The Alienist, un título prescindible y poco arriesgado

Como he comentado en anteriores ocasiones, para que una serie funcione debe poseer un guion ágil, con ritmo y emoción, y unos personajes carismáticos que se desarrollen de manera coherente y crezcan a lo largo de los episodios. Esto es lo fundamental. Si, además, la serie posee una cuidada ambientación y está bien dirigida, estaremos ante un producto de calidad.

The Alienist, el drama histórico basado en la novela de Caleb Carr sobre la investigación de un asesino en serie que persigue a niños prostitutos en las calles del Nueva York de finales del XIX, a pesar de tener un magnífico nivel estético —la recreación de la ciudad, los interiores de las casas, los detalles de vestuario— no ha sabido conectar con el público.

Un guion irregular, lento, y demasiado explicativo en los detalles científicos, ha obviado lo principal en este tipo de género: una sucesión de acontecimientos capaz de mantener el suspense y un arco de transformación de personajes que evolucionen de acuerdo con las experiencias que vayan aconteciendo.

Si a esto le sumamos la falta de originalidad y riesgo en este tipo de series podemos afirmar que The Alienist es un título fallido pese al innegable interés que suscita en cuanto a recreación de época.

El tirón Fukunaga se desvanece

El nombre de Cary Fukunaga (director estrella gracias a la primera temporada de True Detective) fue el principal reclamo de la serie cuando comenzó a hablarse de ella, ya que iba a dirigir todos los episodios. Sin embargo, el reclamo resultó fallido porque Fukunaga abandonó el proyecto aunque permaneció como productor ejecutivo, y la serie perdió la persona que iba a encargarse de las riendas creativas.

Una pena, porque The Alienist comienza con dos fabulosos episodios que nos sitúan en un Nueva York de calesas y levitas, de burdeles y barrios sórdidos, donde el brutal asesinato de un niño en un puente da inicio a la investigación del caso a cargo del psicólogo criminal Dr. Laszlo Kreizler; el ilustrador de periódico John Moore y a la secretaria del comisionado de policía Sara Howard.

El ambiente onírico, brumoso y terrorífico de los dos primeros episodios —mención especial merece la secuencia del segundo episodio en el burdel—, deja paso a una tanda de cuatro episodios parsimoniosos y redundantes, donde la trama no avanza y que carecen de la magia visual del arranque.

La recta final logra dotar de agilidad la narración hasta su conclusión pero, a pesar de recobrar el dinamismo en los últimos capítulos, el estancamiento en la parte central debilita el relato, que no deja poso tras el visionado.

Tampoco ayuda la elección del protagonista. Daniel Brühl no llega a plasmar la mente atormentada del doctor Kreizler, ni posee el carisma necesario para convertirse en el rostro visible de la serie. De hecho, queda ensombrecido por sus compañeros de reparto que, pese a que los personajes de John Moore (Luke Evans) y Sara Howard (Dakota Fanning) no están del todo bien dibujados, logran infundir alma en sus actuaciones.

Así, The Alienist se convierte en un título prescindible que no aporta savia nueva al género ni consigue conmover con sus actuaciones. Un claro ejemplo de contenido vacuo en un continente preciosista.

Nota en Mis Puntuaciones

Ya sabéis que he escrito un par de libros que esperan ansiosos que les echéis un ojo. Las series de mi vida, donde hablo de ficciones como The Wire, Los Soprano, Mad Men, Breaking Bad y otras joyas que quizás queráis descubrir.

O, si lo preferís, fantasía oscura y terror con deseos, obsesiones, viajes en el tiempo y un lugar más allá del tiempo y del espacio llamado ‘Araneida‘.

Tags: crítica, Drama histórico, opinión, review, The Alienist | Almacenado en: drama