Archivo de septiembre, 2016

Sergio Ramos casi acaba expulsado de nuevo: héroe en mayo, mediocre el resto del año

El héroe de cada mes mes de mayo, el de los cabezazos imposibles, ya está en ‘modo invierno’. Sergio Ramos es un jugador que elegiría sin dudar para jugar una final. Hace apenas unos meses, en la final de la Champions de Milán, no solo fue el autor del único gol del Real Madrid y anotó su penalti en la tanda, también fue el verdadero líder del equipo.

Ramos y Hernán Pérez

Hernán Pérez dispara y el balón da en la mano de Sergio Ramos en el Espanyol – Real Madrid (Captura TV).

En los momentos en los que mejor estaba el Atlético, más apareció Ramos. Tirando de sus compañeros, animando a todos, levantando con sus gestos al público madridista que se desplazó a Milan. Fue, en definitiva un líder, un verdadero capitán.

Y en esas que ha llegado la liga, y nos volvemos a encontrar con algo que por común empieza a ser cansino: la peor versión de Sergio Ramos. Con excesos de confianza, fallos de juvenil y errores impropios de un jugador de su jerarquía. No hay partido en el que no tenga un fallo importante. «¿En qué minuto será la ‘Ramada’ hoy?», pregunta con sorna y acierto un amigo en las redes sociales antes de cada partido de los blancos.

Ante el Espanyol, un ejemplo más. Un mal control le costó la amarilla cuando apenas había pitado el árbitro el principio del partido. Exceso de confianza habitual en el sevillano. Le tocó jugar todo el partido con una amarilla y casi acabó expulsado, algo habitual en su carrera. Un disparo Hernán Pérez le golpeó en el brazo y, aunque de manera involuntaria, bien pudo haberle sacado el colegiado la segunda amarilla dejando así a su equipo con diez toda la segunda mitad.

Ramos es, centrado, uno de los mejores centrales del mundo, y en Milán lo demostró. Lástima que decida brillar solo en las ocasiones especiales y ser mediocre el resto de la temporada. Porque si algo se le pide a un gran central es regularidad, que no falle nunca. Justo lo que no aporta el camero.

Por Raúl Rioja, @RaulRiojaZubi, madridista.

Al ‘Gato’ le han traído un perro aún más feroz

Corría el minuto ochenta y algo, y había gente que pensaba que el Real Madrid iba a perder solo porque el rival había jugado mucho mejor e iba perdiendo 0-1. Qué cosas.

Álvaro Morata

Álvaro Morata celebra su gol al Sporting (EFE).

El Sporting fue bastante mejor que los de Zidane en muchas fases del partido y mereció sacar algo positivo del Bernabéu, quizás hasta ganar. Y en esas que el Madrid se encontró con una falta en la frontal, muy parecida a otras 250 que Cristiano ha mandado a las nubes en los tres últimos años. Pues bien, esta vez le dio por meterla, el primer gol de libre directo que marca habiendo realizado un buen lanzamiento. Ahora que Bale se encargaba de lanzar las del perfil más favorable a los zurdos, marca Ronaldo desde ese lado.

Con el tiempo cumplido, como tanto le gusta a los madridistas, llegó el gol de Morata. Después de que Benzema se arrastrara por el campo durante casi 70 minutos, la entrada del canterano fue un soplo de aire fresco, le dio al ataque el mordiente que no le dio el galo, que no se sabe muy bien a que ha dedicado el tiempo desde la final de la Champions allá por el mes de mayo.

Morata tiene pinta de haber hecho una mili en Turín que le ha sentado pero que muy bien y su inicio de temporada es un aviso serio para Benzema, al que no le gustaba la competencia con Higuaín y que ha vivido demasiado bien estos últimos años.

Al ‘Gato’ le han traído un perro aún más feroz que el anterior.

La audiencia del derbi de Manchester y cómo la Premier va ganando en interés a LaLiga hasta en España

Organizando el calendario futbolístico del pasado fin de semana, sin duda había un partido prioritario sobre los demás: El United – City. El derbi de Manchester era mucho más que el morbo de ver ese saludo (que al final fue pseudoabrazo) entre Mourinho y Guardiola, era ver cómo habían modificado ambos entrenadores a dos equipos que el año pasado no estuvieron a la altura de lo que se esperaba de ellos.

Mourinho y Guardiola

Mourinho y Guardiola se abrazan antes del derbi de Manchester (EFE).

Siendo ese partido total y absolutamente prioritario en la agenda de cualquier amante del futbol, sorprendió ver que a la misma hora había puesto la Liga el partido entre el Celta y el Atlético de Madrid. Un buen partido, sin duda, pero el interés de todos aquellos aficionados que no fueran de ambos equipos estaba en otro lado en ese momento.

Pues bien, hoy nos ha dejado un dato interesante Ricardo Sierra, periodista de Movistar+: hubo más gente que vio el United-City en esta plataforma que el Celta-Atlético. Son datos, conviene aclararlo, solamente de Movistar+, sumando los de Bein Sports la audiencia del partido entre vigueses y colchoneros habrá superado al de la Premier, pero evidencian una mala elección de la hora… y un cierto desinterés hacia la Liga española.

Hay que admitir que la emoción por la Liga (perdón, LaLiga) es cada vez menor. Un año más, veremos una lucha titánica entre Barça y Real Madrid y, con suerte, se colará de nuevo el Atlético de Madrid. Es absolutamente imposible que se dé algo distinto a ello, por mucho que el Alavés fuera capaz de ganar en el Camp Nou, un caso aislado evidentemente. Cada vez que un jugador destaca en otro equipo, se va a otra competición o a uno de los grandes, como hemos visto en el caso del Valencia con Alcácer y André Gomes o del Sevilla con Gameiro. Se tienen que conformar con las migajas el resto, desangrados tanto por los de aquí como por clubes extranjeros (Premier, especialmente), con mucho más dinero.

El argumento de que LaLiga española es la mejor del mundo se puede sostener de momento gracias al dominio de Real Madrid, Barça y Atlético en la Champions en las últimas temporadas y a la gran labor del Sevilla, que ha ganado varias veces la Europa League gracias a los milagros de Monchi fichando.

Ahora es eso precisamente lo que tienen que hacer el resto de clubes, milagros. La competencia con la Premier es ya imposible con los precios desorbitados que se están pagando en Inglaterra, y solo lo rematadamente mal que fichan muchos de ellos (no hay más que ver las millonadas que se han pagado por jugadores mediocres como Benteke, Mangala, Sterling y un largo etcétera) hace que, de momento, no dominen las competiciones europeas.

Pero lo que es innegable es que su competición es, ahora mismo, más interesante, más abierta y mejor organizada y que, como esto siga así, casos como el de este fin de semana con el City-United con más audiencia en una plataforma que el Celta-Atlético puede repetirse con frecuencia. Aquí jamás habrá un Leicester que enamore hasta proclamarse campeón, ni un Tottenham que le quite la plaza de Champions a equipos muy superiores. La liga española se ha visto tan previsible que hace que miremos a otro lado en busca de emociones distintas. Y la Premier espera con los brazos abiertos.