Archivo de junio, 2018

A los que tenéis perro, no huyáis de entrada cuando veáis un pitbull

Todo perro necesita, para crecer equilibrado, siendo un buen ciudadano a cuatro patas, requiere ser expuesto a muchos estímulos y relacionarse con sus congéneres. Saludarles por la calle, jugar con ellos si le place, sin notar tensión y miedo desde el otro lado de la correa cuando esos encuentros ocurren. Lo necesita desde que es cachorro, pero sigue siendo preciso cuando crece. Son animales sociales.

Todo perro lo necesita, os decía. No se le deben escamotear esos encuentros a los de razas miniatura por miedo a que su pequeño tamaño les haga más frágiles; pero de eso ya hablaremos otro día. Hoy os quiero hablar de los perros de razas potencialmente peligrosas, que son perros como cualquier otro a los que su aspecto poderoso les está pasando demasiadas facturas.

Cada vez hay más de estos animales, lo que se traduce en que llegan en gran número a perreras y protectoras.

Llegan con pocas esperanzas de encontrar una segunda oportunidad. Las protectoras ven como el porcentaje de estos animales en sus instalaciones sube y las familias no los quieren. Les dan miedo, no se atreven a meter semejante perrazo en casa, y si no les tienen miedo ahí están los requisitos extra necesarios para adoptarlos (hay que tener un permiso especial para ello, que además cuesta dinero) y el intuir que llevar a un perro así por la calle supondrá más inconvenientes: gente que se cambia de acera, terrazas en las que no somos bienvenidos, hoteles y restaurantes supuestamente dogfriendly que pondrán mala cara ante nuestra presencia, la obligación del bozal y la correa corta, el no poder soltarles a que corran y jueguen con la despreocupación de otros dueños de perros de otras razas.

Por eso aún hay perreras en las que sacrifican a estas razas antes de lo que se tarda en decir treintaytres.

Pero insisto en que son perros, como cualquier otro, en gran número con un carácter bondadoso y las mismas necesidades de cualquier otro can.

Para crecer y vivir equilibrados nos necesitan a los dueños de otros perros, precisan que nos sacudamos de prejuicios, que miremos su comportamiento antes que su aspecto, que no evitemos de entrada que saluden y jueguen con nuestros perros. Los que tenemos perros y los amamos deberíamos ser los primeros en ayudar a que crezcan bien socializados, los que pongamos nuestro granito de arena para que por la calle les vean comportarse amigables aquellos con los que nos crucemos.

Los propios dueños de perros de razas consideradas potencialmente peligrosas son muchas veces los primeros que aprietan el paso, se cambian de acera, evitan aproximarse a otros perros por mucho que el animal que llevan con correa corta y bozal sea un bendito. No quieren líos, se saben juzgados, se ‘autocensuran’. Lo tengo más que comprobado. Solo ante una aproximación directa y cordial de la otra persona con perro se detienen.

Entiendo los motivos por los que lo hacen, perfectamente. Están hartos de malas caras, de expresiones de susto al doblar una esquina, de gente que huye, que no quiere acercarse.

A ellos también les animaría, si van con poca prisa, si intuyen que la situación es propicia, a hablar con los otros dueños de perros, a acercarse, a ser embajadores de las bondades de su perro y de otros como el suyo. No siempre saldrá bien, pero no pueden rendirse.

Los hay que lo hacen, me consta. Y me parece fantástico. Los primeros que deben tratar a su perro con toda la normalidad posible, que bastantes trabas supone ya cumplir la (injusta) ley, son ellos.

Normalidad. A eso es a lo que hay que aspirar, a normalizar en lo posible el hecho de llevar un perro así de la correa. A que se mire el carácter de cada animal más allá de su apariencia. Si ese enorme pitbull (o la raza ppp que sea) se acerca tranquilo o juguetón o sumiso, lo primero que deberíamos ver es ese comportamiento y no su amplio pecho o su poderosa mandíbula.

Claro que muchos dueños de perros son incapaces de interpretar las señales que emplean estos animales para comunicarse. Ahí hay mucho trabajo también por hacer. Más allá de combatir miedos e inseguridades, hay que construir conocimiento. Es una irresponsabilidad tener un perro y no esforzarse por leer un poco, por aprender sobre sus señales de calma, su lenguaje corporal, sus necesidades.

Por último, os recuerdo la iniciativa de llevar un lazo amarillo en la correa o el collar para avisar de que mejor dejes en paz a ese perro. Si veis que un animal va equipado con él, significa que, por el motivo que sea, mejor no acercarse. Puede ser que tenga miedo a los humanos, que esté superando algún trauma o que no se relaciona bien con otros perros.

Os animo a llevarlo si es vuestro caso.

La perra que acompaña este post se llama Happiness, tiene tres años, es una american bully y fue rescatada de una perrera de Córdoba. Está en la protectora madrileña Animales con Un nuevo Rumbo (ACUNR), y os animo a visitar su web para conocer a todos los perros potencialmente peligrosos que albergan y necesitan un hogar.

Es una perra alegre, divertida, simpática y activa. Le encantan las personas y que le den mimos. Disfruta mucho de los largos paseos olfateando. Con otros perros es sociable y se lleva bien con ellos. Está sana.

Se entrega desparasitada, vacunada, chipada, con las pruebas de enfermedades hechas, esterilizada y con contrato de adopción. Requiere licencia PPP.

Contacto: pppacunr@gmail.com

¿Cuando y cómo bañar a nuestro perro? ¿Conviene usar perfumes? ¿Cepillarlo?

Si estáis esperando una respuesta tipo, dos veces al mes o seis al año, me temo que os voy a decepcionar. La realidad es que depende. No es lo mismo un animal con el que salimos al campo a menudo y disfruta de cada charco de barro que se encuentra que uno que se pasea poco y por pulcras zonas urbanas. Tampoco es igual uno de pelo corto tipo pitbull o galgo, que un pelanas.

No obstante, lo recomendable para la mayoría  se acerca más a lo de las seis veces al año que a las dos al mes. En realidad un perro no solo no precisa baños con champú frecuentes, sino que además pueden ser dañinos para él. Ellos no sudan (bueno, un poco sí pero por pocos lugares como las almohadillas de las patas), el PH de su piel se altera fácilmente con exceso de lavados y el olor típico a perro se acentúa si les sometemos a una limpieza excesiva. Y demasiados baños eliminarán la protección natural del manto, provocando que pierda lustre y suavidad.

Solo si tenemos absolutamente claro que el animal lo necesita hay que meterlo a remojo. Y siempre con champús específicamente pensados para ellos, jamás con champús humanos. Lo mismo vale para las colonias, aunque no se yo amiga de recomendar que los perfumemos y, en todo caso, mejor que se empleen colonias que respeten su aroma natural y no que pretendan que un perro huela a fresas. En muchos casos el uso de perfumes va a conllevar que nuestro perro esté como loco por rebozarse en cualquier porquería que encuentren que contrarreste ese olor tan poco natural para ellos. Recordad que tienen un olfato muy sensible y les sirve para identificarse.

Si se le baña hay que secarlos muy bien y hacerlo teniendo consideración hacia el animal. Intenta que se acostumbre a que es un momento agradable, o por lo menos lo menos desagradable posible. Si tú no disfrutarías bajo un manguerazo sostenido de agua fría, no se lo hagas tampoco a él. Si en casa no te apañas para hacerlo, abundan los profesionales que lo dejarán como una patena. En los perros que agradecen cortes de pelo, esas visitas son obligadas en la práctica totalidad de los casos. Los experimentos caseros, por mucho que uno sea muy manitas cortando el pelo a toda la familia, suelen salir mal.

Cuando digo que solo hay que meterlo a remojo si lo tenemos bien claro y que mejor pocos baños y nada de perfumes, no quiero decir ni mucho menos que haya que descuidar su higiene. El cepillado frecuente es obligatorio con los perros que tengan pelo largo o semilargo. En este caso mejor proponerse un cepillado diario para que luego logremos al menos uno semanal.

Con los de pelo corto, siempre de más fácil mantenimiento, el mejor cepillado a mi parecer son las caricias a conciencia. En cualquier caso hay cepillados y peines para todos los tipos de pelo de perro. De nuevo, aquí lo suyo es dejarse asesorar por algún peluquero canino para adquirir aquellos que mejor resulten con nuestro animal.

Más vale que tengáis muy presente antes de sumar un perro a la familia también estas necesidades. Yo casi ni me peino a mí misma, como para buscar un perro con melenas que requieran muchos cuidados… Lo mismo vale con los gatos. Con pelo largo serán preciosos, pero desatendidos y con nudos ya no tanto y además pueden suponer un problema de salud para el animal.

Y es imprescindible vigilar y limpiar a menudo boca, oídos y uñas. Si estas últimas crecen en exceso por falta de ejercicio o el perro tiene espolones traseros, habrá que recortarlas regularmente con un cortador especial o acudir a alguien que sepa para que lo haga si no tenemos claro cómo hacerlo con bien. Para los perros con problemas de sarro hay cepillados y pastas específicos.


La belleza canina que acompaña este contenido (a la que sí miráis bien veréis que le vendría bien un baño y un cepillado y seguro que así aún se le vería más guapo) es un perro joven, apenas tres años, y tamaño mediano tirando a pequeño, unos 20 kilos. Lo sacaron de la perrera hace un par de años, siendo poco más que un cachorro, pero inexplicablemente aún no ha enamorado a ninguna familia.

Es un perro muy bueno que se lleva bien con perros, gatos y todo tipo de humanos. Buscamos desesperadas una familia que quiera darle a Tayson la vida que merece.

Su único problema es la ansiedad que tiene, desde hace unos meses, no lleva bien estar encerredado todo el día, ya que le gusta mucho el contacto humano y ha canalizado el estrés en coger pelotas y piedras. Tiene la piel sensible y no se le deben de poner collares antiparasitarios porque la piel se le irrita mucho.

Contacto: amigosfelycan@gmail.com

Odín, Thor, Freya y Ragnar fueron abandonados en una fábrica

Ya os dije que era época de cosechar gatitos, la mejor para adoptarlos si se quieren cachorros. Hoy nos vamos a Murcia para conocer a unos hermanos de dos meses que fueron abandonados en una fábrica y que ahora buscan hogar.

Los cuatro tienen nombres vikingos y los cuatro son cachorros preciosos que necesitan acabar en buenas familias antes de crecer, porque una vez sean jóvenes adultos sus posibilidades de ser adoptados disminuyen notablemente. Esas cosechas de gatitos cachorros se traducen en otoño en demasiados animales que no han tenido suerte cuando eran adorables bolas de pelo con ojazos (y uñitas), y es ya es mucho más difícil que la tengan.

Por eso os animo a adoptar y difundir a estos vikingos murcianos, pero también a que no descartéis la adopción de gatos adultos, cuyo carácter ya se conoce y con los que nos ahorramos la vorágine que supone la ‘cachorrez’ y adolescencia felina.

Odín es el más tranquilo de los cuatro, es independiente y reflexivo. Eso sí, nunca se pierde una juerga, ni tampoco unos buenos brazos que le den muchos mimos y caricias.

Thor es un gatito muy fuerte, está todo el día ingeniando qué hacer y con qué jugar, tremendamente sociable y extrovertido, y encima de todo un cariñosón de aúpa.

Este bellezón es Freya, una hembrita con heterocromía, es decir, un ojo de cada color, eso hace que sea más bonita todavía. Freya es una gatita súper cariñosa y muy juguetona. ¡Es un torbellino de vida!.

Ragnar, al igual que su hermana, tiene heterocromía. Es un peludo súper divertido, corretero y cariñosón.

Estos cuatro hermanos se encuentran en Murcia, pero puede enviarse a otras provincias. Su adopción la gestiona la asociación Equipo Bastet. Se entregan con chip, vacunas, cartilla, desparasitados y con compromiso de castración.

Contacto: www.equipobastet.com/contacto

Y me vais a permitir que me salga un poco del tema del blog, pero solo un poco. Tengo una amiga, amante de los animales y dueña de un hermoso gato blanco, que es una escritora dedicada a recrear un mundo imaginario de sabor tan vikingo como el nombre de estos cuatro gatitos. Publicó Neinhaim, fantasía épica nórdica, hace dos años obteniendo un gran éxito de ventas y de críticas. Ahora saca una segunda parte, original en muchos sentidos dentro del género, que se puede leer de manera independiente y que os recomiendo.

Tenéis la oportunidad de conocerla en la Feria del Libro.