Archivo de abril, 2018

Sobre dar besos a nuestros perros y gatos, sobre recibir los suyos

Este viernes 13 de abril fue el Día Internacional del Beso, pero me pilló con el pie cambiado. Os confieso que me di cuenta tarde de que quería hablar del tema, de los besos que damos a nuestros animales y que ellos nos dan.

No sé vosotros. Yo vivo con normalidad las demostraciones de afecto en forma de besos a mis perras y mi gata. A las perras a veces les ha caído algún beso mío en el pelaje, nunca en el hocico. A Maya, la gata, no; pero es que ella tampoco es de esas, irradia un nosequé felino que dice “caricias sí, pero no me arrimes ese morro de humano”. No es algo meditado, ni premeditado. Simplemente es lo que me nace hacer. Os confieso que tampoco con los humanos, con la única excepción de mi pareja y mis hijos, soy especialmente dada a los besos.

Troya es una perra que no nos da lametazos. A menos que le ofrezcas una mano bañada en algo rico, ella se apresta contra ti buscando caricias, pero nunca lame. Tampoco lo hace Maya. Mi otro gato, Flash, a veces sí que nos daba besos de lija. Tula no es nada exagerada lamiendo, pero sí que saca más la lengua a paseo.

Y no pasa nada, no me preocupa. Son nuestra familia. Son animales sanos, vacunados y desparasitados. Cuando a mí o a mis hijos otros perros con los que no tengo claro todo eso nos han ‘besado’ me he tomado en serio el lavado posterior de manos y rostro, pero no lo he impedido.

No vivimos en un mundo aséptico ni creo que sea bueno (ni posible) perseguir un mundo así.

Me gustaría que me contarais cómo es en vuestro caso. Y para calentar motores os voy a dejar con la respuesta de tres personas: una psicóloga, una farmacéutica y nutricionista, una pediatra infectóloga y una mamá pediatra y divulgadora. Gracias desde aquí a las cuatro por la respuesta, que ha sido un poco atraco.  Me ha faltado algún veterinario.

Pedí unas pocas líneas sobre qué opinión les merecían los besos dados a los perros o gatos y los recibidos por ellos. En niños y adultos. Y entendiendo que son perros y gatos vacunados y en buen estado, claro.

Gemma Almena. Psicóloga.

Sobre los besos a perros y gatos, tengo que decir que mi opinión es muy subjetiva ya que nace del sentimiento de amor que me producen los animales en general y de los que nos alimentan el alma dentro de nuestra familia, en particular. Partiendo entonces de esta base, puedo decir que los besos a los animales y de los animales, no es que sean buenos ni malos, es que son inevitables.

El beso es una expresión de afecto y en la medida que seamos generosos con los seres que queremos, considero que resultaría muy difícil contener esa muestra aún tratándose de nuestra ‘mascota’. Cualquiera que haya disfrutado en su vida de la compañía de un perro o un gato (u otro animal doméstico) sabe con certeza que acaba convirtiéndose en un miembro más de la familia: les cuidamos, les hablamos, les alimentamos, les mimamos, les regañamos… ¿por qué no besarles?.

Si hablamos de higiene, entonces, entramos en el terreno personal de nuevo. Habrá gente que decida no hacerlo por ser más escrupulosa o por considerar que no es adecuado dar besos a «otras especies».

A mi me encantan los animales, tengo hijos y me resulta muy complicado restringirles las muestras de afecto a los animales que conocen y con los que conectan. Lo mismo me ocurre a mi. Demostrar amor es muy positivo, sea cual sea la especie a la que se lo brindemos.

Marián García, farmacéutica, óptica y nutricionista conocida como Boticaria García.

La saliva de los animales puede contener numerosos microorganismos patógenos que pueden ser transmitidos a las personas. Es lo que se conoce como «enfermedad zoonótica». Las más comunes son bacterias como campylobacter y salmonella o parásitos como tenias y anquilostomas.

Para reducir la transmisión de enfermedades, desde el CDC (Center of Disease Control and Prevention), recomiendan lavarse las manos con jabón y agua corriente después del contacto con perros, saliva de perro o heces de perro. Hacen especial hincapié en ayudar a los niños con el lavado de manos.

En principio, en una piel intacta la absorción de la saliva sería mínima. En la práctica, el problema reside en que los besos de la cara se producen cerca de zonas mucosas como la boca, la nariz o los ojos, donde la barrera es más débil y por tanto los patógenos pueden ser absorbidos de forma más sencilla. También favorecería la transmisión el hecho de que hubiera alguna herida o lesión en la cara (rasguños frecuentes en los niños o lesiones abiertas comunes, por ejemplo por acné).

Irene Maté, pediatra especialista en enfermedades infecciosas.

Personalmente no soy muy fan, también es verdad que yo soy infectóloga y veo bichos malignos en todas partes. Pero sí te diré que parece que el mero hecho de soplar la comida de tu hijo si tú tienes tendencia a tener caries (y eso implica estar colonizado por un determinado tipo de bacterias), aumenta el riesgo de caries en el hijo.

Amalia Arce, la Mamá Pediatra

Pues es un tema que nunca me he planteado seriamente… Así que no sé qué dice exactamente la ciencia. Sí que es verdad que existen infecciones por mordedura de perro o por arañazo de gato, pero no me consta patología por lametazo. Sí es cierto que una mordedura humana tiene más riesgo de infección que una de perro.

Difícil librarse de que un perro en un momento dado no te dé un beso de tornillo.
A mí personalmente si acaba de llegar de la calle de oler todo… me da un poquito de asco, pero creo que los beneficios inmunológicos, con el amorcito que te dan, superan los riesgos infecciosos, en caso de perros limpios, desparasitados y vacunados. Ya ves que se nota que tengo perro…

FOTOS: (GTRES)

Tener un animal de compañía no es obligatorio, pero sí lo es asumir la responsabilidad hasta el final si se da ese paso

(MAPAMA)

Lo decía Carlos Rodríguez, veterinario y comunicador en Onda Cero, y lo comparto: puede que el plan de actuación y la campaña de tenencia responsable que este jueves ha lanzado el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medicinas Ambiente (MAPAMA) sepa a poco a muchos de los implicados en protección animal, pero es un pequeño paso importante en la buena dirección, hay que alegrarse de que se haya llevado a cabo y también del hecho de que se ha hecho entre todos, de que se haya contando con todos los actores implicados de un modo u otro en el bienestar de los animales de compañía: veterinarios, fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, asociaciones protectoras, el sector de la alimentación…

Igual que comparto el discurso del juez Fernando Grande Marlaska, que ha alabado la iniciativa del Gobierno que hoy ha visto la luz pero que también ha recordado la necesidad de contar con una ley nacional de mínimos de protección animal, «porque hay unos mínimos que deberían estar claros» pese a la derivación de competencias. Y si alguien sabe de legislaciones, es precisamente un magistrado.

Un buen paso en la dirección correcta en el que ha ahondado la ministra Isabel García Tejerina. Un paso que pone de manifiesto algo que he podido constatar desde que hace más de quince años me adentré en esto de informar sobre la protección y el bienestar animal: vamos a mejor en muchos sentidos.

Hace quince años un acto como el de hoy hubiera sido impensable; en la agenda política de los partidos la defensa de los animales no tenía cabida (o la tenía de modo anecdótico), no preocupaba legislar a su favor; la sensibilidad de gobernantes, pero también de la población en general era mucho menor, y los medios de comunicación también lo consideraban un asunto menor.

Hace quince años los perros que no son guías, que solo (nada más y nada menos) son nuestros compañeros, nuestra familia, no hubieran podido pisar, como lo han hecho hoy por vez primera, el lucernario del Ministerio de Agricultura. No habrían acudido tantos medios a cubrirlo.

Vamos a mejor, pero no se pasa del todo a la nada en una noche. Hay que valorar los esfuerzos que se hacen aunque quisiéramos más, aunque tengamos más que presente que el tiempo se mide (dolorosamente) en vidas y que hay numerosas problemáticas pendientes de resolución.

Que se avanza porque hay votos detrás, que se retrocede a veces, que aún debería haber más voluntad política… Estamos de acuerdo. Pero hay que ser optimistas, porque si se echa la vista atrás es innegable que se ha recorrido mucho camino, pasito a pasito. Hay que buscar también los encuentros más que los desencuentros si se comparte el mismo fin último, que ya debería haber madurez de sobra para ello. Me parece la opción más inteligente, la única posible de hecho.

Y al mismo tiempo seguir exigiendo aquello que es justo y necesario.

Me quedo, para terminar, con el lícito objetivo que tiene la guía de concienciación ciudadana que ha lanzado el Gobierno: tener un animal de compañía no es obligatorio, pero sí lo es asumir la responsabilidad hasta el final si se da ese paso.


Si queréis saber más sobre esta guía y el plan de actuación
presentado que se desarrollará a lo largo de este año y el próximo, podéis acudir a este contenido, a la página web Eresresponable.es y a lo que se dice tras el hashtag #eresresponsable.

¿Homeopatía para tratar las enfermedades de nuestros animales de compañía? No, por favor

Hoy es el Día Internacional de la Homeopatía. Eso que muchos creen erróneamente que una alternativa natural y que en realidad no es más que un timo. No hay ningún estudio llevado a cabo de manera rigurosa, no hay ninguna sociedad científica seria, que avale la homeopatía.

Aquí un vídeo de James Randi que explica bien clarito lo que es, divulgativo e incluso divertido. Y aquí una serie de enlaces por si aún quedan dudas:

¿Y qué hago hablando de homeopatía en este blog dedicado a los animales de compañía? Pues lo traigo a colación porque se extendió (desafortunadamente) en el panorama veterinario y se aplica a perros, gatos y demás animales para tratar sus dolencias.

Para muestra, algún botón:

Me vais a permitir un post rápido para recordar que la homeopatía no sirve para nada más que para perder tiempo y dinero. En personas y también en animales. DE hecho, ni siquiera está claro que tomarlos sea seguro o inocuo, y no solo porque se dejen de tomar tratamientos realmente efectivos. No lo digo yo, lo dice, por ejemplo, Harvey Locke, presidente de la Asociación de Veterinarios Británica.

Como veterinarios confiamos en el uso de medicamentos seguros, efectivos y de calidad para la salud y el bienestar de los animales bajo nuestro cuidado, y siempre tiene que haber evidencia científica que sostenga los reclamos hechos por los fabricantes de cualquier producto.

Algunos de estos productos no autorizados puede ser, como poco, inefectivos, y en el peor de los casos pueden causar daño o poner en serio riesgo la vida de los animales. Nosotros urgimos a los propietarios de animales a acudir a su veterinario antes de dar cualquier remedio o suplemento.

Y aquí más lectura, por si queréis profundizar:

(GTRES)

Los riesgos a los que se enfrenta nuestro gato doméstico si dejamos que vagabundee fuera de casa

Demasiada gente aún permite que sus gatos realicen excursiones fuera del hogar, dejan que salgan libremente de pisos o chalets para pasearse por entornos rurales o urbanos y que regresen a casa cuando quieran.

No es buena idea. Y no lo es por distintos motivos. Uno relativamente poco conocido es que es una práctica que atenta contra la biodiversidad, tanto en el campo como en las ciudades (sí, también hay biodiversidad que proteger en nuestros entornos urbanos). Los gatos son pequeños y capaces depredadores que cazan incluso aquello que no deben.

La otra es que es muy probable que el gato no regrese a casa o lo haga en malas condiciones, enfermo o herido.

Vagabundeando pueden contraer desde parásitos hasta enfermedades muy presentes en las colonias de gatos como la inmunodeficiencia felina o la leucemia. Pueden meterse en peleas con otros gatos de las que saldrá herido y existe el riesgo, si no está esterilizado, de posibles preñeces. De hecho dejar vagabundear a un gato sin esterilizar es una doble irresponsabilidad. Y, de hecho, los que más interesan tienen en salir de casa son los que no lo están, otro motivo para afrontar esta intervención en nuestros gatos domésticos.

Además pueden ser envenenados, que hay mucho desaprensivo por ahí dejando veneno. O quedar atrapados en un cepo, otra práctica prohibida igual que el veneno que debe denunciarse al Seprona.

Está la opción de que se extravíen, de ser atropellados o quedar atrapados en algún sitio del que no puedan salir. También de acabar siendo el objetivo de algún gamberro, que también hay demasiados dispuestos a divertirse sádicamente con los gatos que aparentemente andan sin dueño.


Drogo no andaba libre y con amo, Drogo fue abandonado. Los gatos que sufren en abandono son un buen ejemplo de las desgracias que le pueden suceder a un gato en la calle, que se mire como se mire es un entorno hostil para ellos. Los gatos de la calle no llegan a viejos, no es cierto que sepan apañárselas tras un abandono.

Ahora apenas se aprecia la grave lesión que tuvo, probablemente por el ataque de un perro. Afortunadamente, ya se ha recuperado totalmente tras la cirugía que se le tuvo que practicar.

Ahora puede llevar una vida completamente normal. Y precisamente ahora, necesita un hogar donde le quieran y le den el futuro que se merece.

Drogo es un gato tranquilo y cariñoso. Es positivo en inmunodeficiencia felina, pero esto no es un problema si es adoptado en una hogar con otros gatos, siempre y cuando todos estén esterilizados y el proceso de adaptación sea el adecuado.

La protectora El amigo Fiel de Córdoba realiza el método C.E.S (Captura, Esterilización y Suelta) en seis colonias felinas de Córdoba. Está claro que no es labor nuestra, pero no podemos esperar a que lo hagan quienes deberían, porque mientras, los animales mueren.

Estas imágenes son un ejemplo de por qué lo hacemos. Los gatos sin control en las colonias padecen, crían, enferman, en definitiva, su sufrimiento es invisible.

Si estás interesado en adoptar a este precioso gato tipo siamés, escribe a informacion@elamigofielcordoba.org

Y precisamente estos días andan impulsando una campaña de esterilización dirigida a particulares con precios reducidos.

¿Cómo sería un mundo sin veterinarios? (y siete retos de la profesión veterinaria)

Os confieso que hace unas semanas que quería mostraros este vídeo que llegó con el arranque del nuevo año, pero casi se me traspapela. Aún tiene todo el sentido verlo, así que aquí os lo traigo.

Parte del Consejo de Colegios Veterinarios de Cataluña
, que plantea cómo sería un mundo sin veterinarios en para intentar poner de manifiesto la importancia de la profesión ante toda la sociedad. Algo que no debería ser preciso hacer, pero que es cierto que resulta necesario.

El vídeo, realizado con entrevistas a varias personas que están con sus mascotas en la calle, pretende promover la reflexión en torno a la necesidad de la profesión veterinaria, así como fomentar el debate sobre la atención a los animales de compañía, pero, también, sobre la salud y la seguridad alimentaria.

Ya os he dicho con frecuencia en el pasado que los veterinarios son nuestros aliados para mantener sanos y felices a nuestros animales, también para mejorar la salud de toda la población por relación directa. Como en todos los oficios hay cosas a mejorar, algunas que están en sus manos y otras que no. Como en todos los oficios hay también garbanzos negros y grises. Pero en cualquier caso eso no debe ensombrecer su valor, lo necesarios que nos resultan.

(GTRES)

La iniciativa me gustó porque no se limitaba al vídeo. Los veterinarios catalanes también crearon una serie de retos que ellos debían afrontar. Siempre es bueno hacer autocrítica e intentar mejorar. Son los siguientes:

  • Promover un uso racional de los antibióticos para el control de enfermedades. Los veterinarios afrontan el nuevo año con la necesidad de la adopción de medidas de control más estrictas ante las resistencias antimicrobianas ya detectadas y de las nuevas que se detectarán.
  • Vigilar el incremento de las enfermedades infecciosas. El incremento de la incidencia de enfermedades parasitarias, infecciosas y de zoonosis transmisibles está relacionado con el fenómeno del cambio climático, pero, también, al incremento de la movilidad global de animales y personas.
  • Motivar una mayor colaboración entre profesionales de la salud. Se impone la necesidad de una colaboración más estrecha con todos los colectivos profesionales de la salud, para generar sinergias y trabajar de una manera más eficaz en la prevención y el control de enfermedades, y para una promoción de una mejor salud global.
  • Potenciar el apoyo a las facultades de veterinaria. Ofrecer una visión más amplia de las oportunidades profesionales para los estudiantes de veterinaria y mejorar el apoyo para los veterinarios tras superar la licenciatura para garantizar el ejercicio profesional en todos los ámbitos y con las mejores condiciones posibles.
  • Ampliar el apoyo a los profesionales de veterinaria. Hacer un seguimiento profesional del sector veterinario para evaluar las dificultades del ejercicio de la profesión, establecer un seguimiento de las condiciones de trabajo y crear una «ventanilla única» para asesorar y promover oportunidades profesionales.
  • Revisar el marco regulador de las empresas veterinarias. Para garantizar la coexistencia de diferentes modelos comerciales, pero, también, para garantizar la profesionalidad en estos entornos comerciales y, al mismo tiempo, explorar las implicaciones para la regulación de nuevas tecnologías, como la telemedicina.
  • Mejorar la percepción de la sociedad y la incidencia pública. Especialmente para promover el valor de la atención veterinaria y la comprensión de los usuarios sobre los costes y las tarifas veterinarios. También, con el objetivo de desarrollar una agenda local y global de actuaciones lideradas por los veterinarios en temas o ámbitos la salud pública, la educación y la regulació

El Gobierno asegura que AENA aplicará el método CES a las colonias de gatos abandonados de los aeropuertos y que colaborará con protectoras

No sé si recordáis la polémica reciente respecto a los animales, mayoritariamente gatos, abandonados en las instalaciones del Aeropuerto de Madrid: Aena prohíbe alimentar a los 400 animales abandonados, la mayoría gatos, del Adolfo Suárez.

GFAM

La Gestión Felina Aeroportuaria Madrid (GFAM), una asociación sin ánimo de lucro formada por trabajadores del aeropuerto y que «lleva años gestionando las colonias según estos protocolos de Madrid Salud, aplicando CES», se dedica a «reubicar gatos de zonas conflictivas a zonas de la periferia del recinto aeroportuario donde no puedan causar ningún problema» y a «sacar decenas de gatos para adopción o acogidas», destaca que «la mayoría de los animales que habitan o entran en el recinto aeroportuario son perdidos por los pasajeros a la hora de coger un vuelo debido a la caida de un transportín roto o mal anclado, o abandonados por estos mismos pasajeros o incluso abandonados por trabajadores del mismo aeropuerto«. Precisamente el pasado año hubo dos casos de gatos perdidos al escapar de sus transportines para los que se pusieron en marcha campañas solicitando la colaboración de Aena, que se negó a permitir a los propietarios a buscarlos o a colocar jaulas trampas.

Ha habido algunas novedades y quería traerlas aquí.  Novedades que vienen de la mano de la pregunta parlamentaria partió en enero de Carles Mulet, senador por Compromís y miembro de la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Animales, integrada por representantes de todo tipo de fuerzas políticas y sobre la que ya os hablé en el pasado. Mulet ya había interpelado el pasado verano al Gobierno solicitando la implantación del método CES (Captura, Esterilización y Suelta).

Según publica hoy la prensa, este martes, 9 de enero, entra en vigor una modificación de la Normativa de Seguridad en Plataforma por la que se prohíbe dar de comer a los animales dentro del recinto aeroportuario.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha rechazado la amenaza de Aena, que pretende expedientar a los trabajadores de esta empresa pública que den de comer a animales abandonados en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, y tacha la prohibición de alimentarlos de «maltrato animal».

Este sindicato ha pedido en cambio un mayor esfuerzo de gestión a Aena para solucionar el problema que supone para el aeródromo madrileño la amplia colonia de animales abandonados, en su mayoría gatos.

Desde el sindicato reconocen que los animales son un peligro y no deben estar en el recinto aeroportuario. «Es un peligro para aeronaves, personas y por descontado para ellos mismos», indican. No obstante, señalan que cuando esos animales están ya asentados, o llegan y no se controlan como se debería, no se puede sacar una nueva Normativa de Seguridad de Plataforma (NSP) que impida alimentarles, «porque eso está tipificado por ley como maltrato animal».

El censo de animales abandonados en el aeropuerto madrileño anualmente es de unos 400. En un escenario así, el sindicato demanda que, por encima de prohibiciones, es necesario. hablar de las medidas constructivas para luchar contra esa corriente de animales abandonados.

Las críticas no solo se han producido desde el CSIF, también se han elevado desde el colectivo animalista.
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La diabetes en los gatos

En mi último post, sobre cómo saber si nuestro gato está enfermo, os comentaba lo siguiente:

La pérdida de peso es otro motivo de alerta, que muchas veces está asociado a los tan comunes problemas renales que desarrollan con la edad. Beber demasiado, orinar mucho o muy poco también son signos a tener en cuenta.

No os especifiqué que todo eso puede ser indicativo de que el gato tiene diabetes. La gente se sorprende con frecuencia cuando descubren que nuestros animales pueden tener enfermedades tan frecuentes en los seres humanos como la diabetes, pero es así.

Resumiéndolo mucho, la razón es la misma: un deficiente funcionamiento del páncreas. Una enfermedad que no se cura pero se puede tener controlada y permitir que el animal viva muchos años con buena salud y que es fácil de detectar, basta con un análisis de sangre.

Y la diabetes en los animales se trata igual que en las personas: controlando el nivel de azúcar en sangre mediante pruebas con un glucómetro, inyectando insulina y controlando bien la dieta. Eso sí, sin los avances tecnológicos que tienen los seres humanos, en forma de bombas inyectoras de insulina o sensores.

Al igual que las personas, ese control debe ser diario y sistemático. Hay que tomarse muy en serio tener controlada una enfermedad crónica, que, aunque no duela, si se descuida puede derivar en graves problemas de salud.

Seguir las indicaciones del veterinario de confianza es primordial. De nuevo, como os comentaba ayer, ellos son los expertos en salud animal y nuestros aliados.

Chata es una gata extremeña, ya algo mayor, tiene unos 10 años. La abandonaron en la calle y una pequeña asociación madrileña decidió hacerse cargo de ella. Llegó a sus manos en unas condiciones terribles, en los huesos, toda nudos, y teniendo que ser ingresada.

Esta preciosa gata ha resultado ser diabética, es un caso muy especial por tanto. Su condición ha hecho que varias posibles casas de acogida se echaran para atrás por tener que hacer pruebas de glucemia y ponerle insulina.

Sin rendirse, desde La Estrella Animal siguen buscando un hogar de acogida para ella. Uno con la sensibilidad y dedicación suficiente. Si hay alguien buen conocedor de los entresijos de la diabetes en ese hogar, será todo más fácil.

Pagamos todos los gastos que ocasione, como comida, medicinas, arena y lo que haga falta… pero necesitamos que quien la acoja pueda llevarla a su veterinario en Alcorcón. Necesitamos tenerla vigilada y hay que ir subiendo o bajando la insulina según su cuerpo se vaya habituando.

Se lleva bien con todos los animales y es muy mimosa, solo quiere que la estés hablando.

Contacto: 692482573 la-estrella-animal@outlook.com

Por otro lado, esta pequeña protectora marfileña celebra el día 21 de este mes una cena benéfica. Os dejo información sobre este evento solidario, al que os animo a sumaros si os encaja.

¿Cómo saber si nuestro gato está enfermo?

No es nada sencillo darse cuenta de que nuestro gato está enfermo, resulta demasiado frecuente que no nos percatemos de que algo pasa hasta que está bastante grave. Los gatos son animales que suelen guardarse sus dolencias, que no muestran síntomas demasiado visibles de que algo les pasa. Son duros y sufridos en su mayoría, por decirlo de una manera coloquial y no demasiado exacta.

Además, no pisan el veterinario con la asiduidad que sería recomendable. Para muchos de ellos el viaje a la consulta es muy estresante, incluso el simple hecho de introducirles en el trasportín puede ser una guerra (de cómo acostumbrarles a entrar en él ya hablaremos otro día), se pasa por alto la vacunación y el obligatorio chipado con mucha más frecuencia de lo que sería recomendable.

Otro factor que no ayuda precisamente a localizar sus enfermedades en sus primeros estadios. Por eso es especialmente importante que sus propietarios (compañeros de piso desde el punto de vista de los felinos) estemos especialmente atentos. Hay determinados comportamientos que no debemos pasar por alto y que son motivo siempre de una visita al veterinario.

Un ejemplo es ver que el animal se limpia en exceso o deja de acicalarse. Los cambios en esos patrones de conducta de aseado deben alertarnos.

Los gatos duermen muchas horas, pero si nos parece que duerme aún más de lo habitual no está de más observarlo. Igual que si le notamos más apático o con más tendencia a esconderse, también si torna a ser irascible.


La pérdida de peso es otro motivo de alerta, que muchas veces está asociado a los tan comunes problemas renales que desarrollan con la edad. Beber demasiado, orinar mucho o muy poco también son signos de alerta.

Obviamente los estornudos, toses que no se van o respiración con dificultad, los vómitos, diarreas, estreñimiento o sangre en las heces también deben alertarnos.

Es obligado acariciarles con frecuencia por todo el cuerpo.
Dedicarles tiempo y mimos nos cuidará a distinguir bultos en el cuerpo, perdida de lustre en el pelaje, heridas, uñas que crecen erróneamente causando dolor, problemas en los ojos u oídos…

Los veterinarios son nuestros aliados
para que nuestros animales gocen de buena salud. Es una obviedad, pero resulta preciso recordarlo. Eso de que el tiempo lo cura todo, tal vez sea cierto con el mal de amores, pero no con muchos problemas de salud, que pueden complicarse, cronificarse o tener consecuencias fatales.

Por eso tampoco sobra recordar que el IVA que se aplica a los animales de compañía es el de los artículos del lujo, algo inconcebible cuando hablamos de un servicio de salud que tiene implicaciones con la salud humana. Sobre todo cuando se da el agravio comparativo de que el IVA de los animales destinados al consumo humano es el reducido.



La belleza que acompaña al texto se llama Olivia
y fue rescatada mientras vagaba por la calle por la que actualmente es su familia de acogida.

Tiene alrededor de un año y medio y parece tratarse de un abandono: mansa, cariñosa, buenaza como ella sola y muy confiada con la gente, busca tu mano todo el rato para que la acaricies, y es increíblemente tranquila. Como ves, es un bellezón con un pelaje único. Urge su adopción ya que su acogida no puede hacerse cargo de ella durante mucho tiempo. Se merece un hogar donde vivir tranquila y feliz, repartiendo amor a esa familia que la elija para siempre.

Se encuentra en Murcia, pero se puede enviar a otras provincias. Se entrega con chip, cartilla, vacunas, desparasitada y castrada.

Contacto: www.equipobastet.com/contacto