Thibaut Courtois sigue empeñado en hacer un máster en cómo meterse en jardines. El portero belga del Real Madrid, ante la proximidad del derbi madrileño entre su actual equipo y el que hace unos años le dio fama mundial, dio una lección de lloriqueos preventivos, diciendo que «Si me quieren tirar cosas a la cabeza la próxima semana, bueno… No me afectará para jugar. Es más motivación (…) ¿Que si espero que me tiren cosas? Durante todo el partido. Ya lo he experimentado en Bélgica. Contra el Anderlecht me tiraron mecheros y en Eupen una jarra de cerveza. Desafortunadamente es parte del fútbol. Es una pena que la afición del Atlético ahora esté contra mí».
Evidentemente, Courtois tiene problemas de amnesia. Y creo saber cuál es el motivo: un mecherazo que recibió en su cabeza, precisamente en la que hoy es su casa: el Santiago Bernabéu. Ocurrió en la final de la Copa del Rey de 2013. En la recta final del encuentro, cuando el Atlético ganaba ya 1-2, desde el fondo situado tras la portería del belga cayó un mechero, que impactó en la testa de Courtois. El jugador tuvo que ser atendido por sanitarios.
Courtois explicaba ante las cámaras, tras este incidente, que «es lo que pasa cuando la gente está frustrada».
En resumen: que es bastante lamentable que un jugador muestre tanta certeza de que le van a lanzar cosas a la cabeza precisamente cuando la última vez que le ocurrió fue en su campo, por parte de su afición. Thibaut, deja de hacer el rídiculo.