Un deportista es aquel que sabe que el triunfo del otro es también una recompensa: la de haber encontrado alguien mejor

La cornada de Copa

Se ha jugado la primera jornada de los octavos de final de la Copa del Rey. Ya sin monaguillos: todos los cardenales remangados y dándole a la bola. Aunque muchas de las diócesis enviaron al obispo auxiliar: hay que reconocer que al torneo del K.O. no se le tiene el debido respeto: ya veremos que pasa a la vuelta, cuando ocho equipos pierdan el billete para la próxima estación.

Uno, prácticamente, lo ha perdido ya: el triste Levante, que fue derrotado a domicilio por tres a cero. Enfrente estaba el finalista de la Copa anterior, que tenía que lamerse las heridas de tres estocadas recientes, recibidas de mano de su viejo capitán Vivar Dorado, ejerciendo de Alatriste. Comparte el colista el dudoso honor de caer fuera de casa con su vecino, el Villarreal, un submarino que navega con dificultad por las recrestivas aguas de Huelva, y con el Real Madrid, que disfrutó de un arbitraje muy aseado, que asignó ausencias de intención a un par de derribos en el área. Fue muy interesante comprobar que el Madrid practica un juego muy poco interesante: se ha atascado. No es que arriesgue, es que no está seguro de los terrenos que pisa. Eso, en los toros, es garantía de cornada.

Le sucede lo contrario al Valencia, de creer lo que vimos en el primer tiempo. Fue el único equipo capaz de ganar fuera de casa, y tiene medio pie en cuartos. Justo en un año de transición en el que han ejecutado a todos los peones de Quique: la Copa puede ser un gran remedio para tanta amargura.

Hubo cuatro empates. Ficticio el del Manzanares, con Forlán disfrazado de rey mago y regalando cositas a los niños del Pisuerga. Injusto el de la Romareda, pero ya se sabe que al equipo de Víctor le ha mirado un tuerto este año. Razonable el de San Mamés entre dos equipos coperos y antañones: un Athletic sin demasiada puntería frente a un Español que se dosifica y que es muy eficaz. Y espléndido el del Sánchez Pizjuán entre dos máquinas de jugar al fútbol: dos que se han desatascado, por seguir con el ejemplo anterior.

Hay, por tanto, seis eliminatorias con los dos púgiles intactos. No digo que Valencia y Getafe hayan pasado, pero tienen al rival contra las cuerdas. No hay que hablar sólo de falta de mérito de los grandes: en la primera división española todos juegan, y algunos muy bien. Puede acabarse la mala racha zaragocista en cualquier momento, puede el Mallorca seguir dictando lecciones de buen juego, puede…

Vamos, que hay que frotarse las manos: quedan los partidos del vuelta. En algún caso, partidazos. Allí estaremos.

1 comentario

  1. Dice ser Txema

    Analista ¿que opinas de una copa a la inglesa?Yo solo puedo verle ventajas de cara al aficionado.

    11 enero 2008 | 13:13

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