Empieza la operación bikini y tú lo único que haces es imaginarte el jabalí dorado y crujiente, rebosante de salsa, de Obélix. Miras la lechuga y las manzanas en tu nevera y sientes ganas de destruir el mundo tipo Godzilla.
Mientras mordisqueas una zanahoria con lágrimas en los ojos decides ponerte un episodio de una serie a ver si te animas. Y ahí están ellas: Lorelai y Rory Gilmore, más flacas que un insecto palo y venga a devorar tortitas, donuts y café con triple cucharada de azúcar.
Gritas y, con un temblor de manos, rasgas a cámara lenta el Último Huesito y lo acercas a tu boca mientras susurras
«Gizmo, caca».
Si no quieres echar por tierra tu esfuerzo, hay series que NO DEBERÍAS VER. Si, por el contrario, quieres ganar unos kilos, abre la puerta a la avalancha.
‘Los Soprano’
Menuda tortura. Cada vez que Tony abre la nevera y saca una lasaña, unos macarrones, espaguetis, bocadillos de pastrami o unos filetes a la milanesa tu boca empieza a salivar tipo Alien y, como un zombie, te diriges a la cocina repitiendo cual mantra:
«Cannoliiii».
Devoras todo y luego lloras.
‘Las chicas Gilmore’ (Gilmore Girls)
Hamburguesas gigantes, perritos calientes, tacos, macarrones con queso, french toasts, patatas fritas con mayonesa y ketchup, tortitas con sirope, chucherías, pizza, palomitas, helado…
En realidad las Gilmore Girls deberían llamarse Gordie Girls. Es una ofensa, un reírse de nosotros muy fuerte que comieran como vikingas y estuvieran tan flacas, tan monas.
Pero tú no estás en una serie de televisión, así que mejor huye de las Gordie Girls si tus mejores amigas son las hortalizas.
Twin Peaks
Si estás a régimen y no has visto la mítica serie de David Lynch y Mark Frost mejor que corras lejos. Si la has visto sabrás que Twin Peaks no solo son mujeres hermosas y lechuzas que no son lo que parecen, sino el mejor café del mundo acompañado por una deliciosa porción de cherry pie.
Y ni se te ocurra pasar por la oficina del sheriff si encuentras algún cadáver en una bolsa de plástico: la mesa repleta de donuts de todos los sabores hará que te conviertas en Bob al instante y quieras matar a alguien de puro hambre.
Friends
Otra tanda de amiguetes que, con lo que comen, bien podrían tener la forma de Naranjito (aunque Chandler la tiene en algún momento de la serie).
Si no quieres ser Chandler II, lo mejor es que pases de Central Perk y sus tazas tamaño monstruo, de los días de Acción de Gracias con los suculentos banquetes de Mónica y de fajitas, cheesecake, sandwiches especiales y todo tipo de aperitivos que el grupo engulle cada vez que se reúne.
‘El gourmet samurai’
Un jubilado japonés se dedica a vagabundear por la ciudad en busca de suculentos restaurantes con los que saciar su apetito. Quizás te suene la premisa del cómic El gourmet solitario de Jiro Taniguchi, pero, si tienes hambre, es mejor que no le des al play.
Las caras de felicidad del señor degustando todo tipo de fantásticos platos japoneses te harán odiar (todavía más) tus miserables raciones. Si te pica la curiosidad está disponible en Netflix.
PD Ahora tienes más hambre que nunca, lo sé, y te zamparías en medio segundo las costillas a la barbacoa de Frances Underwood en House of Cards.
No puedes.
Evil face.
Mis Puntuaciones
Ya sabéis que he escrito un par de libros que esperan ansiosos que les echéis un ojo. Las series de mi vida, donde hablo de ficciones como The Wire, Los Soprano, Mad Men, Breaking Bad y otras joyas que quizás queráis descubrir.