Por mucho que abandones tu perro o a tu gato junto a una emotiva nota, sigue siendo un abandono y, por tanto, un delito

Estos días es noticia, de mucho éxito además, el abandono en una iglesia británica de Cracker, un cruce de Staffordshire y bull terrier. Y si es una noticia de Reino Unido cuya viralidad se ha extendido a otros países es por la nota que dejó el dueño del perro. Un escrito muy emotivo en el que decía que quería mucho al animal y que lo lamentaba mucho, pero que ya no podía ofrecerle techo y alimento y pedía para él, «con el corazón roto», un buen hogar. Cracker, por suerte, está en una protectora a la espera de una familia. Ha sido imposible encontrar a su anterior dueño.

(RSPCA)

Leía la noticia y recordaba otros casos que he visto en este país de animales abandonados con notitas al lado, sobre todo una publicación reciente de una protectora española en Instagram, que por desgracia no recuerdo ni he sido capaz de encontrar para mostrárosla, que ante un caso semejante de abandono con enseres y escrito, explicaba que eso sigue siendo un abandono y, por tanto, un delito.

Toda la razón. A un animal no se le puede dejar en la calle, abandonado en libertad o atado en un parque, una iglesia o a la salida de un colegio (casos todos que he visto). No se le puede dejar en la calle con o sin notas, haya detrás o no una historia verdadera de no poder seguir haciéndose cargo de él o sea todo cuento o pocas ganas de esforzarse y afrontar retos.

Si de verdad hay tanto amor por ese animal y una imposibilidad real de conservarlo, habrá que buscarse la vida para encontrar una familia que lo quiera y tenga en buenas condiciones tirando de contactos, de redes sociales, de lo que haga falta. No será sencillo, así veremos lo dura que es la labor de las asociaciones protectoras. También hay protectoras a las que acudir, saturadas pero que escucharán si vamos con un problema real, con disposición de colaborar y de aguantar con el animal en lista de espera. Hay perreras municipales inmundas, pero también las hay mejor gestionadas en las que hacen lo posible por encontrar un buen hogar a los animales que recogen. Hay residencias caninas y cuidadores en los que tenerlos hasta que esa nueva familia llegue, si el problema para mantenerlo no es económico sino de tiempo o alergias por ejemplo.

El abandono es la solución rápida, fácil y cruel. Con nota o sin nota.

Y precisamente porque no es sencillo desprenderse de un animal de la manera correcta, encontrando un buen lugar para él, deberíamos reflexionar sobre lo importante que es que solo abramos nuestras puertas a uno si tenemos del todo claro que asumiremos la responsabilidad de su cuidado hasta el final y bajo cualquier circunstancia.

3 comentarios

  1. Dice ser Perrito

    Delito es pudrir las esquinas con meado, entrar donde no debéis y ladridos a cualquier hora.

    08 enero 2020 | 14:51

  2. Dice ser María

    Juzgamos muy a la ligera… en este caso no sabemos cómo estaba mentalmente quien deja a su perro en una iglesia con una nota en el collar… alguien que pierde todo y se va a vivir a la calle puede estar sufriendo un shock por esa situación… que no le permita ni pensar en qué es lo mejor que hacer…

    08 enero 2020 | 21:03

  3. Dice ser Noticia

    Acabó de leer una noticia que no me lo podía creer, una abuela descuelga a su nieta del balcon para salvar a su gato, yo alucino espero que esta señora acabe en la cárcel.

    12 enero 2020 | 19:09

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