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La foto fue de Messi, la Liga de Cristiano

Nos ha callado a todos. Hasta las retransmisiones de Rac1 se han rendido a él, les juro que lo oí el otro día. Pero sobre todo Cristiano nos ha dejado en mal lugar a los madridistas que creíamos que estaba en su cuesta abajo, que llegamos a pensar que venderle no sería una mala idea, pensando en la millonada que le hubieran dado al Real Madrid.

Cristiano Ronaldo

Cristiano Ronaldo celebra su gol al Málaga (EFE).

Ronaldo es el orgullo hecho jugador, y cambiarle en el minuto 80 de un partido era imposible para cualquier entrenador, hasta que ha llegado Zidane. De alguna manera, le ha hecho comprender que su guerra, a sus 32 años, no era meter más goles que nadie, sino hacerlos cuando hacía falta, en los meses de abril y mayo.

Iba Cristiano camino de su peor temporada desde que llegó al Real Madrid, y de repente se ha puesto a meter goles como si no hubiera mañana. Marcó el primer tanto  ante el Valencia, en Vigo y en Málaga. E hizo un doblete ante el Sevilla. Entre medias, le dio tiempo a hacerle cinco goles al Bayern y tres al Atlético de Madrid en la Champions.

Sí, yo era de los que pensaba que el mejor Cristiano había desaparecido, que ver al jugador descomunal de 2010-13 era ya imposible. Y ahora ha sabido reconvertirse, ha aceptado con humildad sus limitaciones, juega menos minutos, lo hace como ‘9’ en gran parte de los partidos, y ha sido más decisivo que nunca en los momentos importantes de la temporada.

Para su ego, quedará que mientras Messi se ha hecho dos fotos icónicas tras la remontada ante el PSG y en el Santiago Bernabéu, él se ha hinchado a marcar goles para llevar al Real Madrid al título de Liga y a la final de la Champions. Y para él eso es mucho, muchísimo.

Messi celebra su gol en el Bernabéu

Messi celebra su gol en el descuento en el Bernabéu (EFE).

‘France Football’ lo tiene claro: Cristiano Ronaldo, Balón de Oro 2017

La revista France Football, que otorga desde 1956 el premio Balón de Oro, apuesta este año por Cristiano Ronaldo como gran favorito. Así lo ha demostrado en la portada de su último número en la que el portugués copa todo el protagonismo y la foto de portada. Ni Messi, gran goleador de la Liga española a falta de dos jornadas con 35 tantos y posible Bota de Oro; ni cualquier jugador de la Juventus, finalista y serio candidato a ganar la Champions.

Portada de 'France Football'

Portada de ‘France Football’

Cristiano Ronaldo comenzó la temporada ausente y solamente lleva 20 goles en la presente temporada de Liga. Es verdad que en Champions sus aciertos han sido mayores: ha marcado los goles decisivos de su equipo en las últimas eliminatorias y lleva 10 dianas en toda la competición (solo por detrás de Messi que marcó 11). Y solo por ello es proclamado por los franceses como gran favorito.

Candidato será seguro, pero lo de favorito son palabras mayores. Sobre todo teniendo en cuenta que la temporada no ha acabado, los títulos aún están por decidirse y podría terminar la temporada del mismo color que su camiseta (en blanco) y al año todavía le quedan algunos meses para finalizar (concretamente 7).

«¿Quién puede batirle?», preguntan. Buffon, Griezmann y Mbappé son los los posibles candidatos según el medio galo. Sin embargo, ni en su portada ni en el interior de sus páginas hay sombra de Messi o Neymar. Y cualquiera en sus cabales sabe que son serios rivales a alzarse con el premio.

Es un poco pronto para hacer conjeturas y un medio de calidad, tanta que otorga el mayor premio futbolístico individual a nivel europeo, no debería rasgarse tanto las vestiduras… porque al final se le ve el plumero.

La BBC al lado de Messi, puro postureo

Messi celebra el gol ante Bale.

Messi celebra el gol ante Bale.

Messi está un escalón por encima del resto. No hay nadie en el mundo que pueda aportar argumentos sensatos y verídicos para negar eso. No me canso de decirlo y de alabar al argentino y ya se me acaban los calificativos para un genio de tal calibre.

Da igual que le rompan la cara (literalmente hablando), Messi se recompone rápidamente para marcarse una de sus jugadas por excelencia y dejarnos a todos boquiabiertos. O para ayudar a su equipo robando balones, presionando y dando pases de gol. Lo tiene todo y es un lujo verlo cuando está en uno de sus mejores momentos, es decir, casi siempre.

Ya lleva 500 goles con el Barça, pero no es lo único que se le da bien. Dar de probar al rival de su propia medicina es otra de sus especialidades: ¿Que tú marcas un gol? él dos; ¿que tú eres el mejor lanzando faltas? él te supera. No hay quien le pare. Y así hasta llegar al clásico de ayer. Leo Messi fue el protagonista en el momento más oportuno. Marcó dos goles, pero metió el que más le duele al rival: el que se encaja en el último minuto, cuando ya no tienes capacidad de reacción, cuando tus esperanzas de ganar se esfuman y llega la rabia y la impotencia.

Una pena que Sergio Ramos tuviese que verlo desde el vestuario. ¿A que fastidia? Pero alguna vez le tendría que tocar al Real Madrid, equipo experto en decidir un partido en las ultimas jugadas gracias a la aportación del jugador de Camas, que saca a su equipo de más aprietos que su tridente galáctico.

Y es que la BBC, con Bale lesionado, Benzemá que no da pie con bola y Cristiano pasando una de sus peores rachas profesionales… es todo postureo.

Qué hacer con la BBC definirá a Zidane

Estaban los cuchillos, incluido el mío, afilados contra Zidane por sus desastrosas decisiones en el derbi ante el Atlético, cuando de repente le dio al Barça por perder en Málaga y lo tapó todo. Definitivamente, el galo es un tío con suerte, lo que no es poco en el mundo del fútbol.

Bale, Benzema y Cristiano

Bale, Benzema y Cristiano (EFE)

Confío el técnico en el equipo de gala, en el que salió en Milán para conquistar la Undécima. Suena a decisión lógica. Los estados de forma le dieron igual. Y bueno, no fue del todo mal la cosa, pues el Madrid dominó, fue mejor y creo más ocasiones de gol. No muchas, pero más.

Ya por delante en el marcador, llegó el caos. Era obvio que el Atlético se iba a ir arriba a por el gol del empate, el partido le pedía a gritos a Zidane que sacara otro centrocampista para controlar más el balón y a su rival. Y el galo quitó a Kroos para meter a Isco. La BBC, intocable de nuevo.

Hubo una época en el que a la BBC se le comparó con la MSN. No hace tanto, de hecho. Ahora, suena a risa. Para igualar a Cristiano con Messi, tienes que ser muy creyente. Comparar las cifras goleadoras de Benzema con las de Luis Suárez me hace tener tendencias homicidas. Y Bale, el único que podría aguantar el pulso con Neymar, se lesiona cada dos por tres y ha vuelto hecho un desastre.

Lo que quiero decir con esto es que Messi, Suárez y Neymar son intocables y bien hace Luis Enrique en dejarles en el campo siempre, especialmente en partidos decisivos. Pero no pasa lo mismo con el tridente del Madrid, especialmente con Benzema y el actual Bale. Porque el equipo blanco tiene una cosa que no tiene su eterno rival, un banquillo espectacular. Ahí está Isco, pidiendo más minutos en partidos importantes. Y Asensio, todo talento. También Kovacic, un centrocampista ideal para los minutos finales de partidos como ante el Atlético.

Ahora llega el partido en Múnich, ante el Bayern. Allí se ganó 0-4 con la BBC en el ’11’, por cierto, pero no conviene confiar siempre en los milagros. En esta eliminatoria, Zidane deberá decidir qué tipo de entrenador quiere ser, y eso dependerá de cuántos minutos jueguen Bale y Benzema. Porque Cristiano es otra cosa.

 

 

Real Madrid: toca sobrevivir sin sus tres mejores jugadores (y Cristiano no es uno de ellos)

¿Se imaginan un Barça con Messi, Neymar y Luis Suárez lesionados a la vez? ¿Qué pasaría con ese equipo? ¿Iría líder de la Liga?

Modric y Bale

Modric y Bale se abrazan tras marcar un gol a Osasuna (EFE).

En esos parámetros se debe analizar la actual situación del Real Madrid. Los tres jugadores más importantes del equipo, que son Modric, Bale y Marcelo, están de baja y el conjunto blanco debe sobrevivir como pueda a esa circunstancia.

La última vez que Cristiano completó un regate el entrenador era Mourinho y ahora solo está para aportar goles, y no tantos como antes. Benzema sigue siendo ese ‘9’ fantasma que maravilla un partido y desaparece cinco, y el resto son formidables complementos, grandes jugadores, pero que no deciden partidos. No me refiero, por supuesto, a Sergio Ramos, cuyo cabezazo salvador otra vez estuvo a punto de llegar en Vigo, pero esta vez no hubo milagro.

Este es el panorama que le espera a Zidane en las próximas semanas, unos partidos en los que el objetivo es tratar de perder los menos puntos posibles y salvar como se pueda la eliminatoria ante el Nápoles en la Champions. La Copa del Rey da grandes alegrías, de eso no hay duda, pero no era una prioridad. En la mente de todos los aficionados blancos está ganar por fin una Liga (que ya han pasado nada menos que cinco años desde la última) y ser el primer equipo en la historia de la Liga de Campeones en lograr revalidar el título.

¿Por qué Koke llama “maricón” a Cristiano Ronaldo y las críticas (y mofas) son para el portugués?

Tengo que reconocer que a veces leer las redes sociales y los comentarios de las noticias es bastante desalentador. El último ejemplo, el del ‘intercambio de pareceres’ entre Cristiano Ronaldo y Koke en el que el atlético llamó «maricón» al portugués.

Koke y Cristiano

Koke y Cristiano se encaran durante el Atlético – Real Madrid (EFE).

La verdad es que cualquiera que haya jugado al fútbol sabe que muchas veces en el campo se dicen cosas que no se piensan, que las reacciones en caliente son irracionales en demasiadas ocasiones. No me sorprende ya nada de lo que se diga en un campo de fútbol. Pero lo que sí me alucina (bueno, no tanto en realidad…) es que la gente lea una noticia con el titular «Koke me llamó maricón y yo le he dicho ‘un maricón sí, pero lleno de pasta, cabrón'» y se ceben con el portugués porque es un chulo o, directamente, se diga que «por fin Cristina ha confesado que es gay» (frase real y literal) o comentarios similares.

No sé si es por el odio que se le tiene a Cristiano o porque, al final, seguimos viviendo en una sociedad homófoba pese a todo. Probablemente sea por ambas cosas. Pero la verdad que me parece ciertamente asqueroso muchas de las cosas que he leído con respecto a este tema.

La renovación de Cristiano Ronaldo: una hipoteca demasiado alta

Sinceramente, estoy muy preocupado. Y, como yo, muchos amigos madridistas. Porque viendo el partido ante el Leganés, y prácticamente todos los de esta temporada, me parece aterrador pensar en que Cristiano Ronaldo vaya a estar cinco temporadas más en el Real Madrid.

Cristiano Ronaldo

Cristiano Ronaldo en el partido ante el Leganés (EFE).

Siempre digo lo mismo con el luso. Dudar de lo que ha hecho es necio. Pero una renovación no debe hacerse por lo que un jugador ha dado, sino por lo que va a dar. Y lo que va a dar Cristiano tiene pinta de que va a ser menos, mucho menos que lo que él acostumbraba hasta ahora.

Se trata de un jugador especial, distinto. No va a aceptar nunca un rol secundario, y tampoco uno en el que él no sea el actor principal. Este equipo es cada vez más el de Bale y menos el suyo, y va a ser difícil que lo asuma. No va a admitir que se le cambie como a cualquier otro jugador, porque él no es cualquier jugador. Y su rendimiento ya no es el de un futbolista imprescindible, el de uno que no deba rotar e incluso quedarse de vez en cuando en el banquillo. Y va a ir a menos, salvo sorpresa, con el paso de los años.

El asunto puede acabar mal en cuanto un entrenador, Zidane o el que corresponda, decida que ya no está para ser titular. O que debe ser cambiado con relativa frecuencia. No lo va a admitir, ni a asumir. Ese va a ser el gran problema.

Lo único bueno de esta renovación es que, en caso de descontento del luso ante su situación (que llegará, no lo duden), siempre se le podrá traspasar y sacar una buena millonada, porque siempre va a tener un cartel espectacular, sus incontables goles le avalan.

Por Raúl Rioja @RaulRiojaZubi, antes de Cristiano, ahora de Bale. 

El día que Zidane quedó en evidencia por su fe ciega en la BBC

Es curioso cómo, con cada entrenador de la historia reciente del Real Madrid, la historia se repite, cómo todos acaban encorsetados por una idea: la BBC es intocable, inamovible.

Zidane y Benzema

Zidane y Benzema se abrazan en la banda (EFE).

Le pasó a Ancelotti, también a Benítez, y ahora a Zidane. Como Morata se estaba ganando más minutos a base de ganas, empuje y, sobre todo, goles, la solución del entrenador galo no fue otra que alinear al canterano junto a Bale, Cristiano y Benzema. Un 4-2-4, como si se tratara de los años 70 o de una alineación de la Play.

Y no, el fútbol no es eso. No es poner a los mejores en el campo sin más. No se pueden poner juntos a cuatro delanteros sin correr el riesgo de perder el centro del campo incluso ante un equipo menor como el Legia. Más si tus centrocampistas son Toni Kroos y Kovacic, no precisamente destacados por sus virtudes defensivas.

Si Zidane triunfó la temporada pasada fue por el respeto que le tienen los jugadores. Sus decisiones no eran puestas en cuestión por el vestuario. Si James tenía un papel residual, nadie levantaba la voz, por más que hubiera costado 75 millones. Es lo que tiene haber sido un dios del fútbol, que hasta ha podido cambiar alguna vez a Cristiano Ronaldo sin que haya un terremoto.

Ante el Legia traicionó todo eso. Las buenas actuaciones de Morata debían ser premiadas, pero a costa de Benzema, o quizás de Cristiano, aunque sea utópico. Un descanso a Bale tampoco está de más de vez en cuando, dada su propensión a lesionarse. Pero Zidane eligió juntarlos a todos, y el resultado fue el desastre que todos vimos.

Ya dijo el galo al llegar que la BBC era intocable, y lo repitió hace pocas semanas cuando se le volvió a preguntar por ello. Y con esa frase se mete en problemas él solo.

Por suerte, no era un partido decisivo y el resultado solo complica las cosas en la Champions al Real Madrid, al menos a priori. Y deja en un muy mal lugar a Zidane. Seguro que no se vuelve a repetir.

El Balón de Oro debe ser para Cristiano… o para Gareth Bale

«Está claro que Messi es el mejor jugador del mundo», me decía hace un momento una compañera. Y como no voy a discutir esa afirmación, básicamente porque por desgracia es la más cruda realidad, quiero recordar una cosa: el Balón de Oro es un premio que reconoce al mejor jugador de ESE AÑO, independientemente de que sea el mejor del mundo o no.

Cristiano y Bale

Cristiano y Bale, abrazados (EFE).

Pues bien, una vez aclarado eso, vamos a repasar los grandes triunfadores colectivos de la temporada. Por un lado tenemos al Real Madrid, que ganó otra vez la Champions pese a esa eterna crisis que le persigue desde hace ni se sabe. Por el otro, tenemos a Portugal, que contra pronóstico se llevó la Eurocopa pese a que los más puristas se llevaran las manos a la cabeza porque el juego no es el que a ellos les gusta.

¿Qué jugador tienen ambos en común? Sí, Cristiano Ronaldo. Vale, también Pepe, pero creo que con su nominación se puede dar más que por satisfecho. Ayer mismo criticaba el mal momento de forma del portugués en este arranque de campaña, pero en un año en el que ha marcado más goles que nadie y se ha llevado los dos títulos más importantes de la temporada, resulta más que complicado encontrar un argumento en contra de que se lo lleve el luso por quinta vez más allá de que algunos le consideren un chulo, un egoísta, un creído y demás cosas similares que se dicen de él.

La última estupidez fue precisamente ayer, cuando tras marcar Morata, Cristiano levantó el brazo para celebrar el tanto, miró después al linier para ver si lo había anulado y muchos (pero muchos) dijeron que estaba… ¡¡¡pidiendo fuera de juego!!!

El único que puede discutir el Balón de Oro de Cristiano es Gareth Bale. El extremo fue tan importante o más en la Champions del Real Madrid y, pese a que se ha llegado a decir de él hasta que no sabe jugar al fútbol, cogió a una selección menor, limitada y sin talento para llevarla hasta las semifinales de la Eurocopa en una exhibición de liderazgo impresionante.

Porque Griezmann perdió las dos finales que jugó (fallando un penalti clave en una de ellas), Messi desapareció en Champions en la eliminación ante el Atlético y también falló una pena máxima en la final de la Copa América ante Chile y los méritos de Neymar y Luis Suárez, aun con sus buenas campañas, son insuficientes para ser coronados mejor del mundo.

El Balón de Oro debe volver al vestuario del Real Madrid. Y si no piensas igual… aquí está nuestra encuesta para que te pronuncies.

Ni Messi ni Cristiano, la pelea por el Balón de Oro aburre

Monotonía, rutina, aburrimiento… eso es lo que me provoca pensar en otra ceremonia de entrega del Balón de Oro en el que el ganador sea Cristiano Ronaldo o Leo Messi. Parece que no haya más jugadores en el mundo que merezcan tal distinción. Puede que sea cuestión de moda o puede que sea verdad que no hay nadie mejor que ellos, pero ya cansa la lucha constante entre ambos por superarse.

Balon de oro

Messi y Cristiano en la rueda de prensa previa a la ceremonia de 2014. (Archivo)

Cristiano quiere recortar distancias a Leo y hacerse con la cuarta esfera dorada; y Leo quiere distanciarse aún más del portugués para dejar claro —si todavía no lo está—que es el mejor jugador del mundo y nadie puede echarle mano a nivel futbolístico. Una competición a nivel individual que, de seguir así, nunca tendrá fin.

Hoy salió la lista con los 30 nominados, de los cuales podríamos descartar así, en frío y sin contemplaciones, a más de la mitad —que ya no sé ni para qué los nominan— y nos quedaríamos con los mismos de siempre entre los que, aparte de el astro argentino y el portugués, estarían: Griezmann, Bale, Neymar, y Suárez de la LaLiga Santander; Pogba y Payet de la Premier League; y Lewandowski, Müller y Neuer de la Bundesliga. Punto. Lo que decía: rutina. Sin apenas variaciones respecto a los que ocuparon los 10 primeros puestos de las últimas votaciones.

Personalmente, si tuviera que descartar a Messi y a Ronaldo y si pesara más con el corazón que con la cabeza yo se lo daría a Iniesta por su elegancia y solvencia (bueno, ya se lo hubiera dado cuando la selección española estaba en su más alto nivel, en aquella nominación de 2010, justo cuando España había sido campeona del Mundo, pero se lo dieron a Messi…). Dejando sentimentalismos atrás, creo que el que más opciones tiene y el que probablemente se lleve otra vez este año el balón de bronce es Neymar.

Sí, otro delantero. Imprescindible en el Barça e imprescindible con su selección. En 2016 ha ganado su primer oro olímpico con Brasil sub23 en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y consiguió un doblete como azulgrana: Copa y Liga. Buen palmarés para enfrentarse a esta nominación pero seguramente no el suficiente para llevarse el ansiado trofeo.

¡Ya basta! Alguien tiene que parar esto. El problema llega cuando nos paramos a pensar en quién. ¿Quién está a la altura del argentino y el portugués? ¿Quién podría considerarse ‘el tercero en discordia’ en la lista de los mejores del mundo? Difícil elección.

Hace justo una década que no lo gana un futbolista que no juegue en posición de ataque, desde que lo logró Fabio Cannavaro en 2006. Quizás es hora de cambiar esa tónica y dar la sorpresa. Hagan sus apuestas y dejen las obviedades a un lado, por favor.