Uno de los aspectos más relevantes de la emisión de Fariña es que abre la veda a hablar sobre temas que habitualmente se han ignorado en televisión.
La madurez de la ficción de un país también denota madurez democrática (y viceversa), ya que lleva a reflexionar sobre historia reciente, conflictos sociopolíticos y económicos que afectan de primera mano a los espectadores.
Para que se llegue a este punto es necesario que las productoras y cadenas se quiten el miedo, renuncien a lo formulaico, respeten la inteligencia del público y apuesten por guiones críticos.
Que una productora como Bambú (que ha abrazado la fórmula como fuente del éxito con productos cuestionables) y Atresmedia hayan dado este paso me parece no solo encomiable sino necesario.
Si una cadena como Telecinco o Atresmedia -y más todavía RTVE- produce una serie de calidad, la promociona correctamente y no la maltrata cambiándola de hora o relegándola a la madrugada, la serie tendrá un público fiel y muchas posibilidades de éxito.
Así ha ocurrido con Fariña, la serie que se benefició del secuestro del libro en el que se basa —sí, a día de hoy todavía se secuestran libros en este país—, pero que, si no hubiera sido consistente pese al filón mediático, no habría tenido la misma repercusión de crítica y público.
Fariña es una serie que demuestra madurez tanto a nivel temático como en narrativa audiovisual, que incorpora los elementos efectivos de series como Narcos o películas como Casino —montajes musicales, acción, creación de personajes carismáticos, grandes interpretaciones e, incluso, eso tan peligroso de glorificar la violencia—, pero que también integra los elementos sociales y culturales que hacen que el público español se identifique con ella.
Aunque Fariña no es perfecta —posee un excelente arranque y conclusión pero los episodios centrales parecen dar vueltas sobre lo mismo—, la inclusión en la recta final del personaje de Carmen Avendaño y la lucha de las madres contra el narcotráfico le han otorgado el toque social necesario para desmitificar el glamour del dinero fácil y poner a estos criminales en el lugar que les corresponde, sin el recurso tan americano de hacer que el espectador empatice con el antihéroe como ocurre en Narcos, donde uno casi siente pena ante la muerte de un desalmado como Pablo Escobar.
De este modo, Fariña sigue la estela de otras grandes series como Crematorio y refleja una realidad de la que es necesario y saludable hablar en democracia. Ojalá esta ficción abra la puerta para continuar sacando a la luz las lacras que asolan nuestro país como la corrupción, la podredumbre política o la crisis económica. Siempre lo he dicho: una serie sobre la saga Pujol sería apasionante. Que alguien recoja el guante.
Nota en Mis Puntuaciones
Ya sabéis que he escrito un par de libros que esperan ansiosos que les echéis un ojo. Las series de mi vida, donde hablo de ficciones como The Wire, Los Soprano, Mad Men, Breaking Bad y otras joyas que quizás queráis descubrir.
La serie, muy buena. Es verdad que en su tramo central deja muchas cosas en el tintero y su tramo final es demasiado rápido e incluso digamos que se quedaron cortos con la historia. Lo dice uno que vivió aquellos años en la zona. Aún así la serie tiene una calidad y un ritmo que ya le gustaría al resto de series españolas y muchas americanas. No te aburres en ningún momento.
Gran acierto!
16 mayo 2018 | 08:25
Yo financié los partidos de Fraga y Suárez
, Laureano Oubiña
16 mayo 2018 | 11:33
EL EFECTO FARIÑA
Hay que otorgarle el merito al intereses de lo que está pasando en el Campo de Gibraltar al éxito dela serie que ha proporcionado un master en narcotráfico a los españoles
16 mayo 2018 | 11:54
Para mi una de las mejores series Españolas que se han hecho en mucho tiempo, entre los motivos que dices yo añadiría el que se han dedicado a hacer una serie que cuenta una historia, no una historia con varias tramas cada una dedicada a gustar a o enganchar a un determinado tipo de publico, lo que termina convirtiendo la serie en una telenovela romántica de acción que es lo que ha ocurrido con muchas «grandes» series de nuestra TV en los últimos años.
Aparte por supuesto un acierto con la elección de los actores, música, ambientación, etc. Ojalá las series venideras tomen el ejemplo de fariña.
16 mayo 2018 | 13:31
De Pujol… y del PP ? Porque da para hacer varias series !
16 mayo 2018 | 14:57
Empieza muy fuerte y luego flojea bastante pero me parece infinitamente superior a cierta serie que está de moda en netflix y que no tiene ni guión ni personajes fuertes.
16 mayo 2018 | 22:35
Hola Rock, como dices es un acierto que se hayan centrado en una historia y no hayan añadido otras tramas de relleno que suelen desvirtuar las series de Bambú. Como dIgo, demuestra madurez narrativa. Quizás no sea un gran éxito comercial pero ha conseguido prestigio para la productora y la cadena.
17 mayo 2018 | 09:01
Joe, todo el mundo esta hablando también y ahora leo esto que no sé que hacer… estoy por ponerme a verla!!!
17 mayo 2018 | 18:12
Yo recomiendo la serie británica «Harlots» sobre la prostitución en el Londres del siglo XVIII y la lucha de las dueñas de dos burdeles por captar más clientela, utilizando trampas y engaños. La primera temporada es del año pasado y está previsto rodar la segunda este año.
¡Para mí fue todo un descubrimiento!
17 junio 2018 | 12:44