterinarios expertos cuando resulta preciso.

Nuestros veterinarios están pasando momentos difíciles. Las clínicas, que siguen abiertas, han visto cómo se reducía de manera muy relevante su actividad, hasta un 70% según el Colegio de Veterinarios de Madrid. Son, en un porcentaje elevado, autónomos y pymes que ya venían de una situación muy compleja, con un elevado paro y un IVA de lujo hasta hace muy poco para su actividad.

Y no solo es duro económicamente.
Pese a tomar todas las medidas de precaución posibles, siguen trabajando y, por tanto, exponiéndose. Asumen el riesgo de salir a trabajar, contagiarse y enfermar, por el bien de nuestros animales y por el nuestro.

Como no paran de decir en este gremio, cuidar la salud de los animales es también cuidar la salud de los seres humanos.

Deberíamos apoyarles en lo posible, y la mejor forma de hacerlo es seguir, nosotros también, velando por nuestros animales acudiendo (previa cita) a las vacunaciones y desparasitaciones que corresponde. También si notamos cualquier problema como bultos, pérdida de apetito, fiebre, cambios de conducta preocupantes… La práctica totalidad están disponibles para que les contemos la situación por teléfono y valorar si procede una visita a la clínica.

Y yo os voy a pedir que también pensemos en ellos todos los días a las ocho de la tarde, durante el aplauso a los sanitarios. Siempre, pero sobre todo hoy que es su día.

(GTRES)


Y no pensemos solo en los veterinarios de pequeñas mascotas, porque su realidad es mucho más amplia. Trabajan en investigación, en piscifactorías, con ganaderos, a lo largo de toda la cadena alimentaria, elaborando alimentos para animales…

Todos ellos siguen trabajando en estos días extraños, de miedos y confinamiento, porque su labor es vital en nuestra sociedad, como la de los policías, las cajeras y reponedores, los transportistas o los trabajadores de residencias.

Cinco recomendaciones para el día del libro: ‘Rady el gato enfermero’, ¡Kota Ven’, ‘Buen perro’, ‘Teo un cazador de sueños’ y ‘Lo que no sé de los animales’

Hoy, por ser Día del libro, os traigo cinco títulos, de lo más variopinto, protagonizados por los animales. Leer siempre es recomendable, leer junto a un perro o un gato, maravillosos compañeros de lectores y escritores, es especialmente reconfortante.

El primero es Rady el gato enfermero de Satorino Fuchigami con ilustraciones de Tadahiro Uesugi que ha traído recientemente a España la interesantísima editorial Blackie Books. Conmovedor hasta las lágrimas, cuenta la historia real de un gato de un refugio polaco que sobrevivió por los pelos al ser rescatado y tuvo la vocación de ayudar al resto de animales de la protectora, sanasen o no. Incluye fotografías del verdadero Rademenes, que ese es su nombre verdadero.

El segundo es Kota Ven, un manga de Takashi Murakami editado por Ponent Moon. Muestra la cotidianidad con humor al pie de tener un perro en la familia. Eso que se denomina #sliceoflife o retazos de la vida corriente pero no por ello menos valiosa, del bueno y con perro. Un #shibainu con sus personalidad y sus manos, ejemplo claro de que los animales son individuos, algo que sabe cualquiera que haya convivido con ellos.

La tercera es Buen Perro, una novela gráfica editada por La Cúpula de Graham Chaffe, conocido tatuador. Si las dos recomendaciones anteriores pueden gustar tanto a niños como a mayores (ojo que Kota explica el misterio de la Navidad) y caldean el alma, esta propuesta es más dura. Cuenta la historia de un perro que vive en la calle y acaba unido a una jauría, haciéndonos reflexionar sobre el valor de la independencia y del grupo. Con más poso del que parece, puede que no sea para todos los paladares, pero a mí me sorprendió positivamente.

La cuarta es Teo un cazador de sueños de Mireia Segarra y Olga Marsal con ilustraciones de Georgine Miret. Un cuento del que tengo pendiente desde hace demasiado hablaros más en profundidad, porque es un libro solidario y nacido de la labor que lleva a cabo la Societat Protectora d’Animals de Tàrrega. Cuenta la historia de un perro que nació para cazar, pero no quiso hacerlo. Acerca además la labor de las protectoras con una parte final divulgativa y con fotografías de los verdaderos ocupantes de la protectora.

La quinta es Lo que no sé de los animales de Jenny Diski. Para los que quieran reflexionar en serio, a fondo, con carga de profundidad. Un libro que también es una investigación en la que entrevista a científicos además de tirar de su experiencia y conocimientos para estudiar la compleja relación que tenemos con los animales, no solo los domésticos.

Otros libros que he recomendado en este blog:

Los abandonos no paran durante el confinamiento, a estas tres cachorras las dejaron a la puerta de una protectora


Aquellos que no quieren hacerse cargo de sus responsabilidades, que no esterilizan, que creen que el abandono es una solución, no se detienen durante el confinamiento.

A principio de mes entrevisté a Mati Cubillo, que está al frente de la Federación de Asociaciones Protectoras de Animales de Madrid, FAPAM. Mati me decía que hay menos ingresos de animales en las protectoras, pero que eso no significa que no se estén abandonado: «Están entrando menos animales, lo que no quiere decir que se estén abandonando menos, sino que la gente no está saliendo por el campo o por la calle a pasear y no se los está encontrando. Si una perra pare en el campo y nadie pasa por ahí, pues nadie lo ve. Pero sabemos que sigue pasando. Lo hemos hablado todos los compañeros y la conclusión es que vamos a tener un aluvión de entradas cuando esto acabe para el que nos estamos preparando mentalmente».

Pero hay abandonos que es imposible pasar por algo, esos que te dejan delante. Este sábado, en la protectora gaditana Chipidog, se encontraron a tres cachorras en la puerta cuando acudieron a atender a sus animales. Un abandono que es doble delito, porque además supuso que alguien se saltó el confinamiento, ignoró el estado de alarma, al tiempo que dejaba a tres cachorras a su suerte.

Y lo hizo en una época en la que adopciones y acogidas son muy díficiles de gestionar, que en muchos casos están completamente interrumpidas como también me contaba Mati: «Se han paralizado todas las adopciones, Ahora mismo es imposible adoptar, no está permitido salir de casa para ir a adoptar un perro. Si viniesen voluntarios, si viniesen adoptantes, corres el riesgo de que pueda haber un contagio. Estamos cuidando muchísimo al personal de los centros, porque si caen enfermos tenemos un problema de infraestructura para atender a los animales».


Así lo cuentan desde Chipiona, pidiendo al tiempo ayuda: Hoy hemos tenido sorpresa al llegar al refugio. Alguna mala persona (por ser educada) nos ha dejado a estas tres preciosuras. Nunca es buen momento, pero con esto que estamos viviendo menos. No disponemos de comida y no podemos atenderlas como necesitarían. Solo podemos ir una vez al día y quien sabe qué puede pasarles tan pequeñas y con los temporales que estamos teniendo. Lo ideal sería que fueran adoptadas, pero como hemos dicho anteriormente, en estos tiempos es complicado. Así que por favor NECESITAMOS CASAS DE ACOGIDA, necesitamos ayuda para ellas. No podemos dejarlas tan pequeñas solitas. No sabemos de qué raza son, parece que serán medianas».

Contacto: chipidogchipiona@hotmail.es

Gemma López Aguado, veterinaria etóloga: «Con el confinamiento podemos estar plantando la semilla de que haya problemas de ansiedad por separación»

Gemma López Aguado es veterinaria etóloga de la clínica de Kivet Sant Pere de Ribes. Es, por tanto, especialista a la hora de ayudarnos ante los problemas de comportamiento de nuestras mascotas.

Este encierro prolongado supone un reto para nuestros animales de compañía, la doctora López Aguado ha tenido la amabilidad de responder a mis preguntas para que todos podamos aprender a gestionar mejor esta situación atípica con nuestros perros y gatos.

¿Qué hacer si tenemos cachorros? ¿Cómo prevenir la ansiedad por separación? ¿Cómo debe ser el paseo? ¿Qué pasa con los gatos? La veterinaria da respuesta a todas estas cuestiones.

Gema Aguado junto a su perro Brus, rescatado y rehabilitado después de dos años sin salir a la calle por una fobia muy intensa.


¿Han percibido ya en la consulta problemáticas a consecuencia del confinamiento?

Sí, hay mucha gente que está teniendo problemas derivados de este cambio de situación, como qué tienen que hacer con el perro en casa y cuando salen, cómo lo entretienen. Y también hay problemas de cambios de conducta.

¿Qué tipo de problemas de conducta están detectando?
Lo más común es que esté relacionado con el estrés. Los cambios de rutina, de tiempo de juego, de paseos y ejercicio, les genera una sensación de estrés que desencadena conductas destructivas en casa o hiperactividad indeseada. También en un exceso de llamadas de atención al propietario para jugar. Pero también al descender la actividad física, se pueden acentuar los problemas relacionados con la agresividad (conflictos por posesión de un juguete, comida etc) ya que al realizar menos ejercicio, como ocurre en las personas disminuye la secreción de hormonas «anti estrés» (endorfinas, serotonina) y esto puede hacer que se sientan más irascibles o irritables, y respondan de una manera negativa antes de lo que lo harían en una situación normal.

¿Hablamos de perros, de gatos o de ambos?
Generalmente se producen más en perros. Para ellos el tema de las rutinas les puede resultar más difícil gestionar. El estrés en gato se suele además ‘subidentificar’, no ver del todo. Los gatos viven en casa y los propietarios piensan que nada cambia, pero sí que hay que advertir que este cambio de rutinas también les afecta, aunque en el sentido contrario. Los gatos necesitan sus rutinas, sus momentos de descanso y es muy importante no molestarles y que ellos decidan iniciar la interacción con nosotros. Tal vez hay niños que antes estaban en el colegio y ahora están en casa aburridos buscando un contacto excesivo con ellos y pueden tolerarlo peor.

¿Qué se puede hacer en casos así?
Es importante permitir al gato crear zonas seguras, sitios dónde sea imposible que los demás accedamos. Lugares dónde puedan sentirse aislados y seguros. Y que salgan cuando quieran. En gatos el estrés al final acaba siendo más importante en el desarrollo de diferentes enfermedades que acabamos viendo en consulta, como problemas de micción, que lo hagan fuera de la bandeja; o problemas de exceso de acicalamiento que pueden llevar a la autolesión.

Volviendo a los perros, ¿esto puede acabar desencadenando problemas de ansiedad por separación?
Esto puede pasar quizás en un futuro, ahora podemos estar plantando la semilla de que haya más tarde problemas al crear un vínculo excesivo con la mascota, un hiperapego. Muchos perros estarán súperfelices: jugamos más, les acariciamos más, hacemos vida codo a codo con ellos. Pero cuando volvamos a la normalidad esta dependencia que se puede haber creado puede conducir a que no entiendan el cambio de situación y se desarrolle lo que llamamos trastornos de ansiedad por separación, que el animal no sepa gestionar cómo es que ahora se queda solo si antes estábamos todo el día juntos.

¿Hay algo que podamos hacer para evitarlo?
Para no encontrarnos con esos problemas, tanto para evitar el estrés como para la ansiedad, van muy bien los juegos que fomentan la autonomía del animal, aquellos en los que pueden jugar solos sin necesidad de un compañero. También mantener una rutina, tanto ahora como cuando la situación vuelva a la normalidad: si primero me levanto, luego paseamos, juego un poco y llega el tiempo de descanso… conviene mantener esta rutina tanto ahora como cuando termine el confinamiento.

Dentro de esta rutina hay un tipo de juegos que les proporcionamos jugando con él, tirando la pelota, de una cuerda… lo que todos conocemos. El otro juego que fomenta su autonomía es aquel en el que no necesitan de compañeros. Están basados en juguetes que podamos rellenar de comida, para que usen su olfato, para que estén alerta y estimulados sin que nosotros estemos ahí. Hay juguetes que se pueden comprar, pero ahora que puede ser más difícil también se pueden fabricar. Por ejemplo con una botella de plástico con agujeros; varias toallas arrugadas con comida dentro; una habitación en la que escondamos estos premios para que se tengan que mover y usar el olfato; huesos habilitados para ellos para que estén mordiendo, etc. Son actividades que pueden realizar solos y que podremos usar cuando volvamos al trabajo para que se entretengan.

También para prevenirlos, como en esta situación muchos perros van a demandar más atención si no llevamos una buena rutina, es importante además ignorar por completo este tipo de demandas de atención (pedir juego, caricias, ladridos… en momento que quizá no podamos o queramos atender), hasta que se calmen y debe ser siempre el propietario el que inicie o invite al juego o caricias.

¿No conviene trabajar las recomendaciones clásicas de fingir salidas, ir haciendo separaciones…?
Ahora no me centraría tanto en este tipo de ejercicios salvo que se hagan de manera agradable, jugando. Podemos introducirlo como un juego más. Pero más que un tratamiento en sí, haría ese tipo de medidas que comentaba anteriormente para paliar esa situación.

¿A los perros conviene crearles un rincón de seguridad?
Puede ser una opción bastante buena. Y también la podemos usar para perritos que tengan miedo a petardos. Ahora ha perros pasándolo mal con los aplausos, porque además hay sitios en los que se tiran cohetes o suenan sirenas. Se coge una zona, con su camita, y se le ofrecen allí esos momentos de juego en solitario. Puede ser en medio del salón o en una zona más apartadas.

A veces ellos ya tienen elegidos esos rincones.
Por supuesto. Si ellos cuando se sienten estresados se van a un lugar o una habitación determinada, esa es su zona segura.

Vayamos al futuro, al fin del confinamiento. Si nos encontramos con ese trastorno de ansiedad por separación, ¿la recomendación sería acudir siempre a un veterinario etólogo?
La ansiedad por separación muchas veces es multifactorial, hay que ver a cada animal, estudiar muy bien el temperamento de cada animal y ver lo que es adecuado en su caso. Lo que puede ser bueno para un animal puede no serlo para otro. Es un tratamiento que, para completarlo nos podemos, tirar seis meses.

¿Diría que la etología es aún demasiado desconocida entre muchos propietarios de animales?
Mucha gente no sabe lo que es. A veces vienen a la clínica vienen con un problema de comportamiento para que les recomiende a alguien que les adiestre el perro y cuando les digo que yo soy etóloga me contestan: «¿Y eso que es?».

Mucha gente suele acudir a adiestradores antes que a etólogos por desconocimiento.
En el mundo de adiestradores hay educadores muy buenos y los hay que no, porque no hay una formación y cualquiera puede hacerlo, por lo que muchas veces puede ser contraproducente.

¿Cómo puede un propietario contactar con un etólogo?
Debe decírselo a su veterinario. Ese veterinario, si no es etólogo, derivará a uno especializado en etología. Igual que hay veterinarios traumatólogos y oftalmólogos se hacen derivaciones. Es importante que un etólogo sea veterinario porque muchas veces los problemas de conducta están relacionados con problemas de salud. Con mucha frecuencia en el caso de los gatos.

Hay hogares en los que hay cachorros de perro, ¿alguna recomendación?
Podemos diferenciar entre dos tipos de cachorro. El más pequeño, hasta tres meses, que está en periodo de socialización. Todo lo que vea, lo que escuche, será lo que no le dé miedo, lo que gestione mejor como adulto. A partir de los tres meses esa puerta de la socialización se va cerrando. Hay estudios que dicen que se cierra de golpe y otros que se cierra paulatinamente. Los veterinarios tenemos un poco de lucha porque la socialización entra en confrontación con el periodo de vacunas, que acaba a los tres meses, por lo que recomendamos un confinamiento hasta esa edad. Pero el cachorro puede salir a la calle en brazos, dependiendo del tamaño que tenga, claro, para que vea coches, sonidos, plantas, gente… El paseo diario lo podemos hacer de esta manera y positivizando esos contactos. Podemos llevarnos algún juguetito, algunas chuches, para que le premiemos cuando vemos al coche o la persona de lejos, para asociarlo a algo positivo.

¿Mantener a los cachorros con su madre y hermanos cómo contribuye a esa socialización?
Es muy importante. Lo suyo sería que estuvieran, como mínimo, dos meses con su madre que les enseña infinidad de conductas, por ejemplo como gestionar la frustración del destete. Y con hermanos para aprender a jugar, a controlar la intensidad de la mordida, etcétera. Lo ideal sería hasta los tres meses, pero también es verdad que tiene que socializar todo lo otro: con personas, en la calle, con ruidos. Una buena socialización incluye todo tipo de estímulos.

Luego están los cachorros a partir de tres meses, animales con mucha energía. Es importante lo que hablábamos antes: crear rutinas, incluir juego social y enseñarles a estar solos. En la calle haríamos lo mismo, pero ya no yendo en brazos. Sus primeros paseos serán muy cortos por la situación en la que estamos, pero vamos a intentar que sean lo más provechosos. Si tenemos solo diez minutos, intentaremos que la correa sea lo más larga posible para darle libertad para oler y explorar. Hay que entender que, aunque sea nuestro momento de libertad, también es el suyo y el paseo es para él. Debemos dejarle decidir si hay algún punto de olor al que se quiere acercar. Y dónde quizás se vayan a encontrar más problemas va a ser esa energía de querer acercarse a otras personas con perro. Para que no lo tome como un castigo es importante evitar tirones de correa y redirigir esa energía a otra cosa como un juguete con sonido o una chuchería, y a la vez redirigirlo a otro lugar o a nosotros mismos para romper el contacto visual. Es importante que vea a esas otras personas con perro, pero no que se quede cinco minutos llorando sin acercarse.

¿Esas recomendaciones en los paseos son aplicables también a perros adultos?
Claro, en los adultos también. El paseo es para ellos. Y también cuando volvamos a la normalidad. Muchas veces salimos con la idea de que tenemos que hacer otras cosas y en un paseo en condiciones normales puedo tener las dos cosas: tiempo libre para él y tiempo para que obedezca e ir deprisa dónde quiero. En esta situación priorizaría el paseo para el perro. Y para que todavía sea más provechoso podemos hacer lo que llamamos ‘el sembrado’ que es llevarnos cuatro o cinco premios y tirarlos por el suelo para fomentar el olfato. Se puede empezar con superficies fáciles como acero y luego césped.

¿No corremos el riesgo de que ese sembrado haga que luego coma cualquier cosa que encuentre por el suelo?
En este tipo de ejercicios es muy importante señalizarlos al principio y al final para no fomentar coger comida de la calle. Hay que añadir una orden como ‘busca’, tiene que ser un ejercicio que dure cinco minutos, no más. Y hay señalizar la finalización con un ‘ya está’ o ‘vamos’.

¿También interesa introducir un adiestramiento básico?
Siempre que sea de una manera positiva, claro que podemos introducir en nuestra rutina diaria de juegos la obediencia básica. Podemos hacerlo mientras disfrutemos todos haciéndolo, perros y propietarios. Si lo podemos fomentar es algo estupendo.

Los gatos no solo comen y duermen, también necesitan estimulación

Mucho se está hablando estos días de la estimulación de los perros en casa, dado que ahora solo pueden dar el mínimo imprescindible de paseos. Yo también os he contado aquí lo que podemos hacer con ellos para ejercitarles, para mantenerles felices y estimulados. Hay posibilidades de juego bajo techo y en poco espacio, juegos olfativos, otros que ponen a prueba su destreza para obtener comida de diferentes maneras, se les puede reforzar un adiestramiento básico, que siempre es algo recomendable para cualquier can, pasar más tiempo de cepillado y caricias… En Etología Canina lo cuentan en profundidad.

¿Y qué pasa con los gatos? Hay una creencia muy extendida, incluso entre propietarios de estos animales, de que lo único que necesitan es comer y dormir. O, si son jóvenes y energéticos, comer, dormir y dar por saco, por ejemplo, destrozando cortinas.

Es una percepción muy injusta para con estos animales. Los gatos son inteligentes y les favorece en muchos sentidos estar activos, tener una estimulación adecuada, que puede venir del juego, no solo dejando juguetes a su alcance, sino jugando nosotros activamente con ellos. Nunca usando directamente las manos, eso es muy importante. Y es muy fácil crear juguetes caseros, reciclando lo que hay por casa.

Pero además de los juguetes, también hay otras maneras menos obvias. Por ejemplo, les viene fenomenal tener un entorno rico, que les anime a trepar, a ocupar diversas alturas, con rascadores y entretenimientos disponibles. Si además tiene un acceso seguro al exterior, mejor que mejor. Pero siempre la seguridad lo primero, por favor.

Sin olvidar, por supuesto, que son individuos con distintas necesidades. Hay gatos que requieren muy poca estimulación y otros que mucha. Igual que hay gatos que se mueven sobre todo por el suelo y otros son muy aéreos o muchos que adoran jugar, que incluso traen juguetes para que se los lancemos como si fueran un perro, y otros que pasan de jugar casi por completo. No olvidemos nunca que son individuos.  

Gemma López Aguado, veterinaria etóloga, me contaba que «hay gatos muy activos, muy sociales en los que sí debemos procurar que tengan estas necesidades cubiertas y otros que con su rascador, su arenero y sus cuatro juguetes tienen bastante. Siempre hay un baremo en cuanto a enriquecimiento del entorno en gatos. Hay gatos que lo necesitan y si no lo tienen puede generar problemas y gatos que están felices sin ello. Hay que conocer a cada gato y saber que el ideal no es el ideal para todo. De enriquecimiento ambiental en gatos hay un mundo, pero siempre es importante permitir que se suban, que se escondan…·.

Que el gato no sea ‘hijo único’ es otra opción estupenda. Entre ellos se estimulan maravillosamente. Juntos (si se trata de gatos bien avenidos claro, algo que no siempre es posible, los hay que son más felices siendo los reyes en solitario de la casa) juegan, se acicalan, exploran…

Los juegos olfativos, de buscar comida, no solo son beneficiosos para los perros, también lo son para ellos. Y hay vídeos con sonidos e imágenes que, a ratitos y evitando frustraciones, pueden también venirles bien.

 

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¿Habéis probado a poner a vuestros #gatos vídeos pensados para estimularles? A ratitos, sin abusar, puede ser buena idea. Lo pueden disfrutar bastante.

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No debemos nunca creer que lo sabemos todo sobre los gatos, debemos formarnos. Y mucho menos debemos creer que son animales fáciles que se cuidan solos y a los que podemos casi ignorar. Cuidarles va mucho más allá de darles buen pienso y cambiarles la arena con frecuencia.

Luna y Estrella son dos gatas inseparables recogidas de la calle en León. Fueron abandonadas junto a toda su familia. El resto ya fueron adoptados y quedan ellas por encontrar un hogar. Son jóvenes, tienen unos dos o tres años de edad, están esterilizadas y son positivas a inmuno y leucemia felina. Necesitan un hogar, preferiblemente en el entorno de León o Madrid, en el que no haya otros gatos, al que ir juntas con urgencia, porque en junio se acaba su acogida.

Contacto: 695370455 o ayudaaanimales2@gmail.com

Gatos y coronavirus, nada que temer: «Nuestras mascotas no son transmisoras del coronavirus a los seres humanos, ni tan siquiera entre ellas»

El pasado fin de semana comencé a ver por todas partes un estudio científico que relacionaba a los gatos con el coronavirus. Inmediatamente contacté con mi compañero en los blogs de 20minutos y referencia de la casa en divulgación científica rigurosa, el doctor en Biología y periodista especializado Javier Yanes.

Vale, no es un estudio del que se puedan sacar conclusiones, no es un buen estudio. Deberíamos entonces estar tranquilos y no divulgarlo, porque puede llevar a malentendidos. De hecho puede conducir a que haya personas que, por miedo o porque cualquier excusa es buena, abandones a sus gatos en un momento en el que se les puede formar la tormenta perfecta a las protectoras de animales.

Pero la prudencia, el saber esperar, no es plato de gusto para todos. Por desgracia ya se está impulsando una alarma innecesaria, así que conviene poner las cosas en su sitio. Lo están intentando con ahínco desde el gremio veterinario. Y creo nuestro deber ayudar a que su mensaje cale entre la población.

Por esto este post de hoy lleno de tuits, para llamar a la calma, para que estemos tranquilos, para que no creemos alarma innecesariamente. Para que jamás se nos ocurra abandonar a un animal por este temor, porque es una crueldad además de un delito. Por mucho que haya quien lo defienda, los gatos no son capaces de apañárselas en la calle, menos aún si han estado acostumbrados a vivir bajo techo.

Termino con las aportaciones, valiosísimas, de Santiago Vega catedrático de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera y experto en enfermedades infecciosas de origen animal. El primero sobre el estudio que lo desencadenó todo.


«Hay un estudio experimental que se ha hecho con cinco gatos que tenían ocho meses, se les ha inoculado el virus experimentalmente por lo tanto la dosis infectiva era muchísimo más alta que la que van a encontrar de forma normal estos animales y no se consiguió más que aislar el virus de las vías respiratorias. El virus no llegó nunca a pulmón. Cuando tres de estos gatos infectados se pusieron en contacto con tres que no lo estaban, tan solo uno de ellos se produjo la transmisión y sin que hubiera ningún tipo de lesión o clínica, solo se aisló el virus a partir de vías respiratorias».


«Buenas tardes, nuevamente me dirijo a todos ustedes para reafirmar la idea, muy importante de que nuestras mascotas no son transmisoras, no son vectores activos en la transmisión del coronavirus a los seres humanos ni tan siquiera entre ellas. Lo digo porque hoy ha aparecido en los medios de comunicación el caso de un tigre en el zoo de Nueva York que ha dado positivo al coronavirus. Es un tigre que ha estado en contacto con un cuidador que es positivo y por lo tando en él se ha detectado también el virus; pero insisto, a día de hoy, tanto la Organización Mundial de la Salud como la Organización Internacional de Sanidad Animal, se reafirman en que no ha cambiado nada de lo que sabíamos hasta ahora en lo que tienen que ver con la transmisión del coronavirus de nuestras mascotas a las personas. Y hay ya cada vez más estudios que confirman esta idea. Hay un estudio que se ha realizado en china sobre 102 gatos que habían vivido con personas positivas al coronavirus, gatos que eran callejeros y gatos que se habían tomado la muestra antes de la pandemia. De estos gatos, solo un 15%, 11 de estos gatos, se consiguió detectar anticuerpos, pero en ninguno de ellos por la técnica del PCR se consiguió detectar la presencia del virus y en todos ellos el título de anticuerpos fue muy bajo, salvo en tres de ellos que habían convivido con personas con coronavirus. Así que insisto, a día de hoy la transmisión del coronavirus está produciendo de las personas a las mascotas y no de las mascotas a los propietarios».

Una red de clínicas veterinarias crea un fondo de 10.000 euros para albergar a los animales de personas con coronavirus

En plena crisis sanitaria, parece que preocuparse de los animales es secundario. Pero también es preciso preocuparse por esos asuntos que ahora resultan menos prioritarios.

Una de esas iniciativas ha venido de la mano de la red de clínicas veterinarias Vetersalud, que ha creado un fondo solidario de 10.000 euros para ayudar a los dueños de animales que se vean afectados por el Covid-19 y no puedan cuidar de ellos. Estas personas solo deben escribir a info@vetersalud.com explicando la situación en la que están y «acreditar que padecen Coronavirus o hacer una declaración responsable de padecer síntomas de la enfermedad para tener derecho a la ayuda».

En principio la residencia cuidará a su animal hasta quince días, pero si hay casos excepcionales que necesiten prologar esta estancia, «se valorarán individualmente». Una iniciativa que se suma así a la de las protectoras de animales, preparadas también para dar respuesta a estos casos o a la de algunas residencias caninas dispuestas a ser solidarias con las personas afectadas.

José Antonio Carrillo, CEO de Alianza Petsalud-Grupo Vetersalud, me cuenta que esta idea «surgió porque, por distintos contactos que tenemos, nos enteramos de que en el norte de Italia se estaban abandonando bastantes perros de personas afectadas por coronavirus que no podían atender a sus animales. Una situación es así además de un maltrato hacia el animal, es un riesgo sanitario. Si hay animales sin controlar, sin vacunar, sin desparasitar, pueden surgir zoonosis, enfermedades que los animales transmiten a las personas, en circunstancias que tampoco son las más recomendables para que eso suceda».

De idea pasó a hecho, porque dentro de Vetersalud había personas relacionadas con residencias de mascotas. «Las residencias han admitido que se les pague los costes. Lo hacen también con un componente altruista», explica el CEO. «Hay empresas del sector veterinario, farmacéutico, que se han adherido a nuestra causa, que también van a colaborar y están colaborando tanto en la difusión como haciendo donaciones», añade.

Carrillo recomienda a cualquier persona que puede beneficiarse de esta ayuda que escriba solicitándola, «se le darán unas instrucciones, muy pocas, para que un equipo que recoja al animal en su domicilio y lo lleve a la residencia más próxima«.

Es de agradecer este esfuerzo, que viene de un colectivo, el de los veterinarios de pequeñas mascotas, muy castigado por la pasada crisis, que ha soportado hasta hace muy poco un injusto IVA de lujo, formado en gran medida por autónomos y pequeñas pymes, y que se enfrenta a otra crisis económica que ya les está golpeando, porque aunque siguen abiertos, solo están atendiendo casos urgentes y la medicina preventiva, las revisiones, vacunaciones y desparasitaciones, están siendo postergadas.

En la imagen podéis ver a Tomy, cuya dueña enfermó, estuvo unos días en una residencia y luego pasó a estar con la hija de la afectada.