A FAVOR:
Por Noelia Pérez, @NoeliaPerez13
A Piqué le gusta más la polémica que a un tonto un lápiz y nadie debería sorprenderse. Parece que sus declaraciones, subidas de tono y acusaciones hechas a diestro y siniestro las tiene preparadas al milímetro porque en el momento en el que las aguas están calmadas, que nadie se lo espera: ¡zasca! ¿A qué venía en ese momento hablar de los procesos judiciales en los que están enzarzados Messi y Neymar? A nada, pero él lo soltó. No le importan las críticas, de hecho le gusta estar en el foco del huracán, y dijo lo que todos piensan en Can Barça pero nadie más se atreve a decir.
Bartomeu está más pendiente de salir impune de todas los enredos en los que se ha visto implicado que en pensar en que una posible ‘mano negra’ sea la causante de ellos. Y Luis Enrique… bueno, este ya está más fuera que dentro del equipo.
Volviendo a Gerard, si lo que dice es cierto y tiene constancia de ello no me extraña que haya lanzado la bomba y haya defendido a su club, a sus colores y sus derechos. El hecho de que Marta Silva, «quien imputó a Messi y Neymar» – según sus palabras – fuera secretaria de la Junta Directiva del Real Madrid y haya estado «en el palco del Bernabeu» podría ser sospechoso por sí solo. Pero, ¿y las pruebas? Eso juega en su contra.
EN CONTRA:
Por Raúl Rioja, @raulriojazubi
A Gerard Piqué se le ha ido totalmente de las manos. Hace tiempo que se cree por encima del bien y del mal, y no hay semana en la que no se enfunde la capa de superhéroe, de gran defensor del barcelonismo, para hacer justicia. Porque él es el elegido. El señalado para destapar las injusticias de nuestro país, decirnos “cómo es España” y hacernos ver lo que solo tuiteros ilustres como Fonsi se atreven: que Florentino está detrás de todo.
Sí, en el mundo de Piqué, Messi es inocente y no defraudó a Hacienda. Pero el presidente del Real Madrid se llevó al palco a la ex abogada general del Estado y urdieron un plan para intentar enchironarle. También, ya que estaban, tramaron algo para intentar encalomar a Neymar. Su fichaje fue muy limpio, pero ya saben, la mano que mece la cuna de este país (Florentino, por supuesto) hizo que se investigaran las irregularidades hasta en Brasil. Y a Cristiano no se le investiga porque es del equipo del Gobierno.
Piqué, solo este año, ya se ha mofado de los sorteos de la Champions, ha cargado contra TVE, ha señalado a Tebas con un dedo acusador tras un partido por los arbitrajes y ahora acusa al Madrid de influir en los juicios de Messi y Neymar. Este país se le está quedando pequeño, por lo que ahora debería ir a por Trump. Nadie dijo que ser un superhéroe fuera fácil, Gerard, tocan retos mayores.