Árbitros, árbitros y más árbitros. Solo de eso se habló después del partido disputado en el Estadio de la Cerámica, pero allí pasaron más cosas, muchas más cosas. Y, aun con la victoria, destapó bastantes problemas que tiene este Real Madrid que lleva un 2017 muy irregular tanto en juego como en resultados.
Vamos con ellos:
- Karim Benzema. Lleva los mismos goles que un centrocampista poco goleador y que no es titular (Isco), uno menos que el central del equipo (Sergio Ramos), dos menos que un jugador que ha estado tres meses sin jugar (Bale) y tres menos que su suplente (Morata). Lo de Benzema es cada vez más difícil de defender, y ante el Villarreal desesperó con sus fallos ante la portería contraria. Un buen día como el del Nápoles no justifica que lleve 5 goles en Liga esta temporada.
- Isco. Es, posiblemente, el jugador más en forma del equipo. ¿Es eso un problema? Sí, si no tiene hueco en el equipo. Casemiro, Kroos y Modric son innegociables para Zidane en el medio y la BBC arriba, también. Otra vez lo mismo, demasiado inmovilismo, demasiado miedo al cambio en el Real Madrid. Isco se está ganando ser titular en la mayoría de partidos, y es Zidane el que debe ver cómo hacerlo con rotaciones y suplencias de jugadores menos en forma.
- Keylor Navas. Ha pasado de pararlo todo a que casi cada tiro que va a puerta sea gol y nadie tiene explicación para ello. De una temporada fabulosa, a otra mediocre. Esta vez, ningún pero a los goles que encajó, pero pasan los partidos y no le da puntos a su equipo como sí sucede, por poner un ejemplo, con Ter Stegen en el Barça.
- Mala defensa, desconexiones constantes. El Madrid no se relaja en su juego ofensivo, ataca sin descanso siempre, pero atrás encaja con una facilidad asombrosa. Marcelo remonta partidos con sus goles, pero su banda es un agujero negro. La baja de Varane, que estaba siendo un desastre, debe aportar mayor rigor defensivo al equipo. ¿Por qué Nacho juega tan poco de central si está siendo el más seguro del equipo?Benzema ante el Villarreal (EFE).