Más de dos semanas lleva el Barça rodeado de polémica arbitral. A favor, en contra… da igual el colegiado que pite el partido que siempre aparecen jugadas polémicas, quejas y disputas por su actuación. Ayer, para no ir más lejos, los jugadores del Barça se quejaron de la actuación de José Luis González González, pero no fueron los únicos.
Los aficionados de la Real manifestaron su enfado en el campo con una Tamborrada de silbidos. Y los jugadores lo hicieron ante la prensa y a través de las redes sociales. Illarramendi, Raúl Navas, Íñigo Martínez, Zurutuza, Sergio Canales… Es decir, casi la plantilla al completo se quejó de la actuación arbitral.
Las jugadas polémicas estuvieron presentes en gran parte el encuentro. Los donostiarras reclamaron un fuera de juego inexistente, y las expulsiones de Messi y Neymar por doble amarilla. No se produjeron, pero tampoco ellos dejaron jugar al Barça. Faltas, interrupción del juego y hasta dos agresiones que reclaman algunos medios de la ciudad condal.
Al partido no le faltó de nada. Hubo incluso sorpresas: Gerard Piqué no quiso comentar la actuación arbitral en un vídeo en el que contestaba a sus seguidores: «No voy a hablar del tema de los árbitros que está calentito», dijo el central azulgrana, como si alguien le hubiera dado lecciones de modales... Pero no le falta razón. El Barça lleva todo el año inmerso en polémicas y ayer había que celebrar el fin de la maldición.
Por fin, después de 10 temporadas el club catalán consiguió ganar en Anoeta. Y no fue una victoria cualquiera. Neymar, de penalti con paradiña incluida (que solo un experto como él se atreve a hacer), ha otorgado al Barça una ventaja importante a la hora de alcanzar las semifinales de Copa. El rey de copas está más cerca de lograr otra.
Además, los culés llevan tres victorias consecutivas muy importantes para remontar el vuelo. Luchar por la Liga y meterse en la final de la Copa del Rey son los objetivos más próximos. Parece que el camino a seguir es este. Eso sí, las polémicas hay que dejarlas de lado.