Un deportista es aquel que sabe que el triunfo del otro es también una recompensa: la de haber encontrado alguien mejor

Tiburones en el Báltico

La noticia es, naturalmente, la victoria del Zenit de San Petersburgo en la Copa de la UEFA. Antes de ver el partido ya eran favoritos: habían eliminado a dos equipos alemanes, lo cual no es mucho decir, tras ver la exhibición del Getafe ante el Bayern Munich, y también, y esto son palabras mayores, al Villarreal.

Eran favoritos antes de verlos jugar. Después mucho más. El Glasgow Rangers dio una pálida noticia de su fútbol en un par de arreones en el segundo tiempo, cuando los tiburones del Bático hacían la siesta después de perseguir salmones durante una hora sin demasiado fruto. Pero ahí acabó la presencia de un equipo que seguramente juega al fútbol: sencillamente, no le dejaron.

Dispone Advocaat de los jugadores ideales para practicar aquel invento de su paisano Marinus Mitchells que fue el fútbol total. Son incansables estos jugadores rudos: siempre lo han sido. Muy rápidos, con mucha intuición para adelantarse en los cortes y una inteligente presión sobre el más torpe, al que sistemáticamente roban el balón. Luego, con la pelota en los pies, son sinfónicos: practican un fútbol muy armonioso, de constantes apoyos, que siempre termina por dar su fruto. Sea a distancia, porque disponen de una artillería de lujo, sea entrando por abajo entre centrales muy altos. Así fue el primer gol, el de Denisov: balón robado en una banda, el jugador que ha robado deja la bola cerca de una bota inteligente y lanza un desmarque vertical sencillamente insuperable.

Tuvo su oportunidad Álvaro Novo en el descuento: uno de esos melones que caen del cielo, tan del fútbol británico. Pero el gallego no es Drogba, como bien saben en el Manzanares; falló y, de algún modo, contribuyó con ello a la justicia: el fútbol de los rusos no merecía una prórroga porque habían sido muy superiores. Lo certificaron un minutos después: un chico coreano que había salido de refresco reeditó la fábula de Aquiles y la tortuga ante un lateral agotado y dejó el balón en la puntera de un compañero, cualquiera: todos tienen llegada desde atrás. Dos a cero: un resultado razonable.

Estamos hablando de nuestros rivales en la Eurocopa: hasta seis jugadores del campeón están en la selección de la Casa Rusia. Y no van a venir con amor, precisamente. Por su potencial Rusia es, como España, un equipo con un historial por debajo de sus méritos. Esta vez me temo que pueden construir un equipo muy serio. Nos conviene aprender la lección: no nos van a dejar jugar. Y cualquier equipo de jugones sin balón es muy poca cosa. España, sin ir más lejos.

Estos, además, ya han probado el sabor de la sangre y quieren más: cuidado con los tiburones del Báltico.

2 comentarios

  1. Dice ser dvd

    El delantero del Rangers es Nacho Novo, que nada tiene que ver com Álvaro Novo que jugó en el Atleti.

    15 mayo 2008 | 14:00

  2. Dice ser Bolsa

    Muy bueno el «resumen» de la actualidad futbolistica!

    15 mayo 2008 | 14:12

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