En 2019 he tenido que decir adiós a Troya, a la que ahí veis en nuestro último viaje a Asturias. También a Maya, con sus preciosos ojos verdes, tras toda una vida juntas.
El paso del tiempo no perdona a nadie y verlo en nuestros animales, con sus vidas más cortas, debería servirnos para reflexionar y vivir con la felicidad como norte y sin boicotearnos a nosotros mismos.
En 2020 he dado la bienvenida a la familia, en la que Tula es la ahora la veterana, a tres terremotos felinos, los hermanos Hinata y Yotsuba y a Yukine. Los tres #madridfelineros que espero que estén con nosotros tantos años como sus predecesores.
Si el año que acaba ha sido de pérdidas, lo siento mucho. Sé bien por lo que se pasa. Si ha sido un año de abrir vuestro hogar a un animal, enhorabuena y que sea con responsabilidad, para siempre, un compromiso serio bajo cualquier circunstancia.
Lo que dice respecto a #BienestarAnimal el acuerdo entre PSOE y Podemos. Con revisión de #Ivaveterinario (bien podían ser más concretos, en eso y en todo). Y eso si sacan adelante la investidura y luego se alinean los astros. Doble condicional. Más en @20m https://t.co/pEaUWdgBbA pic.twitter.com/KlvS2ssw4h
— melisatuya (@melisatuya) December 30, 2019
Brindemos por un 2020 con menos maltrato animal, menos abandonos y más adopciones. Uno con la deseada y prometida ley nacional de bienestar animal.
Una ley que no será perfecta, pero que supondrá un paso más en la buena dirección.
Feliz año nuevo.
Esperemos que la gente sea más consciente y pronto tengamos una ley de verdad que proteja a los animales tanto domésticos como salvajes.
01 enero 2020 | 12:57