«Para estar así, le podían haber puesto una inyección hace unos días y no había sufrido». Eso me lo decía mi abuelo ayer, sentado en su sofá, a las dos horas de haber visto morir a mi abuela, la mujer con la que ha pasado setenta años de su vida. Lo decía mi abuelo, que es la bondad personificada y que siempre la quiso, que estas últimas noches en las que ella se revolvía inquieta pese a la morfina juntaba las camas para darle la mano.
«Ya descansa». Eso dice mi padre, su único hijo. Eso digo yo también, su única nieta. Pero que descanse ha costado varias semanas de agonía oculta por calmantes que la mantenían en una cama sin moverse, con pañales, ajena al mundo.
No lo entiendo. No entiendo que en casos así, en los que es imposible una mejoría y lo único que haces es esperar a la muerte porque nada más puede llegar, no podamos hacer el último regalo de irse en paz, sin esperar a que se consuman, sin sufrimientos innecesarios que no van a conducir más que al fin.
No entiendo que podamos regalar a nuestros perros y gatos un final digno, sin estertores, y no podamos hacer lo mismo por las personas que más queremos.
No temas al segador, me digo. Sería más fácil no temerle si supieras que el proceso de irte va a ser más fácil para ti y para los tuyos.
Ya sí. Ya puedes descansar abuela.
He estado buscando una foto para despedir a mi abuela. Las había en el mar y las había en el monte, pero ella era de verde y no de agua, como yo.
Te acompaño en el sentimiento. No tengas la menor!duda de que ella descansa en paz.
11 abril 2015 | 14:31
Lo siento muchísimo Melisa. Me ha encantado la semblanza que has hecho en tu otro blog. El tema de la eutanasia es complejo, jamás podría delegarse esa decisión en los familiares como hacemos con nuestras mascotas para evitar abusos. El tema de cobrar ya la herencia o estirar al máximo la pensión puede motivar que se cometan abusos. Y a pesar de que el 99% de nosotros jamás haríamos eso, no se puede dejar ese resquicio. Lo que sí se puede hacer es un documento de ultimas voluntades médicas (recomiendan hacerlo siempre en caso de enfermedad terminal) que en algunas comunidades ya se archiva y se permite a los médicos acceder. Incluso siendo ilegal la eutanasia en España, uno puede especificar en la parte de observaciones del documento que, en caso de legalizarse, se le aplique.
Espero que esta información te haya sido de interés. Un abrazo y mucha fuerza.
11 abril 2015 | 15:01
Siento tu pérdida Melisa. 🙁
11 abril 2015 | 15:13
Siento la partida de tu querida abuela, Melisa. Pero nacer y morir es un tránsito casi idéntico y tenemos que asumir que somos finitos. Estoy de acuerdo en todo con tu doliente reflexión, es nuestro egoísmo inconsciente que hace que queramos tenerlos aunque sea sin remedio.
Mi madre, va para siete ¡siete! años encamada, sin esperanza de mejora; no puede hablar, alimentada por sonda mediante cirugía, pues no puede tragar… hay que hacerle todo, no puede ni moverse y no sé si nos reconoce, creo que no… Todo a pesar de tener hermanos/as médicos, que son quienes se niegan a que descanse por fin, es una muerte en vida, totalmente artificial. No sé cuántas veces me he despedido de ella… ¡No hay derecho! Sólo espero que cuando la dejen descanse de tanto sufrimiento… Por mi parte, tengo un testamento vital en el que digo que me niego a practicas invasivas, si no voy a volver a tener capacidad para valerme por mí misma. Ni una aguja, ni una sonda, no: ni quiero sufrir sin esperanza de vida ni quiero que quienes me quieren sufran y sean esclavos de mi posible estado. Por ello, estoy a favor de la eutanasia cuando los cuidados paliativos ni siquiera alivian el dolor.
Lo siento de verdad, Melisa. Créeme: desde donde ella está, te seguirá amando, cuidando y un día, volveréis a encontraros allá donde no existe el dolor, ni la enfermedad ni la muerte. Un abrazo.
11 abril 2015 | 16:41
Mi más sentido y sincero pésame para ti y los tuyos. Y decirte que, por supuesto, estoy completamente de acuerdo con tu reivindicación.
No tiene sentido alguno impedir la eutanausia compasiva salvo para acallar conciencias religiosas. Y no tiene sentido porque se supone que vivimos en un estado laico. Se «supone». Ya.
11 abril 2015 | 17:07
estoy contigo.
11 abril 2015 | 18:33
El hecho de equiparar animales a personas demuestra que eres la tipica progre tarada mental que disfruta asesinando, la vida es lo que es alegria y sufrimiento y vuestro infantilismo acabaran como acaban todas las utopias en genocidios
11 abril 2015 | 20:29
QUE RAZON TIENES, BENDITA.
EL SER HUMANO ES ASI Y MUCHO ME TEMO QUE NO VAMOS A CAMBIAR MUCHO, AL MENOS A CORTO PLAZO.
EL DOLOR AJENO ES AJENO Y NO ESTA EN LA NATURALEZA HUMANA EL METERSE EN LA PIEL DEL OTRO, TAN SOLO CUANDO LO TENEMOS TAN CERCA COMO ES TRISTEMENTE TU CASO.
LOS POLITICOS, QUE A LA POSTRE, PODRIAN CAMBIAR TODO ESTO, ‘A LO SUYO’, A CONSERVAR SU SILLA CUESTE LO QUE CUESTE Y NO ESTAN PARA ESTAS TONTERIAS Y SI ACASO QUE LO ARREGLEN LOS QUE VENGAN.
LA TRISTE LEVEDAD DEL SER POLITICO…
TE ACOMPAÑO EN EL SENTIMIENTO, Y COMO SOY ATEO, DE LO UNICO QUE ESTOY TOTALMENTE SEGURO EN ESTA VIDA ES QUE QUE TU PADRE TIENE MUCHA RAZON Y QUE POR FIN DESCANSA EN PAZ TU ABUELA.
12 abril 2015 | 2:07
Un beso Melisa.
En efecto, no es comprensible. Pero seguiremos luchando hasta conseguirlo. Porque luchamos por la vida, también luchamos por una muerte digna.
Un abrazo desde Gijón.
12 abril 2015 | 8:56
que descanse en paz, ánimo
12 abril 2015 | 18:09
HIPOCRITAS QUE PIDEN LA MUERTE PERO QUE LO HAGAN OTROS…
Hay que ser muy miserable para poner un post como el tuyo en un momento tan doloroso para Melisa.
13 abril 2015 | 13:07
Para «HIPÓCRITAS QUE PIDEN LA MUERTE PERO QUE LO HAGAN OTROS…»
Das pena, insultas y descalificas a una persona sensible, sensata y que lucha por la vida de los seres vivos, sean personas o animales. Tú, y todos nuestros congéneres , y yo, somos primates humanos, algunos, deshumanizados, demasiado. Juzgas, sin elementos de juicio a Melisa y supones que eres racional… No es eso: es carencia de sensibilidad, de ponerte en la piel del otro, de dar la nota discordante con la frialdad de los insolidarios y ególatras.
Toda vida es valiosa. La de los animales humanos y los no humanos. El hecho de que alguien (yo misma, por ejemplo) desee que un ser querido sin esperanza de mejora, sufriendo inútilmente hasta el final de su vida, es una crueldad dictada por la Iglesia -institución, y son tantos los que sufren una cruel agonía y tantos que querrían tener viva, aunque sea artificialmente, a un ser querido, que se prolonga por egoísmo -tal vez inconsciente- de los familiares.
Das pena y causas indignación. En cuanto a comparar la vida animal con la vida humana, no quita lo cortés a lo valiente. Si el corazón es ancho, caben todos los sentimientos y sobre todo la compasión por quienes sufren sin más esperanza de terminar con el sufrimiento de una mala muerte.
No deseo una muerte en vida ni a mi peor enemigo, he advertido a mis familiares que no admitiré tratamiento alguno si no voy a tener una mínima calidad de vida. Sufriré y haré sufrir a quienes me aman.
Hace poco tomé la difícil decisión, de acuerdo con mis hijos, de pedir sedación para mi esposo; más reciente y doloroso fue decidir sedar a uno de mis hijos, destrozado, amputado, desahuciado por un cáncer terminal… ¿Qué razón había para mantenerlo vivo, sufriente, por unos días más? Sentirnos culpables por hacerle sufrir y agonizar asfixiándose… Así que mi querido hijo, con treinta y tres años, tras luchar seis por vivir, murió sin dolor ni angustia; él mismo indicó a los médicos que no quería darse cuenta del momento final.
No me siento un monstruo de ninguna manera. Y cuando tuve que «dormir» a mis perros, sin dolor y tras una amorosa despedida, lo hice. Por ellos. Por mi inconsciencia, mi amor por todos mis seres queridos, tuve que tomar difíciles decisiones… Y volvería a hacerlo, del mismo modo que no quiero para mí la inútil prolongación de una muerte en vida.
Creo de justicia que te disculpes ante Melisa por tu desafortunado post.
Un fortísimo abrazo, Melisa. Y aquí estoy para lo que quieras, necesites o desees.
13 abril 2015 | 13:20
Lo siento por tu abuela… Ya está en el mejor mundo…
Mucho ánimo, Melisa. Un abrazo.
13 abril 2015 | 21:41
hola Melisa, siento tu pérdida.
yo estoy a favor de la eutanasia; pero la entiendo como una decisión personal de «no seguir», no como una decisión que deban tomar otros por ti… un médico NO PUEDE matar a una persona porque se lo pida un tercero…entendedlo….
en el caso de tu abuela, no me parece que quepa este debate… Creo que, como explican en otro comentario, a ella debían de haberla sedado… y si se retorcía a pesar de la morfina y otros fármacos, según dices, es que no estaba bien hecho. Es a quién se encargase de esa medicación a quien tienes que reclamarle su mala praxis…
16 abril 2015 | 9:20