Al mando de la tele Al mando de la tele

"La televisión es una hija del cine que le ha salido disipada y de malas costumbres". Ramón J. Sender

Archivo de febrero, 2016

Como en casa

Bertín Osborne, en En tu casa o en la mía. (TVE)

Bertín Osborne, en En tu casa o en la mía. (TVE)

Tengo un amigo y compañero melómano al que se llevan los demonios cada vez que escucha música pop comercial. Argumenta que no es arte, que no tiene calidad.

Yo rebato que es una música bien hecha para un fin: el consumo masivo. Sirve para lo que sirve, para bailar, entretenerse y no pensar demasiado.

En la tele, que es el medio masivo por excelencia, la mayoría de los productos son así, una suerte de desconectores cerebrales. Y está bien, la tele no tiene por qué ser un templo de cultura (aunque podría tener un término medio).

En estos parámetros alabo la capacidad de TVE para encajar En la tuya o en la mía y hacer de ello un éxito de audiencia. Bertín Osborne abriendo su casa (si ven la mía la gente desintonizaría La 1) o la de sus invitados y personificando la cercanía, sea fingida, impostada o verdadera.

Es una forma diferente de hacer entrevistas y aunque sean preguntas y formulaciones del tipo que acarician el lomo, por lo menos dejan ver una arista del personaje. La más reluciente, la más amable, sí, pero para eso es el programa, para no darle demasiadas vueltas.

Caprichosos TV

Narcos, una serie de Netflix.

Narcos, una serie de Netflix.

Lo quiero todo y lo quiero ya. Y si no, me enfado y no respiro. Este comportamiento, que sería corregido (o debería serlo) en un niño, es el hábito actual de consumo de televisión, si se lo quiere llamar así, o de contenidos multimedia para ser más exactos.

Yo he pecado, peco y pecaré. Las plataformas digitales son la panacea de los ansiosos, de los raros de horario o de los de gustos especiales. En mi caso, después de frustrarme con Wuaki y de un paso fugaz por Nubeox, he encontrado en Netflix la plataforma que se adapta a mí, por contenidos y funcionamiento.

Porque no es solo un estante donde colgar series, es un auténtico huerto donde además se producen.

En lo gratis, todas las cadenas generalistas dan a la carta (lo que quieras, cuando lo quieras y donde lo quieras) los contenidos que estrenan en sus canales de televisión convencional. Incluso las hay que van más allá, como Atresmedia con Flooxer y los vídeos cortos.

Pero no se alarmen. Al parecer a la tele de siempre aún le quedan muchos años de vida. Y muchos años aglomerando a la generalidad. A las grandes audiencias. A todos (o casi).

No saben lo que hacen

Concursantes de Gran Hermano VIP. (TELECINCO)

Concursantes de Gran Hermano VIP. (TELECINCO)

Después de más de tres lustros de Gran hermano, en los que se han hecho 16 Gran hermano ‘normales’ amén de media docena de secuelas tipo reencuentro y demás, aún sorprende que los famosos que entran a Gran hermano VIP no sepan a dónde van. Oh, caramba, ¿puedes creer que entré en el túnel del terror y me asustaron?

Ya ha abandonado una concursante. A los demás… deberían darles cubertería y sobre todo cuchillos de plástico, por si acaso.

Lo que tiene Gran hermano es que no puedes huir. Aguantar en el trabajo 8 horas con Gutiérrez, que te cae como el esfínter, es tedioso.

Estar 24 horas con él y que duerma a tu lado es la versión catódica del infierno.Pero para algo cobran. Y mucho. Y es por eso que no se entiende las pocas tragaderas de algunos participantes.

Sí, abuelo, usted los ponía a picar en una mina, ya lo sé. Pero a eso no se apuntan los famosos. Los que no tienen nada mejor que hacer, quiero decir, que son los que van a Gran hermano VIP. Ese concurso, único en el mundo, en el que pueden y deben concursar trabajadores y familiares de la empresa.