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¿Debe influir la ideología de un jugador de fútbol a la hora de ficharlo?

El caso de Roman Zozulya ya ha dado la vuelta al mundo. Por su ideología ultraderechista o neonazi, manifestada a través de varias fotografías colgadas en las redes sociales –a pesar de que el jugador lo ha negado–, los aficionados del Rayo Vallecano lo han despreciado. Pancartas, pintadas e insultos que han intimidado al club, tanto que ya no cuenta con el delantero ucraniano para la presente temporada.

Ni un día duró entre las filas del Rayo. Zozulya ha tenido que volver a su antiguo club: el Betis, y podría no volver a jugar en lo que resta de temporada. Le han costado caros los retratos publicados portando armas o una camiseta del Pravy Sektor, partido nacionalista y paramilitar ucraniano.

Zozulya portanto un arma. (Twitter / @resistentes07)

Zozulya con un arma. (@resistentes07)

Pero, ¿es un motivo para despedirlo?

Estamos hablando de dar patadas a un balón y marcar goles, no de tomar decisiones importantes ni de tener que escribir algo de manera imparcial. No creo que ser de derechas o de izquierdas (y no me refiero a zurdo o diestro) influya a la hora de ser mejor o peor jugador de fútbol.

Sus compañeros del Betis y hasta el propio presidente de la Liga, Javier Tebas, –aunque viniendo de un simpatizante de Fuerza Nueva no se si se puede considerar como un punto de vista demasiado neutral– se pusieron del lado del jugador.

Sin embargo, los directivos del Rayo no han enviado ni un comunicado ante tal actuación: ni la explicación de su fichaje a los aficionados, ni perdón al jugador por los actos contra su persona. Quizás que el director deportivo del club madrileño –encargado de los fichajes–, a sabiendas de que la ideología de los Bukaneros está considerada de extrema izquierda y que este fichaje no iba a ser bienvenido, podría haber evitado esta situación.

¿Cómo? No fichándolo. No creo que hiciera mucha falta un Zozulya entre su plantilla habiendo miles de jugadores en el mercado. Ni es Messi ni Cristiano, que son casi los únicos jugadores por los que un equipo podría enfrentarse a su afición. Porque sí, lo de caer bien o mal entre los hinchas influye ¡y mucho! Son ellos los que pagan por ver los partidos y son ellos los que se dejan la piel animando a su equipo. No es el primer jugador que echan, ni seguramente sea el último.

No creo que deba influir a la hora de ficharlo, pero sí hay que valorar antes la reacción de la afición y no echarse después las manos a la cabeza.

Y los furgones de policía blindados a las afueras del campo en la presentación del ucraniano dejaban constancia de que algo se temían en Vallecas. Se quedó corto respecto a lo que realmente sucedió… eso, o son unos temerarios.

Aleix Vidal: 22 millones por un futbolista que no juega ni contra el Hércules

Sí, es una realidad: Luis Enrique no cuenta con Aleix Vidal. A estas alturas de la temporada, visto lo visto, a nadie le sorprende. Lo que sorprende es que fue él quien lo pidió hace dos temporadas, lo fichó por 22 millones de euros (18 fijos y 4 en variables) y ahora se arrepiente. Es un secreto a voces que la relación entre técnico y jugador no es la más idónea.

No estuvo el pasado domingo en la lista de Lucho ante la Real Sociedad porque tenía permiso por boda (se casó el sábado) ¿¡Quién se casa en plena temporada!? Pues nadie se sorprendió, nadie le puso pegas y nadie lo echó en falta. Y, para variar, no tiene pinta de que Aleix vaya a jugar el partido de Copa del Rey de este miércoles ante el Hércules. El técnico azulgrana ha llamado a siete jugadores del filial y seguramente tengan más oportunidades que Vidal. Así, el jugador catalán se une a la larga lista de fichajes (hace poco hablaba de Paco Alcácer) que han pasado con más pena que gloria por el Barça.

Aleix Vidal, en su presentación con el Barça. (EFE/ARCHIVO)

Aleix Vidal, en su presentación con el Barça. (EFE/ARCHIVO)

Pero no es la primera vez que Aleix no juega. Esta temporada ha estado más ausente que presente. El último (y único) partido en el que ha participado fue ante el Alavés. Jugó los 90 minutos, el Barça perdió 1-2 en el Camp Nou y él fue señalado como uno de los responsables. Después volvió a desaparecer y, aunque regresó a la convocatoria para los dos partidos anteriores ante el Málaga (en Liga) y el Celtic (en Champions) alegando que estaba recuperado de una lesión, no disputó ni un solo minuto de ambos encuentros, es más, en el europeo fue descartado antes del inicio.

¿Los motivos? El entrenador asturiano y el futbolista catalán no ven de la misma manera el fútbol, no se entienden. Y no solo ellos, Aleix no se compagina bien tampoco con sus compañeros, quizá por su rebeldía. Y eso que jugar rodeado de jugadores de la talla de Rakitic, Iniesta o Messi —por no mencionar a las tantas estrellas del Barcelona— debería ser fácil.

Ni con el marcador en contra, ni a favor. Da igual lo mal que lo estén haciendo los otros 21 integrantes de la plantilla que Aleix Vidal no pisa el césped e incluso los del filial le adelantan. De seguir así, lo más probable es que emigre del club. Los rumores de su salida del Barça en el mercado de fichajes de invierno son cada vez más potentes y en este caso no solo suena el agua del río, también desborda.

No ha habido resurgimiento, más bien todo lo contrario y cada partido que pasa Luis Enrique confirma más el destierro del centrocampista. Lo peor: ningún aficionado al fútbol se sorprende al no verlo sobre el terreno de juego, es más, muchos nos habíamos olvidado de que todavía forma parte del equipo…

El caso de Paco Alcácer: ¿30 millones de euros a la basura?

No estaba Leo Messi, tampoco Luis Suárez y Paco Alcácer fue delantero titular —junto a Neymar y Arda Turan— en el partido del pasado sábado ante el Málaga en el Camp Nou (0-0). Un Alcácer que necesitaba darse a valer, demostrar que los 30 millones que el club catalán pagó por él no eran desorbitados. Pero, no marcó ni fue determinante. Otra vez más ¡y ya van 8! defraudó.

Defraudó como goleador y como jugador de campo. Disputaba su octavo partido con el Barça —séptimo en Liga— y existen estadísticas que dicen que Alcacer no tocó ni un balón entre el minuto 10 y el 41. Más de media hora sin participar en el juego, desaparecido y sin aprovechar su oportunidad.

Alcácer se lamenta ante el Málaga. (EFE)

Alcácer se lamenta ante el Málaga. (EFE)

El delantero no se entendió, en ningún momento, con sus compañeros. Jugó los 90 minutos pero cuando un balón entraba en el área del Málaga era Piqué (defensa) quien tenía que adelantar su posición y rematar a puerta. Me lo cuentan cuando se pagó 30 millones por él y no doy crédito.

A Alcácer se le fichó en verano para ser el cuarto delantero, la persona que si falla alguien de la MSN tiene que dar la talla. Y no la está dando. Los delanteros marcan goles y son determinantes en ataque: el de Torrent no ha estrenado su cuenta goleadora ni ha dado asistencia alguna a sus compañeros a la hora de definir.

Alcácer se ha convertido en uno de los peores delanteros en su estreno en toda la historia azulgrana, solo empatado con Ángel Cuéllar y Christophe Dugarry, dos de los jugadores que fueron calificados en su día como los mayores errores del Barça en el mercado de fichajes.

Ninguno de ellos anotó en sus ocho primeros encuentros como culés. Es más, Dugarry nunca se estrenó de cara al gol con los barcelonistas en el curso en el que jugó en el Camp Nou (1997/98), mientras que Cuéllar solo fue capaz de anotar dos goles en su año de debut (1995/96) y duró solamente un año más.

En el caso del jugador exvalencianista el fraude podría ser incluso peor. El Barcelona podría haber tirado 30 millones de euros a la basura. Paco Alcácer tiene que espabilar. La presión y la ansiedad le pueden pero, de momento, tiene la confianza de Luis Enrique. Eso sí, de seguir así, su futuro como azulgrana podría tener las temporadas contadas.

Paul Pogba suena con fuerza para el Madrid: más de 100 millones para hacerse con la clase y potencia del galo

La sanción de la FIFA al Real Madrid le puede dejar sin fichar un par de mercados (presumiblemente en invierno de 2016 y en verano de 2017 si le pasa igual que al Barça) y ello puede provocar que el desembolso este verano sea muy importante en el club blanco, más de lo habitual.

Paul Pogba

Paul Pogba, centrocampista de la Juventus (EFE).

Pese a la reciente consecución de la Champions, la manera en la que se ha producido (suerte con los sorteos, no demasiado buen juego) debería hacer que el conjunto madridista no se relaje (como ya pasó en 2014, por cierto) y se fiche para cubrir las diversas necesidades que tiene en su plantilla.

La llegada de un ‘crack’ al Real Madrid es bastante probable, y el nombre que suena con más fuerza es el de Paul Pogba, centrocampista de la Juventus. Hoy mismo, la Gazzetta lleva una información en la que asegura que el club blanco podría ofrecer una cifra cercana a los 120 millones de euros para hacerse con el jugador francés.

Además, la Juve acaba de fichar a Miroslav Pjanic, jugador que ocupa la misma demarcación de Pogba, lo que no hace más que acrecentar los rumores sobre la posible llegada del galo al Madrid.

Quedan muchas semanas por delante para que comience la temporada, con la Eurocopa de por medio, por lo que el asunto irá para largo y será uno de los habituales culebrones veraniegos.

Lo que es seguro es que si Florentino Pérez ve un vídeo como este de lo que ha hecho Pogba esta temporada, pagará lo que sea para ficharle.

Vender a Cristiano por 100 millones

Salen rumores de una posible salida de Cristiano Ronaldo del Real Madrid a final de temporada y tengo la sensación de que a los aficionados blancos no solo no les asusta la idea, sino que les agrada. «Si deja 100 millones en caja o similar, puerta», o similar, es una frase que se repite constantemente cuando sale el tema.

Cristiano y Blanc

Cristiano Ronaldo y Laurent Blanc tras el Real Madrid – PSG (GTRES).

No me voy a poner (otra vez) a defender la trayectoria del portugués en el Real Madrid, ni a repasar sus méritos, porque esa no es esta vez la cuestión. Lo que nos ocupa es qué puede aportar en el futuro y si habría que rechazar una oferta mareante (pongamos alrededor de 100 millones) por él a final de temporada.

A Cristiano se le ve desconectado del juego en el esquema de Benítez y su adaptación a su nuevo rol, el de delantero puro, un ‘9’ clásico, está siendo más lenta de lo esperado. Si quitas su orgía anotadora ante el Espanyol, te quedan tres tristes goles en Liga, ninguno de ellos especialmente relevante o decisivo, y grises actuaciones en los dos duelos de la Champions ante el PSG.

Ronaldo debe estar en el olimpo de grandes jugadores de la historia del Real Madrid, el mejor goleador que ha pasado por el Bernabéu en décadas (no tuve el placer de ver a Puskas o Di Stéfano), pero ese no es, insisto, el debate. El tema es si se le vendería a final de temporada por una barbaridad de millones, y la mayoría del madridismo parece estar de acuerdo en que sí.

Aún queda temporada para que cambien las cosas y las opiniones varíen (¿recuerdan a Luis Enrique en enero?), pero los rumores sobre la salida de Cristiano el año que viene agradan al madridismo, y eso es muy relevante. No me imagino a ningún barcelonista (salvo quizás a Rosell, ahora que recuerdo esa famosa encuesta) deseando la salida de Messi. Con Ronaldo no pasa lo mismo y ahora mismo el deseo del madridismo es que sus flirteos con el PSG acaben en cuernos y posterior ruptura.

 

Mario Mandzukic, otro delantero que no se entiende con Pep Guardiola

La mala relación de Pep Guardiola con los ‘nueves’ puros cuenta con un episodio más: Mario Mandzukic. El delantero croata se suma a los delanteros centro que han tenido diferencias con el entrenador catalán después de una temporada a sus órdenes y ha anunciado que dejará el Bayern.

Mario Mandzukic

Mario Mandzukic celebra un gol (EFE).

Seamos honestos, mi estilo no se corresponde con el juego que Guardiola quiere emplear en el Bayern. Me di cuenta de ello después del primer partido contra el Real Madrid, esta forma de fútbol no saca lo mejor de mí. Si no te sientes bien, lo mejor para todos es dejarlo. Estoy agradecido al club por ofrecerme la renovación, y a Guardiola, que es un gran entrenador, y les deseo lo mejor para el futuro.

La lista de conflictos entre Guardiola y sus delanteros es larga. Sus dos casos más sonados son los de Samuel Eto’o, al que decidió vender pese a realizar un extraordinaria temporada y marcar un gol decisivo en la final de la Champions, y Zlatan Ibrahimovic, que salió de Barcelona con gran rencor hacia “el filósofo”.

El sistema de Pep no está hecho para jugar con un ‘9’ al uso. Guadiola busca delanteros con mucha movilidad y que participen mucho en el juego, el modelo que llevó a Messi a convertirse en el jugador más determinante del mundo desde esa posición de ‘falso 9’ que ocupa en el Barça, y cada ‘9’ puro que juega en ese esquema acaba estrellándose.

Mandzukic es el último damnificado, otro caso de delantero centro puro y gran goleador que no logra adaptarse al esquema del español. Para el año que viene el Bayern ha fichado a uno de los mejores puntas del mundo, Robert Lewandowski. ¿Conseguirá el polaco adaptarse al estilo Pep?

El fichaje de Mata por el United: todos ganan

Pocas veces en un traspaso da la sensación de que todos salen ganando: en el caso del de Juan Mata del Chelsea al Manchester United, da la sensación de que es así.

Juan Mata y David Moyes

Juan Mata y David Moyes (MANCHESTER UNITED)

Juan Mata no estaba contento en los ‘blues’. Ha pasado de ser elegido mejor jugador del equipo la temporada pasada a ser suplente en esta. Pese a que se ha oído mucho el simplista mensaje de que Mourinho no le ponía porque es español (sin comentarios), la realidad es que todo se le ha puesto en contra a Mata esta temporada.

Con el sistema que más utiliza Mourinho, el 4-2-3-1, en teoría Mata aspiraba a cualquiera de esas tres posiciones de la mediapunta, aunque fuera escorado a alguna de las bandas. Pero esta será recordada como la temporada en la que dos jugadores han explotado definitivamente: el belga Hazard (sobre todo) y el brasileño Oscar. Para colmo, el rendimiento de Willian, fichado este verano, ha ido a más con cada partido, lo que ha relegado a Mata a un papel residual y suplente siempre en los grandes partidos esta temporada.

Además, el mejor momento de forma del asturiano no ha llegado. Empezó la temporada lesionado, intentó reengancharse a un equipo ya consolidado sin demasiado éxito y su talentoso fútbol no ha aparecido esta temporada, es un hecho. Lo podemos achacar al propio Mata o a la falta de minutos (y de confianza) de su técnico, pero la realidad ha sido esa.

El Chelsea, así, recibiría unos 45 millones de euros por un jugador que es suplente y que, además, llegó al club por una cantidad muy inferior, 27 kilos. Ha rendido bien estos años y ahora saca una cantidad altísima con la que podrá fichar a algún jugador más del gusto de su entrenador.

Por último, el Manchester United por fin consigue fichar a ese jugador que tanto añora en la mediapunta. El mejor asistente de la Premier en las últimas temporadas para la zona de creación de los de Moyes, el jugador perfecto para un equipo que aún no se ha adaptado a su nuevo entrenador. Los más beneficiados, los delanteros: que lo disfruten Rooney, Van Persie, Chicharito y Januzaj.

Peligra el Mundial para Mata y Mourinho quiere que se quede aunque no sea titular

Juan Mata y José Mourinho

EFE

Juan Mata se suma a la lista de jugadores a los que su presencia en el Mundial se le ha complicado tras este primer tramo de temporada.

El asturiano no está cuajando una buena temporada. Juega a ratos y cuando lo hace no brilla como en pasados años. No queda claro si su escasa continuidad es por su rendimiento o es su fútbol el que se resiente por jugar de manera intermitente, pero el caso es que no está siendo aquel jugador brillante que deslumbró a Stamford Bridge.

La competencia en la mediapunta es grande, no cabe duda. Hazard, Oscar y Willian gozan ahora de la confianza de Mourinho, mientras que Mata y Schurrle son la alternativa y habituales del banquillo en los partidos grandes esta temporada.

Con este panorama, y a menos de seis meses para que empiece el Mundial, se le abre a Mata una disyuntiva: ¿debe abandonar el Chelsea para asegurar su presencia en Brasil?

Tras el partido ante el Southampton, en el que Mata fue sustituido con empate a cero cuando había disputado 53 minutos, y tras lo cual los ‘blues’ lograron una amplia victoria (0-3), Mourinho fue cuestionado sobre si permitiría al español abandonar el club.

No quiero que se vaya, ese es mi deseo y mi esperanza. Pero mi puerta está abierta y la del club, también. Cuando un jugador quiere hablar estamos ahí para escucharle. Si me preguntan si lo vendería: yo no

La puerta de salida, por lo tanto, no está cerrada, y parece que si Mata presiona lo suficiente podría dejar el Chelsea este mismo mercado de invierno. Una venta parece complicado, pero una cesión podría ser una buena alternativa.

La venta de Özil: la jugada de Florentino que no entiende el madridismo

Pocas ventas de un jugador han dolido tanto en el madridismo como la de Mesut Özil. Ninguna, diría yo. La llegada de Gareth Bale es un fichaje ‘made in Florentino’ y la operación debía hacerse sí o sí, era la joya que quería Florentino para contrarrestar la compra de Neymar por parte del Barça. Daba igual que las necesidades  fueran probablemente otras, con el equipo suspirando por un  ‘9’ con instinto goleador.

Camiseta Özil

Camiseta Mesut Özil.

Bale es el único jugador capaz de discutir la corona de Messi y de CR, con permiso de Neymar. Por eso lo ha elegido Pérez y por eso se puede considerar un fichaje presidencialista, como lo fue el de Figo, Zidane o Beckham.

También conviene recordar lo que pasó en 2009, cuando para traer a Cristiano y a Kaká, los fichajes para devolver la ilusión al madridismo después del sextete culé, también hubo que vender. Sneijder y Robben dejaron el equipo para posteriormente triunfar fuera del club blanco. Las Champions de 2010 y 2013, además de su rendimiento, así lo atestiguan.

Pero en ese momento no se vio mal del todo esas ventas. A Sneijder se le acusaba de tener demasiado gusto por la noche madrileña, mientras que Robben era el hombre de cristal que salía de una lesión para meterse en otra. El cambio de cromos fue aceptado con gusto en el Bernabéu.

Cuatro temporadas después, el Madrid es un club mucho más fuerte, sí, pero los títulos han llegado con cuentagotas. A Florentino cada vez le queda menos crédito (deportivo, por supuesto) y la afición no entiende la venta de Özil. Se lo hice ver incluso en la presentación de Bale, cuando Pérez tuvo incluso que mandar callar a la afición, que reclamaba que el alemán no fuera vendido. Tampoco algunos jugadores, como Sergio Ramos, que han hecho público su desacuerdo con la decisión.

Y es que el caso de Özil no tiene nada que ver con los citados de Robben y Sneijder. Un jugador de 24 años con una técnica infinita y que tiene un don: el de la asistencia de gol. Nadie en Europa se le acerca en esa suerte y Cristiano bien lo sabe, pues de sus pases han nacido muchos de sus tants. Pensar en lo que podía haber hecho con el portugués a un lado y Bale al otro hace que el madridismo no entienda su venta. Está Isco, sí, pero no parecían incompatibles. Había que hacer caja, vale, pero otros jugadores como Di María o Khedira tienen también mucho cartel y se podía haber hecho buen negocio con ellos. El jugador no estaba del todo a gusto, pero se podía haber hecho más para que se sintiera valorado.

El Madrid ha sacado una gran cantidad por el alemán, pero ha vendido fútbol. Y eso está muy difícil de encontrar en estos momentos. Veremos si no se acaba arrepintiendo. La plantilla blanca es formidable, la mejor de su historia posiblemente, pero incluso con ella puede acabar echando de menos el talento de Mesut. De momento, los aficionados españoles nos quedamos sin su magia, una perdida más para esta Liga cada vez más devaluada.

Kaká, el peor fichaje de la historia

Hablar a toro pasado es lo más fácil que hay. Decir ahora que Kaká ha sido el peor fichaje de la historia, atendiendo a los criterios deportivos y al precio pagado por el jugador, es en estos momentos un dato que admite poca discusión, pero al intentar recordar lo que sentí y lo que oí aquel verano de 2009, me sorprendo. Sí, yo creía en Kaká y no tenía ninguna duda de que triunfaría en el Real Madrid.

El pleno de títulos logrado por el Barça de Guardiola, unido al 2-6 del Bernabéu en aquel inolvidable clásico, hizo que Florentino Pérez retornara al Santiago Bernabéu como el salvador del madridismo. El hombre que devolvería a club blanco a sus orígenes, a lograr títulos sin descanso. Sus métodos (deportivos, me refiero) eran bien conocidos y no decepcionó ni un ápice.

Kaká

Kaká en su etapa en el Real Madrid

Nada más llegar, trajo a Kaká (la promesa electoral nunca cumplida de su predecesor) por 65 millones. Poco después, Cristiano Ronaldo se convertía en el fichaje más caro de la historia del fútbol a cambio de 94 millones de euros.

Los dos llegaban como los últimos galaradonados en el Balón de Oro, pero las dudas deportivas únicamente se centraron en el portugués. Se habló de que si salía por las noches, que no se cuidaba y que le gustaba demasiado la fama y llamar la atención. Todo ello suena a broma ahora. Mientras tanto, ni un pero se puso a Kaká, jugador de vida ordenada, muy religioso (parecía un dato a favor) y de cuyo rendimiento nadie (o casi nadie, supongo) dudó.

Su primer año fue decepcionante, pero lo que más dolió al madridismo fue que priorizara a su selección. Decidió jugar el Mundial de Sudáfrica de 2010 lesionado y al volver tuvo que operarse. No se le vio hasta finales de año y su estado físico nunca fue el mismo que el de Milan ni de lejos. Desde entonces, su rendimiento fue cayendo en picado, mientras que cada vez que marcaba un buen gol o daba una buena asistencia se anunciaba su resurrección a bombo y platillo.

Pero lo que más sorprendió fue su nula ambición. Sin minutos en Chamartín, Kaká pudo haber elegido salir del club y buscar minutos en otro destino. Ofertas ha tenido, pero nunca pagándole lo que ha cobraba en el Madrid, 10 millones de euros nada menos. Su decisión siempre fue el dinero.

Cuatro años después, Kaká vuelve al Milan dejando en el club un balance desolador. Ni un solo gol que resultara decisivo en un gran partido, ni una actuación memorable en la retina del aficionado. El paso del brasileño por Madrid ha sido la nada. Ni siquiera deja cantidad alguna en las arcas. Solo la palabra de Florentino de que el fichaje se ha amortizado con la venta de camisetas y su cartel en las giras por el mundo, por las que el Madrid cobró un buen dinero. Suerte Ricardo, y paciencia los seguidores rossoneri, el Kaká que vuelve no es una sombra del que allí deslumbró.