Un deportista es aquel que sabe que el triunfo del otro es también una recompensa: la de haber encontrado alguien mejor

Dos grandes estadios

La catedral del fútbol español es, con toda justicia, San Mamés. Pero con la misma razón podría llamarse a Chamartín la catedral del fútbol europeo: sus gradas vieron ganar las cinco primeras Copas de Europa a un equipo inolvidable. Ayer los dos viejos estadios cumplieron su papel de estuche de alta joyería y albergaron dos partidos preciosos. Un partido merece ese adjetivo, amigo lector, no cuando tu equipo arrolla, sino cuando lo disputan de poder a poder, con la mayor intensidad, dos equipos con talento y hasta dos maneras de entender el fútbol.

Frente a la filosofía barcelonista, juego en corto, presión a la salida del balón del contrario y entradas fulgurantes por los laterales, en uno de los cuales estaba, no lo olvidemos, Leo Messi, ofreció el Athletic cuatro cosas del mayor interés: orden, sacrificio para presionar con ferocidad en toda la cancha, velocidad y juego al primer toque. Era, lo hemos dicho más veces, un equipo de Caparrós, y eso son palabras mayoes. Era encomiable ver a los jugadores rojiblancos intentar una y otra vez pasar el balón sin conducirlo frente a una defensa tan experta y tan bien colocada como la azulgrana. Era, de algún modo, aceptar el juego con las mismas armas: pero con un plus de coraje para compensar la evidente superioridad azulgrana en el manejo del balón.

No le faltó coraje al Barça, que jugó a lo que sabe y lo hizo muy bien. Pero poco a poco empezó a verse embotellado, y eso sí que era lo nunca visto. Pertenece al reino de lo anecdótico que el árbitro no viera la evidente falta a Aranzubía en el gol catalán (el cuarto de Bojan: ese cahval es un portento): el partido siguió, a los vascos nunca les falto la fe, siguieron robando balones en el medio campo y en uno de ellos marcó un chico que necesita crecerse ante los grandes porque ése es su territorio: Llorente. El partido fue tan hermoso que ninguno de los dos equipos dio por bueno el resultado. Y es que quizá ambos merecieron más.

En el Bernabéu jugaron dos equipos perfectamente engranados, de eso en los que nadie nota las bajas porque las cosas se hacen igual de bien. El madrid apareció jugando a cien por hora e hizo un gol muy bello en los primeros minutos: una de esas conexiones Guti-Robinho que ya están en los altares del fútbol. El Villarreal no se arrugó: apareció su juego de siempre, de toque en corto, sin apenas conducción, con jugadas muy elaboradas y mucha fe en los puñales de arriba. En una de ellas se creó por la banda derecha una situación de superioridad, con Cani y Javi Venta haciendo sufrir a Torres: el balón acabó en los pies de Rossi, que es muy bueno. Sencillamente eso, muy bueno: un desplazamiento lateral en el borde del área y un chut al hierro. El partido estaba empatado: y lo estaba con toda justicia.

Se apoderó del centro del campo el equipo castellonense, a su estilo, a base de dos contra uno en las bandas, en las que Míchel, aparte de demostrar que sigue siendo válido, se las vio a veces con Santi Cazorla y Capdevila. Pero el madrid de este año es muy bueno a la contra: otra perla de Guti desde su campo dejó al vendaval Ramos avanzar en soledad hasta el área contraria y abris a Raúl. El capitán, desde (y con) la derecha, lanzó un tiro imposible que se encontró con una mano de Diego López portentosa. El rebote lo terminó aprovechando Robinho, que ve puerta mucho mejor que los demás.

Nadie dio el partido por acabado, dado el nivel de juego de los dos ci

ontendientes. Y así fue: una falta a media altura sobre el área del Madrid, un balón que salió hacia adentro y el remate de un perro viejo, el estupendo Capdevila. Faltaban pocos minutos, estaban empatados a dos y el resultado era corto para la ambición del líder, que conocía el resultado de San Mamés. Y entonces apareció, una vez más, un jugador que se está agigantando: Gago. Un pase perfecto a Snejder, que había sustituido a Baptista, restableció la ventaja del equipo de casa. Y empezaba a ser tarde.

Lo fue. ¡Pero qué partido!

También pertenece al reino de la anécdota un penalty claro sobre Van Nistelrooy. Esas cosas tienen importancia cuando los partidos son rácanos y apenas hay ocasiones. No estaría mal, en cualquier caso, que los árbitros estudiaran un poco los vídeos: también ellos pueden mejorar, espero.

2 comentarios

  1. Dice ser bantú

    Es un CONTRASENTIDO que el 20 Minutos publique en portada un artículo que se titula ¿CUÁLES SON LAS WEBS MÁS CALIENTES? y que censuren sistemáticamente a las personas que SIMPLEMENTE RESPONDEN A LA PREGUNTA. ¿No podéis buscar censores que no sean IMBÉCILES?.Web:http://www.sexyberia.com con TV porno realmente gratis las 24 horas del día, pantalla ampliable y al final de la página.Blogshttp://www.sinbraguita.comy http://susanasexy.blogspot.com por ejemplo…chicas con cam… varias, http://www.vanesacam.com o http://www.nenitascam.com o http://www.sexhispachat.comEsto va a menos y en breve esas cifras de las que tanto presume el diario comenzarán a ir hacia abajo a medida que medios como Metro y demás gratuítos hagan las cosas con MÁS SENTIDO COMÚN Y SIN FALTAS DE ORTOGRAFÍA.

    28 enero 2008 | 22:58

  2. Dice ser ornitomono

    la verdad esq domingos así no se veían desde hace tiempo…en la liga aparte del villarreal dentro y fuera creo q el madrid no ha jugado ningun partido en el q se metan 5 goles,verdad?? mm. valencia, pero creo q yasalud

    30 enero 2008 | 22:45

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