Archivo de junio, 2018

La gran injusticia de la selección española: Gabi no tuvo sitio, ellos sí

Gabi, en el centro, rodeado de futbolistas que fueron internacionales (ARCHIVO).

Esta semana, los atléticos nos encontramos con una noticia inesperada: siete años después, Gabi, el capitán, se va a Catar para afrontar la recta final de su carrera. Con el madrileño se va un trozo del escudo, un símbolo del mejor Atleti de los últimos tiempos, del Atleti del Cholo. Se va una auténtica leyenda, con más de 400 partidos con la casaca rojiblanca. Pero aprovechando que se va a Catar y que la selección española está jugando el Mundial de Rusia, no está de más recordar que con él, con Gabriel Fernández Arenas, se ha cometido una de las mayores injusticias de la historia de la selección española.

Gabi deja el fútbol de élite con cero internacionalidades absolutas con España. Un futbolista que jugó 7 partidos con la sub-20 y 12 con la sub-21. Un jugador que ha ganado una Liga, una Copa del Rey, dos Europa League, que es doble subcampeón de Europa, supercampeón de España, supercampeón de Europa… y todos estos logros, como titular y capitán del mismo club.

En cambio, Gabi nunca tuvo sitio en la selección. No ya solo en ningún partido de competición internacional, ninguno oficial, sino tampoco en un mísero partido amistoso.

Los predecesores de Fernando Hierro no tuvieron a bien convocarle. Evidentemente, es difícil llegar a la selección, aunque pensando en otros jugadores que sí han sido internacionales, la idea cambia.

Es decir, mientras Gabi nunca se enfundó la roja, hay jugadores que sí podrán contarle a sus nietos que la vistieron, pese a tener muchísima menos relevancia que el madrileño en sus clubes o en su carrera al completo.

Tomando en cuenta el inicio de la segunda etapa de Gabi en el Atlético (2011), en ese tiempo sí han sido internacionales jugadores como Manu del Moral, Javi García, Susaeta, Mario Suárez, Christian Tello, Michu, Alberto Moreno, Raúl García, Munir, Camacho, Aleix Vidal, Juanmi, Mario Gaspar, Etxeita, Diego Llorente, Fornals, Viera o Suso. Con todos mis respetos para ellos (y entre ellos hay algunos que fueron internacionales con la camiseta del Atleti), no creo que ninguno mereciera más la internacionalidad que Gabriel Fernández Arenas.

Gabi, por cierto, nunca dijo una palabra más alta que otra. Mientras algunos han reclamado más presencia en la selección, el madrileño siempre dio lo mismo: humildad, silencio y trabajo. Por eso, van a permitirme que yo, desde estas líneas,  recuerde la gran injusticia que se ha cometido con él.

Ni Cristiano es tan bueno, ni Messi es tan malo

El Mundial de Rusia empezó muy diferente para los que seguramente sean los dos mejores jugadores del mundo en este momento. Cristiano puso su objetivo en la portería y en el primer partido (precisamente ante España) se marcó un hat-trick que lo pone como uno de los máximos goleadores y de los mejores de la fase de grupos.

Messi celebra su gol ante Nigeria. EFE

Messi celebra su gol ante Nigeria. EFE

Messi, por su parte, falló un penalti en el primer encuentro en el que su país terminó empatando 1-1 ante Islandia y no pudo solventar la derrota ante Croacia (0-3), lo que avivó los ánimos de sus haters, que ya presagiaban la eliminación de Argentina en la primera ronda. Un desastre que probablemente haría que Leo renunciase (ahora sí que sí) a vestir la camiseta de su selección debido a la presión que recae sobre él; y para Ronaldo un empujón más hacia el Balón de Oro 2018, al que muchos ya lo ven como favorito.

Pero… ni Cristiano es tan bueno, ni Messi es tan malo. El luso falló ayer un penalti ante Irán que puso a Portugal en la cuerda floja y al límite de la eliminación (y apenas se le criticó). Y el mejor Messi apareció hoy ante Nigeria para elevar a Argentina al segundo puesto de su grupo y clasificarla para unos octavos de final que veían muy lejos antes de que el crack marcara el primer gol del partido.

Uno empezó bien y acabó mal, al otro le pasó al revés. Pero los dos están en la misma situación: unos octavos de final que sin ellos no tendrían la misma emoción. En esa ronda eliminatoria se enfrentarán a dos selecciones difíciles y con muchos hombres (y nombres) peligrosos. Portugal se las verá ante la Uruguay de Luis Suárez y Cavani; y Argentina ante la Francia de Griezmann y Mbappé. Dos enfrentamientos que dejarán el Mundial cojo, sin dos de las grandes selecciones candidatas al título, pero que serán la mar de interesantes.

¡A disfrutarlos y que gane el mejor!

Lopetegui despedido, el día más vergonzoso de la historia del fútbol español

A nadie le ha importado absolutamente nada la selección española, a nadie. Ni siquiera a su nuevo presidente. Su carta de presentación ha sido que su orgullo es lo importante, que a él nadie se la juega. Y si se tiene que cargar un proyecto ilusionante, lo hace. Un ‘a mí nadie me la juega’ de manual. «Un mensaje claro para todos los trabajadores de la RFEF», dijo, textualmente. Lopetegui, a la calle, por traidor.

Luis Rubiales

Luis Rubiales (EFE).

Mención especial merece también el periodismo deportivo. Vergüenza de profesión. Su presión mediática ha sido brutal, (casi) ni un solo medio sin su artículo despellejando a Lopetegui y, por supuesto, al Real Madrid. Los que llevan años diciendo que lo más importante es la selección española, los que acusaban a Mourinho de cargarse el ambiente, los que tanto defendían a Del Bosque por amiguismo, son los que han hecho lo imposible para que sucediera la destitución. Por tierra, mar y aire han llegado los ataques para que el futuro entrenador del Real Madrid no dirigiera a España.

Los aficionados también tienen lo suyo, por supuesto. Ayer, en una encuesta sobre si el seleccionador debía ser destituido, casi la mitad decían que sí. Es decir, preferían que España se quedara sin entrenador a dos días del debut en el Mundial antes de que lo entrenara Lopetegui. Antes de que lo dirigiera el que va a ser entrenador del Real Madrid.

Los que iban con Argentina, los que hubieran celebrado como locos un gol de Messi que eliminara a España en el Mundial, se han hecho los indignados porque el Real Madrid desestabilizaba a la selección que no querían que ganara el Mundial.

Les dejo una pregunta para reflexionar: ¿Hubiera pasado esto si Lopetegui anuncia que se va al Manchester United o al Paris Saint-Germain? La respuesta es obvia: NO. España ya tiene en su haber el día más vergonzoso de su historia futbolística. Enhorabuena a todos los responsables, y ya saben: ni se les ocurra discrepar con Rubiales. Nuevo presidente, viejas formas.

Falta de respeto de Lopetegui a la selección

No era el momento para anunciar que dirigiría a otro equipo. No era el momento para que la selección española se quedara sin entrenador (pese a que todos pensábamos que seguiría hasta que terminara el Mundial de Rusia, ¡Pues no!). Julen Lopetegui y el Real Madrid se han precipitado al anunciar un acuerdo que le ha destituido como seleccionador. Y la más perjudicada en esto es la Roja. Con un mundial a punto de comenzar, lo que más hace falta en el grupo es la concentración. Una concentración que, da igual de qué equipo sean los jugadores, se esfuma con una noticia de esta clase.

Concentración de España en Krasnodar. EFE

Concentración de España en Krasnodar. EFE

Los del Madrid, dice algunos medios afines, ya sabían la noticia antes de concentrarse con todo el equipo. Por eso, argumentan, la noticia se ha desvelado. No vaya a ser que alguno de ellos metiera la pata y entonces sí eso se tradujera en una hecatombe. Pero… ¿no son lo suficiente mayorcitos como para guardarse para sí mismos una noticia de este calibre? Parece que no.

Y ahora me surge otra duda, ¿no era mejor esperar a que España ganara el mundial y decirlo en ese momento? Con la euforia y la emoción de volver a ser campeones del mundo todo iría más fluido y el recibimiento en el Bernabéu de Julen sería inmejorable. Pero, ¿qué pasa? ¿que no estamos convencidos de que la selección pueda volver a ser la reina del mundo? Porque parece que el anuncio de Lopetegui como entrenador del Real Madrid se ha precipitado para evitar después críticas malsonantes al fichaje de Florentino. Entonces, mejor ahora, que todavía su labor como seleccionador no había sido tachada de desastre.

¿Y dónde queda el bien de la selección en este momento? En un segundo (o tercer, cuarto, quinto…) plano. Y eso, a dos días del que España juegue su primer partido del mundial, es una falta de respeto. Tanto para los jugadores que dan todo en el campo, para el país y, sobre todo para los aficionados. Algunos hasta se han desplazado a Rusia dejándose el sueldo del año para poder presenciar otro hito de la selección. Y ahora les están metiendo el miedo en el cuerpo con una falta de compromiso evidente. Ojalá España gane, porque creo que Lopetegui se arrepentirá de haber tomado en mal momento esta decisión.

Griezmann quiere ser el centro de atención: ya está bien, Antoine

Antoine Griezmann, este sábado en Lyon, donde la selección francesa se enfrentó en un amistoso a Estados Unidos (EFE).

El otro día, mi compañero de blog Raúl Rioja daba un buen repasito a Cristiano Ronaldo por su lamentable actitud durante los primeros instantes de la celebración de la decimotercera Champions del Real Madrid. El luso demostró una actitud egoísta y caprichosa que empañó la fiesta blanca. Pues bien, estos días se está viviendo algo parecido con otro crack del fútbol mundial: Antoine Griezmann. Y los afectados son tanto el Atlético de Madrid como el FC Barcelona.

Este domingo, en una entrevista en la cadena gala TF1, el jugador de Mâcon fue preguntado por su futuro. Griezmann dijo que «en España algunos dicen que me quedo, otros que me voy y yo… lo diré antes de que juguemos el primer partido. El Mundial para Francia comienza el sábado (16). Aún hay tiempo».

El jugador galo se asegura así que de nuevo cada gesto que haga, cada cosa que diga, cada cosa que comparta en sus redes sociales será analizado hasta el máximo detalle por los medios de comunicación y por los aficionados del Atleti, que confían en que se quede, y los de Barcelona, que quieren que se incorpore a ellos (sospecho que no tanto por temas deportivos como por temas de prestigio).

Griezmann es plenamente consciente de la expectación que está generando su silencio. Lo está haciendo a propósito. Por eso, ante la pregunta de por qué está alargando tanto su decisión (o la revelación de la misma), las posibles respuestas no le dejan en absoluto en buen lugar. Las cartas están sobre la mesa, las ofertas realizadas. ¿Qué le impide decir ya lo que va a pasar?

En mi opinión nada. Creo que es simplemente el placer de sentirse el centro de atención. A él le podrá parecer divertido, pero hay dos equipos que planificar y dos aficiones para los que su club es mucho más que una obscena nómina. Ni siquiera creo que al seleccionador francés, Didier Deschamps, le haga gracia este sainete.

Por todo ello, sea lo que sea que hayas decidido, dilo. Basta ya, Antoine.

Zidane: el entrenador que fue menospreciado y ahora todos echan de menos en el Real Madrid

Florentino Pérez y Zidane

La mirada de Florentino Pérez a Zidane representó a la perfección al madridismo (EFE).

Nada mejor para darte cuenta de lo que quieres a tu novia que darte, una mañana que te dice que tenéis que hablar, que te va a dejar. Y eso fue lo que le pasó al madridismo, en su gran mayoría, con Zidane: tanta crítica, tanto «es un alineador», tanto desprecio a cómo ha llevado al equipo para darse cuenta de lo importante que es, de la HISTORIA, con mayúsculas, que ha hecho en el Real Madrid. Leyenda absoluta como jugador y como entrenador.

Es este un país poco acostumbrado a las dimisiones, también en el mundo del deporte. Y nadie se da cuenta de lo importante que es irse a tiempo, más aún en los mejores momentos. Pasó con Iniesta, con el que muchos no entienden que se vaya del Barça cuando aún está a un gran nivel, y pasa con Zidane, que hace lo mismo que como jugador, irse en lo más alto.

Pero la decisión no puede tener más lógica, analizada en frío. Él ha vivido desde dentro lo que ha pasado en el vestuario, como el grupo no ha sido capaz de ser competitivo en el día a día, los constantes tropiezos en Liga, la dolorosa eliminación copera. Intuía que el año que viene, si seguía, iba a ser más de lo mismo, todo a una carta, fiar la temporada a ganar de nuevo la Champions.

El club blanco afronta ahora el verano más difícil en muchísimo tiempo, con la misión de encontrar un sustituto a la altura de su antecesor y con temas sobre la mesa tan candentes como el de Cristiano Ronaldo o el de Gareth Bale. Mientras, de momento, honor para Zinedine Zidane, el entrenador que mejor ha comprendido qué es el Real Madrid. Hablar de su flor para explicar sus éxitos queda para los que no entienden nada de lo que es el fútbol y lo que es el banquillo más difícil del mundo.