No siempre dispongo de tiempo para leer los comentarios de los posts que publico, sin embargo, con el anterior lo he hecho, concretamente en el que me abría en canal y confesaba haberme vuelto loca por un chico en el pasado. Algunos afirmaban que el belga era “un marica con pinta de macarra”, otros un “soplanucas”. Tal cual.
Soy una persona abierta de mente, dialogante y respetuosa con las opiniones, hasta el punto de que tengo el control sobre los comentarios de mi blog y no censuro ninguno; pero me da mucha lástima comprobar cómo corren buenos tiempos para la homofobia. Y no estamos en uno de esos más de 70 países en los que la homosexualidad se castiga con la cárcel o incluso la muerte.
Me he criado en la normalidad más absoluta en un tema que debería haberlo sido siempre, hasta llegar a contar públicamente en qué consistieron mis primeras experiencias sexuales, sin reparos, a las que no hace falta que acuda de nuevo, ya que google es omnipresente.
La sexualidad no es una opción de vida. Nadie elige ser zurdo o diestro. De la misma manera que algo biológico debería estar exento de toda polémica.
Dicho lo cual, me da miedo y pudor que a mi alrededor existan personas que agredan a los que enarbolan la bandera gay, con la misma lógica que se asesina a los albinos negros en Tanzania o se promovió en el siglo XV El Malleus Maleficarum, un absurdo y misógino manual para reconocer y torturar brujas, donde explicaban que tener el pelo rojo y los ojos verdes era un signo claro de ser una de ellas.
Estos días vivimos “la caza del maricón”, contra aquellos en los que queda en entredicho el destino de su rabo y sus sentimientos.
Es penoso que los prejuicios culturales que muchos adultos transmiten a sus hijos hagan que en las escuelas haya niños que no paren de mirar hacia los barrotes de la verja, camuflando una gran tristeza y deseando regresar a casa para escapar de un infierno con largas llamas de hoguera, más propio de la Inquisición.
Necesitamos desaprender para calmar la homofobia, la bifobia o la transfobia, que tanto daño está generando a pie de calle los últimos días, tal y como exige el colectivo LGTB.
Somos cínicos hasta el punto de enaltecernos al afirmar ser tolerantes y progresistas por tener amigos homosexuales o por no sentirnos molestos si tenemos un hijo con esta “tara” o condición. Contestamos casi todos lo mismo, como muñecos articulados.
Pero aquí va un mensaje para todos los que se limitan a escribir sin pensar, allá y en mi blog, aquellos cuya masculinidad es tan frágil que temen sostener un bolso en plena calle:
La homosexualidad no es una enfermedad, la homofobia, sí; y hasta que encuentren una cura para esta, no me ensañaré más, porque los homófobos, al fin y al cabo, también sois personas.
Avec tout mon amour,
AA
* Ilustraciones cedidas por el artista Xoan Viqueira. ¡Gracias!
Qué difícil es aceptar lo que es diferente a nosotros, a la «mayoría», pero no nos paramos a pensar un poco, a descender en cada uno para averiguar que, al final, todos lo somos.
» todos iguales, todos diferentes » es algo que aprendí hace muchos años y que no se me olvidará nunca, al menos eso espero, es una frase cierta pero que encierra la gran verdad del ser humano.
Gracias por tu reflexión y por tu ejemplo.
03 mayo 2016 | 10:37
En la fotografía, la rubia de la derecha está cosificando a la rubia de la izquierda, y para ella no es más que un mero juguete sexual. No deis difusión a este tipo de comportamientos.
03 mayo 2016 | 11:23
Adriana, ciertamente es imposible de comprender la terrible estupidez humana. Una especie que se llama superior al resto, que se cree centro del Universo, única manifestación de vida e inteligencia en todo él, autoproclamada racional… y que mantenga un mundo tan ridículo e invertebrado, tan inmaduro, tna pleno de fanatismo, violencia y poco uso de espíritu crítico en sus sistemas.
Es tristemente ridículo ver cómo mantienen cercos los humanos, a los que llaman países, cada cerco con sus leyes inmutables y verdades ciertas…, y ver cómo a un solo paso de esa línea absurda imaginaria llamada frontera, que cerca las pocas luces de unos pensamientos cerrados y brutos, aparece un mundo distinto algo más libre, con otras leyes, siendo todos igual de humanos y habitando la misma bola.
El ser humano no es una especie inteligente, Adriana. En el cole nos han estafado. N onos presentaban el mundo como era ciertamente, horrendo, fanático, bruto y absurdo, sectario hasta la médula. Incluso en política, cerrados, blanco o negro, limitando la maravillosa chispa del espíritu libre humano a una represión interesada, instrumentalizada, perversa.
Es lindo que amanezca nueva luz, que el Amor no tenga dueño, que todxs puedan disfrutar como en buena gana les venga, que toda expresión sexual libre es linda, que no hay por qué destrozar el amor y creerse luego hijos del amor. Que no, que eso no es posible, que el amor es aperturista, no cruel ni sectario.
Me encanta verte besando a una chica. La naturaleza humana no es como nos la contaron en los coles hace años, que no. Es falsedad, es fraude educacional, es hipocresía.
El mundo se va enriqueciendo con expresiones artísticas, vitales, gracias a la inclusión de gentes libres. No soy homosexual, me encanta el lado femenino, pero detesto rotundamente a quien teniéndose por hombre abusa e insulta a otros seres por razones sexuales y que tienen el mismo derecho a sentir las lindas vibras de la vida que ellos, o incluso más, porque un ser que niega el amor a otros no debe desarrollar el suyo muy sanamente. Las tradiciones del pensamiento son brutales cuando no se amoldan a los avances generacionales. Es tristísimo ver cómo se mantienen ideas de cuando ni siquiera se sabía cómo respirábamos ni cómo era el planeta que pisábamos. Es tristísimo ver cómo aún hoy al sexo se le mantiene en tabú, como el enemigo de la Humanidad número uno, cuya visión directa o simple conversación sobre sus realidades puede ser más terrible incluso que la visión de bombas cayendo sobre las gentes. Desolada humanidad, poca y paupérrima libertad la que manifiesta. A ver si vienen y alos extraterrestres y nos espabilan, porqeu si son superiores y ma´s inteligentes, seguro que estas taras culturales heredadas las han superado completamente. Amar y dejar amar, qu eel amor no tiene dueños, porque amar es derecho y libertad universal.
03 mayo 2016 | 12:07
Que cada uno haga lo que le de la gana con su cuerpo.
Pero vendernos esa mierda como cosa normal, pues no, ni es normal, ni ley de vida
Los gays, maricones, homosexuales, llamalos como quieras, como personas habra qiue respetarlos, pero ellos tambien han de respetar a los que no hemos nacido con esa «anormalidad» genetica.
Ahgora saldrá algun idiota diciendo que ellos son normales, que los anormales son los demás
03 mayo 2016 | 12:41
Madre que desperdicio la rubia de la derecha de la foto. ¡¡Pero si está para dárselo todo.!!
03 mayo 2016 | 12:49
A la persona que ha escrito:
«Los gays, maricones, homosexuales, llámalos como quieras, como personas habrá que respetarlos, pero ellos también han de respetar a los que no hemos nacido con esa “anormalidad” genética.
Ahora saldrá algún idiota diciendo que ellos son normales, que los anormales son los demás»
No voy a ser el idiota que diga eso, llámame idiota si te digo que en mi opinión la normalidad hoy en día no existe.
Lo normal no existe.
y me da pena que, en base a lo que he dicho, presumáis de que los respetáis cuando los llamáis anormales, que hipocresía…
La vida es la que es y cada uno decide vivirla como le viene en gana, eso es lo que deberían enseñar a comprender desde que somos niños.
03 mayo 2016 | 13:56
Andoba, los anormales son los que opinan como tú y deja la genética en paz que nada tiene que ver. Hay personas, punto. Pero llegar a esa conclusión os cuesta, qué pena
03 mayo 2016 | 14:07
Bravisima
03 mayo 2016 | 15:25
Gracias por este artículo, señorita Abenia.
03 mayo 2016 | 18:19
a parte de censurar lo que no conviene leer, pues nada, menos mal que pones un par de niñas bonitas dandose el filete, porque de poner dos cachas soplacogotes, que asco.
03 mayo 2016 | 23:07
en tanto sean 2 tias besándose, hasta pone. Dos tios da un poco de asquito.
04 mayo 2016 | 12:22
Dice ser jhon dole
en tanto sean 2 tias besándose, hasta pone. Dos tios da un poco de asquito.
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mas que un poco, bastante.
04 mayo 2016 | 13:06
No por el hecho de respetar serás respetado, pero solo el simple ejercicio de intentarlo te dará paz… En la diversidad está el encanto de vivir, en la imposición está la humillación. Vive y deja vivir!
04 mayo 2016 | 17:04
Tienes toda la razón Adriana. Siempre he coincidido con esa opinión, uno nace con sus preferencias sexuales y no se pueden cambiar, quien lo intenta acaba mal psicológicamente. La gente que se cree superior a otras personas porque son homosexuales o bisexuales simplemente son ignorantes, por desgracia hay mucho ignorante en este País y en las redes sociales podemos comprobar día a día como esto es así, pero por fortuna vamos evolucionando y ahora estas personas viven su sexualidad con mucha más normalidad que antes, aunque todavía queda camino.
Me alegro que hayas superado tus problemas de salud, eres una persona que transmite alegría y positividad.
Mucha suerte en tu camino y que siempre topes con gente que te sepa valorar.
05 mayo 2016 | 10:50
mucho ignorante si y mucho pelota con las mujeres también, mendigando para echarlas un polvo, peor aún: ir de chulito de putas o putos (cachitas, tatuado, macarra, malote), soltando 4 gilipolleces para que después una vez se les caigan las bragas mojadas, se van con otro…. nada más que añadir.
05 mayo 2016 | 10:55
sabiendo que esta diversidad sexual existe desde el principio de los tiempos, es cuestión de asumirlo.
lo malo es cuando se aplican morales y éticas construidas sobre hipocresías. son endebles siempre.
P.D. el tío ese que te gustaba, sea gay, bi o hetero, está como un queso.
05 mayo 2016 | 22:09
¡BRAVO!
11 mayo 2016 | 12:23