Tenía 17 años y lo encontraron tumbado junto al cuerpo de su anciano dueño

La gente suele conmoverse viendo a tiernos cachorritos. Son enternecedores, por supuesto, como cualquier bebé. A mí me conmueven más los animales ancianos, los que tienen más lealtad que fuerzas, más cariño que salud. Era así ya antes de que mi perra Troya fuera la anciana de dieciséis años que ahora es, con la cara nevada y los ojos velados.

A este perro de 17 años se lo encontraron tumbado junto al cuerpo de su dueño, un anciano que había fallecido y de quien no había sido capaz de separarse desde entonces, recostado a su lado, llorando silenciosamente, despidiéndose de él. Quizás en el vídeo no se aprecie, pero este angelito no deja de TEMBLAR con los ojos llenos de lágrimas.

Quiero creer que ese anciano no tenía ningún familiar, ningún buen amigo, porque permitir que el último compañero de tu abuelo, tu tío o tu amigo del alma acabe en una jaula es de tener muy pocas entrañas. De poco sirven las coronas de flores, los llantos y las visitas al cementerio si hemos abandonado al que fue su calor y consuelo. Gestos vacíos.

A este pobre animal lo metieron en una sala apartada del resto de perros para que estuviera más calentito y tranquilo, pero cuando fueron al poco de la protectora Huellas Felices a sacarlo de allí para procurarle el mejor final que estuviera en sus manos, ya fue demasiado tarde. Había muerto. Es un destino frecuente para los animales ancianos que se ven abandonados.

imageYa no estamos a tiempo de ayudar a ese perro, pero sí al pequeño Tobi. Huellas Felices no se fue con las manos vacías de la perrera, se llevó a otro perro, también de 17 años y unos siete kilos. Solo que Tobi fue entregado a la perrera para ser sacrificado por ser muy mayor por su propia familia.

Ya no soy ese cachorro que un día les hacía tanta gracia, no han tenido en cuenta los 17 años en los que les he sido completamente fiel y los he querido con ese amor incondicional que solo nosotros sabemos dar, ya les molesto, ahora soy un ancianito que necesito más atención que nunca, ahora soy un estorbo para ellos, ahora mi vida ya no vale nada, ahora ya no me quieren. Aunque después de esto, creo que nunca me han querido.

Durante semana y media me vi solito, en un chenil de una fría perrera, donde el olor a muerte y desesperación es constante. Ya no tengo nada, lo he perdido todo.

Por suerte para mi fui rescatado, en un principio iba a ir a una casa de acogida, pero también me falló, por lo que ahora me encuentro en una residencia esperando que alguien con un gran corazón me ayude y me de esa casa donde pueda estar tranquilo y calentito, lleno de mimos y con una cama blandita que es lo único que necesito.

Ya no pido ser adoptado, soy consciente de que a mi edad… no tengo muchas posibilidades de serlo, solo pido una acogida. Una residencia, aunque no me falte de nada, no es el lugar más adecuado para un perro de mi edad. Necesito estar tranquilo en una casa. Tengo todos mis gastos pagados, la persona que me acoja no debe preocuparse por nada, solo pido su amor y cuidados. Ahora mismo me encuentro muy desubicado, lloro y pido atención.

Me han hecho una revisión veterinaria completa y están esperando resultados de mi analítica, también tengo un tumor de piel en mi orejita (me van a hacer una citología) y mis dientes están muy mal, por lo que tengo que comer latitas y cosas blandas, pero me encuentro bastante bien y fuerte. Por lo que escucho me van a poner tratamiento paliativo para que no tenga dolores, a mi edad es mucho riesgo meterme en quirófano para hacerme cualquier cosa, así que con no sentir dolor me conformo.

Se encuentra en Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba). Si la acogida es fuera de Córdoba se podría valorar la situación.

Contacto: asociacionhuellasfelices@gmail.com

image

image

5 comentarios

  1. Dice ser anaset

    Que..noticia tan triste…..por desgracia…..creo que habra muchos abuelitos asi…..ojala le adopten pronto…

    18 abril 2016 | 10:29

  2. Dice ser Ines

    Q bito a mi personalmente me da mucha pena

    18 abril 2016 | 12:47

  3. Dice ser Marta

    Desde la Asociación Huellas Felices os queremos agradecer de corazón el haber publicado la historia de nuestro abuelito Tobi.
    Esperamos que gracias a vuestra ayuda y de toda la gente que lo está difundiendo logremos encontrarle esa casita donde pueda pasar el tiempo que le quede (que esperamos que sea aun mucho) siendo lo más feliz posible. Estamos desesperados porque no lo está pasando bien en la residencia, merece y necesita un hogar.

    Mil gracias por publicarlo!

    18 abril 2016 | 14:05

  4. Dice ser ana

    Que triste,no entiendo a la gente que deja a sus perros por ser ancianos,yo al mío lo tuve hasta el último día de su enfermedad conmigo y el que adopte hace 5 años estará conmigo igual hasta el último día,eso es cruel espero que a ellos le hagan lo mismo cuando sean acianos

    18 abril 2016 | 16:06

  5. Dice ser Mercedes

    Acabo de mandar un mail a la asociación Huellas Felices para proponerles hacernos cargo de Tobi. Si nos lo dan, sabemos que lo vamos a para mal cuando nos deje, pero peor lo está pasando el pobrecito, que gente sin entrañas!, al menos con nosotros pasará sus últimos días acompañado y lleno de mimos, como los que ya damos a los dos perrillos de mi hija, que son nuestros «nietos» de cuatro patas.

    21 abril 2016 | 21:49

Los comentarios están cerrados.