Los gatos tímidos

Laura Trillo, la terapeuta felina de la que os he hablado con anterioridad en este blog, ha publicado un artículo recientemente que me ha gustado. He querido traerlo aquí, recordando los muchos gatos que conozco que son tímidos o miedosos, que se esconden ante las visitas y apenas buscan los mimos de sus dueños.

Su artículo se llama Cómo tratar a un gato con miedo o tímido y es muy extenso, os dejo solo un fragmento:

Existen muchas razones por las cuales un gato pueda tener miedo a las personas. No hay que confundir un gato tímido o miedoso con un gato asilvestrado. Como hablábamos en números anteriores de la revista, los gatos salvajes o asilvestrados son aquellos que no toleran al humano, nos tienen miedo y no quieren saber nada de nosotros, algo que hay que respetar. Son animales que prefieren vivir en libertad, aunque en la mayoría de los casos de las colonias de gatos en zonas urbanas, estos gatos dependen del ser humano para comer, pero prefieren no tener contacto con nosotros y permanecer en libertad.

Los gatos tímidos son gatos domésticos (lo contrario a asilvestrado) que por alguna causa nos tienen miedo. Podemos ayudarles a estar más tranquilos si nos tienen miedo a nosotros, simplemente cambiando nuestra forma de comunicarnos con ellos con nuestro lenguaje corporal, y fomentando actividades que al gato le resultan positivas.

Si tienes un gato que no está en estado de shock escondido sino que vive con vosotros por casa, pero tiene mucho miedo a que le toquéis e incluso cuando viene alguien nuevo se enconde, hay una regla de oro: No le agobies. Si el gato no quiere ser acariciado, si sabes que no le gusta, no lo hagas. Practica las señales de apaciguamiento: parpadeo lento y quitar la mirada, no ir hacia él de frente sino de lado o de espaldas. Si te cruzas en el pasillo con él y sabes que le das miedo, date la vuelta y vuelve por donde has venido, dándole la oportunidad de caminar a él primero hasta donde se sienta seguro. O bien puedes caminar en semicírculo o de espaldas sin mirarle y pasar por delante de él, dándole a entender que simplemente pasas por ahí, no vas hacia él ni le persigues. Esto le ayudará mucho. Las visitas que tengas en casa podrían también hacer esto.

Si te fijas, los gatos se acercan siempre a las personas a las que no les gustan los gatos o no quieren contacto con ellos. Esto es porque estas personas, sin saberlo, gesticulan de esta manera, no les miran, no van hacia ellos, con lo cual el gato entiende que estas personas no son una amenaza y se acercan con más confianza, ¡sin saberlo hacen señales de apaciguamiento! Para que veas la importancia de nuestro lenguaje corporal.

Practica estas pautas con tu gato, respeta sus espacios y su tiempo, sus bufidos y necesidades, no le agobies con caricias ni seas impaciente, dale tiempo y deja que él lleve el ritmo de vuestra relación. Ayúdale a entender que no eres una amenaza y crea con él momentos positivos donde la comida o el juego favoritos estén presentes contigo a su lado.

No hay que forzar las situaciones, verás como poco a poco, el gato empieza a perder la vergüenza y ser él mismo. Si realizas estas pautas conseguirás mucha mejoría e incluso ayudar al gato a superar su miedo y trauma con las personas. Puede que en algunos casos necesites la ayuda de un profesional si el gato no mejora, para ayudarle a otros niveles y traumas más profundos, que podamos valorar hasta qué punto el gato puede mejorar o si realmente tiene otro tipo de necesidades o hay otro tipo de estímulos que le generan ese miedo.

La imagen que ilustra el post es de Princesa, que apareció abandonada en una colonia pero que es calaramente una gata casera, increiblemente cariñosa.

Contacto para adoptarla: javierangel82@hotmail.es 665372260

5 comentarios

  1. Dice ser ANTONIO LARROSA

    Buen post y bonito gatito.

    Clica sobre mi nombre

    06 noviembre 2012 | 10:15

  2. Dice ser Bicho

    Mi gato es, lo que se podría llamar un gato miedoso, pero normal. Siendo cachorro, sobrevivió a una matanza de su colonia, en la que a los gatos que alli vivían les hicieron auténticas babaridades. A los dos meses le pudieron coger porque estaba malito y me lo dieron. Lleva unos 6 años conmigo, en todo este tiempo no ha habido ni un grito ni por supuesto le he pegado nunca y aún así, como comentan en el artículo, si me acerco de cara o de pie.. sale huyendo. Y me apena ver que, lo que le pasó, que fue horrible, no puede superarlo..

    06 noviembre 2012 | 11:53

  3. Dice ser maria b

    desde luego con los gatos timidos hay que tener mucha paciencia y poco a poco van cogiendo confianza, si les das tiempo acaban acercandose ellos solos

    06 noviembre 2012 | 12:54

  4. Dice ser Click aquí

    Yo tengo uno precioso!! http://adf.ly/Dtf9u

    06 noviembre 2012 | 15:53

  5. Dice ser Jordi

    «Si te fijas, los gatos se acercan siempre a las personas a las que no les gustan los gatos o no quieren contacto con ellos». Pienso que es totalmente al revés, tanto gatos como perros parecen sentir de inmediato quién les tiene simpatía y quién no, y por lo menos siempre me ha dado la impresión de que los gatos no se acercan a personas a las que no les gustan los animales, desde el primer momento en que ven a esas personas. Igual que los perros, que tienden a atacar antes a las personas que se asustan.

    09 noviembre 2012 | 14:06

Los comentarios están cerrados.