Imagino que muchos no vais a estar de acuerdo conmigo. Lo asumo. Es imposible coincidir siempre en todo, incluso entre dos que se quieren y comparten colchón todas las noches. Allá voy: no creo que las instalaciones con animales vivos que alberga el Guggenheim de Bilbao en una exposición que arranca este viernes, la mayor de arte contemporáneo chino y que se podrá visitar hasta el 23 de septiembre, sean maltrato animal.
Por poneros un poco en antecedentes, por si sois ajenos a este revuelo. El museo bilbaíno tiene como parte de esta exposición, entre otras 120 obras, una instalación del artista Huang Yong Ping que, en dos grandes terrarios con forma de tortuga y serpiente, alberga en su interior diferentes insectos y reptiles vivos como metáfora de la globalización.
‘El teatro del Mundo’ (1993) del artista Huang Yong Ping y con animales e insectos vivos dentro. (EFE/MIGUEL TOÑA).
Las protestas hicieron que esta instalación no se exhibiera en el Guggenheim de Nueva York. También otras dos obras: un vídeo en el que se recoge una performance en la que dos cerdos pintados con caracteres ficticios orientales y occidentales copulan ante el público y otro en el que cuatro parejas de pitbulls atados por arneses en cintas de correr se enfrentaban queriendo pelearse sin poder hacerlo.
El vídeo de los cerdos que no se vio en Nueva York sí que se verá en Bilbao. En cambio el de los perros tampoco se mostrará. Y me alegro, porque es la única obra en la que sí que tengo claro que hubo sufrimiento animal (si no físico, desde luego sí psicológico) en su elaboración. El estrés de esos animales a los que se colocó frente a frente, retándose, atados y ante el público, no puede justificarse en nombre del arte y sí supone maltrato.
🚨Tell #GuggenheimMuseum to NOT air the exhibit “Dogs That Cannot Touch Each Other,” depicting #dogfighting. Sign🖊👉https://t.co/ktCJBsh5Sp pic.twitter.com/ugicC8kC90
— World Animal News (@WorldAnimalNews) 25 de septiembre de 2017
Por supuesto, incluso en los otros casos en los que no veo maltrato, preferiría que los artistas se abstuvieran de incluir animales vivos en sus obras, me da igual que sea para grabarlos en vídeo fornicando o para tenerlos paseándose en unos terrarios, ajenos a las personas que los observan y al revuelo causado. El uso de animales para crear manifestaciones artíticas me parece innecesario, no está carente de riesgos, tiene distintas connotaciones éticas discutibles y seguro que hay alternativas que permiten expresarse de igual manera, aunque con menos polémica que, no nos engañemos, es con frecuencia lo que los artistas buscan.
Dicho lo cual, me reafirmo en que no creo que lo que vemos en el Guggenheim sea maltrato.
Este jueves tuve la oportunidad de hablar con Begoña Martínez Goyenaga, subdirectora de comunicación del museo, que me explicó con detalle que se ha contado con autoridades legales, expertos y veterinarios para la instalación El teatro del mundo. Los insectos y reptiles, criados en cautividad, tienen espacio más que de sobra para pasearse, todas sus necesidades ambientales están perfectamente cubiertas, a diario se les alimentará y limpiará fuera del horario de visitas y, cuando termine todo, volverán a manos de sus propietarios.
No dudo que estarán mejor cuidados que muchos congéneres suyos en otros terrarios, particulares y también abiertos al público, con los que no se ha montado este revuelo.
Se habla de libertad, de que deberían estar en libertad. Parece que olvidamos que dejar en libertad a gatos y perros domésticos es abandono y una forma de maltrato y que para otras muchas especies de animales es lo mismo. Criados en libertad, seleccionados para ser versiones más manejables y llamativas a nuestros ojos, esa libertad suele suponer su muerte. En otros casos, si logran adaptarse, que se conviertan en especies invasoras y desplacen a otras.
Puede no gustarnos que se exhiban animales vivos en ninguna parte, ni museos, ni ningún otro tipo de recinto. Puede no gustarnos o que no comprendamos este tipo de arte contemporáneo que invita a la reflexión empleando mañas de lo más peregrinas. Es posible también que no entendamos la necesidad de albergar como animales de compañía especies que claramente son poco más que ornamentales y/o exóticas. Comparto todo esto, que son otros debates legítimos que podemos y debemos abordar.
Para dejarlo claro del todo, me repito: no me gusta que haya arte que emplee animales, ojalá la gente no tuviera animales exóticos como mascotas, pero no, no creo que lo del Guggenheim pueda considerarse maltrato animal.
En este país nos sobran ejemplos de claro maltrato a diario que son denunciables, como para andar destinando energías a algo así, que lo que puede acabar resultando es en que se nos tome menos en serio cuando elevamos la voz contra aquellas prácticas que realmente son inasumibles.
No podemos pasarnos de frenada. O somos inteligentes decidiendo ante qué y cómo reaccionamos o para mucha gente seremos cada vez más «esos locos defensores de los animales que ponen el grito en el cielo por cualquier tontería».
Hoy toca comparar a un perro pulgoso y con garrapatas con un museo? los bichos muertos de los museos de historia natural no cagan ni mean en los jardines con el consiguiente peligro de infección para los niños y personas en general que tanto os gusta poner como excusa para todo.
– Déjalo, no ves que es un niño.
11 mayo 2018 | 9:18
Maltrato no sera, pero Arte tampoco.
11 mayo 2018 | 9:49
Melisa, eres gilipollas.
11 mayo 2018 | 10:17
Osea, que según usted, exponer seres vivos tras un cristal para que los humanos nos divirtamos no es mal trato, por que sus necesidades biológicas están supuestamente cubiertas.
Según usted nuestra supuesta inteligencia y superioridad nos permite hacer de ellos una obra que ser expuesta por que no necesitamos su consentimiento, al fin y al cabo solo son animales, no sienten, no tienen dignidad que tengamos que respetar y no tienen derechos mas allá de nuestra voluntad.
Y el colmo, es la última justificación que viene a decir: Como a diario hay casos mas grabes de maltrato, este lo podemos dejar pasar porque sino somos esos locos defensores de los animales.
¿ Este razonamiento se aplica a todos los maltratos o solo para el maltrato animal?, si vemos por ejemplo no se un padre chillando a su hijo como un loco en un partido, ¿lo dejamos pasar?, al fin y al cabo hay a diario casos mas grabes y quizás nos tachen de esos locos defensor de la infancia, tenemos que mirar por que protestamos y por que no.
Esa persona hace comentarios racistas, bueno en este país pasan cosa mas grabes, discriminaciones, palizas ya sabemos como actuar hay que elegir por que protesta uno, no se puede protestar por todo lo que este mal hecho, solo por aquello mas grabe.
11 mayo 2018 | 11:07
De acuerdo con el comentario 3. Supongo que alguien la ha «untado» para posicionarse a favor de semejante aberración. Si no, no lo entiendo.
Animales a disposición de los humanos (más «animales» todavía) ES maltrato animal en toda regla.
11 mayo 2018 | 12:10
Hay 75.000 personas que no opinan como usted. Setenta y cinco mil para una población de 275.000 habitantes.
Esas personas creen que no se pueden usar seres sensibles para crear espectáculo. También 875.000 en Nueva York así lo entendieron.
Aquí se ha jugado con la tradicional crueldad española. Se ha eliminado lo más polémico, se ha relativizado el vídeo y se ha mentido sobre las condiciones de vida de los animales del terrario desvirtuando el mensaje de la obra. Esa obra no trata de que el mundo es feliz y amable, trata precisamente de lo contrario. Trata de un mundo que se devora a sí mismo.
Que el Guggenheim nos diga que van a estar en condiciones idílicas es simplemente mentira.
Igual podríamos discutir si son mejores algunos animales que otros, que hay especies son más o menos importantes para nuestra antropocéntrica visión, pero lo que es innegable que encerrar a seres sensibles (aunque sean insectos) para ser devorados es un ejercicio de maltrato.
Y no sólo es importante el sufrimiento de esos seres (que lo es). También lo es, y mucho, la lección que damos al consentir impasibles ante el maltrato a los diferentes. ¿Qué nos impide englobar en esa categoría a los discapacitados, a las mujeres o a los extranjeros?.
Entiendo que te hayas dejado engañar con la luz del espectáculo, pero creo que una vez pasado el fogonazo debería intentar ver un poco más allá.
11 mayo 2018 | 12:31
Sinceramente, lo que creas o no creas nos trae al pairo.. de verdad tienes que escribir un artículo con tu opinión de mierda??? «No creo que la instalación del Guggenheim que alberga insectos y reptiles vivos sea maltrato animal», yo creo que no deberías volver a escribir en tu vida, porque eres tonta hija…tus razonamientos carecen de lógica.
11 mayo 2018 | 13:43
Yo creo que la mayoría entramos aquí solo para decirte que eres tonta chica, sin siquiera leer tu mierda de opinión!
11 mayo 2018 | 13:47
espérate que me voy a preocupar mucho pero mucho de cuatro putas hormigas y de tres putos escarabajos.
por qué la insultáis tanto????????, no ha dicho ningún dispárate.
11 mayo 2018 | 14:00
Me gustaría Melisa que echaras un ojo a la obra de este sujeto antes de denominarla “arte”, y si luego el uso de los animales que hace te parece normal, pues entiendo que tendrás que cambiar tus opiniones en casos de circos y zoos dónde también se usan animales como negocio y con el fin de crear espectáculo.
El hecho de que sean animales “pequeños” no los hace menos importantes, se está usando animales para que se coman entre ellos e interpretarlo como ejemplo de globalización. Usar animales no deberá ser arte, o al menos una persona con sensibilidad hacia los animales no lo debería ver como tal.
Por cierto, la “obra” de los pitbulls no se ha expuesto no por considerarla maltrato, si no porque no ha dado tiempo a su cesión en los tiempos estipulados, en otro caso los bilbaínos habrían podido disfrutar de 8 pitbulls intentando matarse entre sí mientras un chino los graba y un montón de gente los mira. Menos mal que aún hay gente que no considera eso arte.
Pd. No hace falta que alimenten a los reptiles, los insectos (parte de la obra de “arte”) que “conviven” con ellos son su comida, lo que harán es reponer seres vivos para que otros puedan seguir comiendo.
11 mayo 2018 | 14:45
Hoy no entran los animalistas y abrazaperros a echarte un capote.
11 mayo 2018 | 15:19
Blog sectario de abrazaperros
11 mayo 2018 | 17:58
Dice: «Dejar en libertad a gatos y perros domésticos es abandono».
No entiendo porqué siguen publicando su blog, sólo sé que tiene permiso del 20 para seguir tecleando y estar en portada, vale más que no sepa el motivo.
No sé si leerás mi post, en el de madre reciente ya ni entro a ver si los borra o no cuando discrepo de su opinión o de los productos que promociona.
11 mayo 2018 | 20:12
Con todo lo que está pasando en el mundo y de verdad hay gente que se preocupa porque si tener ahí unos insectos es maltrato animal o no tenerlo?
Estas actitudes tan defensoras de los animales hacen que cada vez me importan menos y cada vez me entren más ganas de votar a algún partido que ponga a los animales en su sitio y a los abraza perros también y no preocuparos que andando el tiempo ya veréis como ese partido sale cuando esté España llena de musulmanes el partido saldrá no os quepa duda ya veréis lo que hacen con los abraza perros
11 mayo 2018 | 23:47
Esto de arte no tiene nada, los animales en el campo, …anda que paga por ver animales estresados…es de estar enfermo, y el » iluminado»de hacer una cosa así, ….sin palabras, ..El arte crea , no destruye,
11 mayo 2018 | 23:50
Bueno insultar a una persona reiteradamente por no compartir su opinión en vez de exponer su opinión contraria con respeto también es un mal trato.
12 mayo 2018 | 11:08
Efectivamente, de Arte no tiene nada esto, y si esto es lo mas creativo que se puede hacer a partir de ahora, me bajo del tren.
12 mayo 2018 | 15:54
Los ecoterroristas animalistas amenazaron ayer con poner una bomba en el Guggenheim.
https://www.desveda.info/amenaza-de-bomba-en-el-guggenheim-por-grupos-animalistas/
LOS «EMPATICOS» Y «ETICOS» MOSTRANDO SU VERDADERA CARA.
13 mayo 2018 | 20:14