Mejor si son adultos

Todo el mundo quiere un cachorro, no quieren animales adultos, así que se siguen trayendo cachorros al mundo mientras que millares de animales adultos esperan su segunda oportunidad.

Es la pescadilla que se muerde la cola. Una rueda terrible que me encantaría romper.

¿Cómo lograrlo? Sólo hay dos maneras, criando menos cachorros y logrando que la gente se anime a adoptar un adulto.

Además suele suceder que la gente que prefiere cachorros son los más inseguros, los que menos saben de animales, los que menos los entienden.

Es decir, los que peor sabrán educar a un cachorro son los que suelen responder cuando se les pregunta por qué no adoptan a un adulto «por que así podré educarlo desde pequeño».

Esos animales saldrán mejores o peores más por ellos mismos o por casualidad que por la labor de sus amos.

Un cachorro es muy exigente. En el caso de un perro necesitará muchos paseos diarios y pasarán meses hasta que sepa que no debe hacer sus necesidades en casa. Tanto perros como gatos son especialmente trastos y destrozones, comienzan a aplacarse en torno a los dos o tres años.

Yo he tenido cachorros y adultos. Y os prometo que es siempre preferible adoptar un animal que ya haya pasado la infancia y la adolescencia, es decir, sus dos primeros años aproximadamente.

La adaptación a la rutina de vuestro hogar será tan rápida que no os daréis cuenta.

El perrito de las fotos es Duncan, es uno de esos animales adultos que se pudre esperando en una protectora mientras se siguen produciendo cachorros.

Es joven, muy tranquilo y de lo más original. Además, se porta muy bien.

Su único problema es que sufre de epilepsia y necesita que se le suministre una medicación.

Necesita una familia que le adopte y le cuide hasta el fin de sus días.

Está en Barcelona, en la Asociació pel benestar del animals de Montgat.

Si estás interesado, contacta con info@gosmontgat.com o llama al teléfono 651 561 028.

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Sigue en adopción (11/03/08)

Con respecto a Duncan no hay novedades. Últimamente nadie se ha fijado en él, y quién llega a fijarse se desentiende cuando sabe que es epiléptico. Sus compañeros de jaula van cambiando y ahora está muy contento con los que tiene. Por ser «demasiado bueno» normalmente se aprovechan de él y le marcan mucho, pero sus compis actuales son de tamaño pequeño y se portan muy bien con él.

52 comentarios

  1. Dice ser Noe

    ¡Duncan ha vuelto a casa por Navidad! Esta bien. Cerca de la protectora tenemos un restaurante, probablemente le llegó el olor a carne y como aún sigue con nosotros en la prote, quería una comida especial de navidad.

    25 diciembre 2008 | 23:49

  2. Dice ser reixA

    yo tengo un perro adoptado de cachorro y nunca más, mi próximo perro no bajará de los dos años, q quedé hasta las narices de ir pegada a una fregona…así q el próximo tendrá ya un poco de seso…. seguro…

    18 septiembre 2009 | 20:55

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