El final del partido entre Alavés y Atlético de Madrid ha dejado unas lamentables imágenes. En la última jugada del partido, una falta que los locales colgaron al área, hemos visto un repugnante intercambio de escupitajos entre el delantero brasileño de los vitorianos, Deyverson, y el central uruguayo de los madrileños, Godín.
Aquí podéis ver los vídeos (no aptos para estómagos sensibles):
Feisimo gesto de Deyverson con Godin pic.twitter.com/682UVHUKTS
— Ruben. (@RubenGarcia_9) 28 de enero de 2017
@RubenGarcia_9 y Godin le responde pic.twitter.com/EMl8KaUlIG
— Ruben. (@RubenGarcia_9) 28 de enero de 2017
Como colchonero he de admitir que la reacción de Godín es la incorrecta, pero no puedo ni quiero obviar que ha sido el brasileño el primero que ha lanzado un salivazo a su rival. No voy a andarme con rodeos: si yo hubiera sido Godín, no hubiera respondido de mi respuesta.
En el fútbol vemos entradas fuertes, duras, agarrones, empujones. Para mí, ninguna de ellas es tan grave como escupir a un rival. Ni siquiera el peor de los insultos. Además de lo asqueroso del propio acto en sí mismo, me parece que es la forma máxima de menosprecio.
PD: No, no es el único escupitajo reciente.
Ramos se dio cuenta que Aspas iba a ser atacado por una mosca radiactiva y le tiro una escupida y la mato Ramos Héroe pic.twitter.com/vq2nZT3ZsE
— Joan Gamper © (@Ronnibenitez) 21 de enero de 2017
Venga, y en navidad llevamos juguetes a los niños enfermos porque somos sus ídolos y su ejemplo a seguir en la vida.
28 enero 2017 | 19:51
Totalmente de acuerdo. Yo si soy Godín le suelto un «cara anchoa» y me quedo tan ancho. Y luego roja directa, sí, pero muy a gusto.
30 enero 2017 | 13:15