En 1890, el dramaturgo alemán Frank Wedeking escribió Spring Awakening (Despertar de primavera), un texto que fue considerado escandaloso por contener escenas de suicidio y masturbación y hablar de tabúes como el deseo sexual y la estrechez de miras de la sociedad.
Años después, Despertar de primavera se convirtió en un musical y ahora llega a la televisión como hilo conductor de Rise (NBC), la nueva serie del guionista principal de la mítica Friday Light Nights, Jason Katims.
La América profunda, la de los pueblos donde la vida cultural brilla por su ausencia, no suele ser retratada en las series de televisión, más interesadas en dibujar las existencias de los ricos.
Sin embargo, Friday Night Lights, siguiendo la tradición de las series familiares dramáticas, supo extraer la esencia de un grupo de muchachos y sus respectivas familias cuyos problemas domésticos tenían una escapatoria cuando se encendían las luces del campo de fútbol la noche de los viernes.
Esta misma idea que Katims plasmó con brillantez hace más de diez años es la base de Rise, aunque cambiando el fútbol por el teatro para ofrecernos la historia de una comunidad a través del montaje de un musical escolar que quiere marcar la diferencia.
Al igual que el entrenador Eric Taylor era el epicentro de Friday Night Lights, el personaje articulador de Rise es el profesor de inglés Lou Mazzuchelli (Josh Radnor), un padre de tres hijos —uno de ellos con problemas de alcoholismo— que, al igual que Mr. Keating en El club de los poetas muertos, quiere que los chicos ahonden en su interior a través del arte.
La serie se abre a la coralidad a través del reparto de la obra, donde cada uno de los integrantes enfrentará sus propios demonios a través de la profundización en su personaje: homosexualidad, transexualidad, problemas de autoestima y exigencia materna desmesurada. Y, por supuesto, todo aderezado con una historia de amor entre los protagonistas de la obra: una joven latina y el quarterback con una madre enferma.
Estas tramas y el conflicto de levantar un espectáculo arriesgado en una comunidad conservadora configuran un drama escrito con sensibilidad que, aunque funciona muy bien, no aporta ningún elemento novedoso.
Sin embargo la belleza de los temas que componen Despertar de primavera, las voces de los protagonistas y un drama comedido en los excesos dramáticos configuran un excelente arranque para una de esas series que, personalmente, siempre me gusta tener en la parrilla para desconectar del mundanal ruido. Hablaremos más sobre ella cuando termine la temporada. La serie está disponible en Movistar +.
Mis Puntuaciones
Ya sabéis que he escrito un par de libros que esperan ansiosos que les echéis un ojo. Las series de mi vida, donde hablo de ficciones como The Wire, Los Soprano, Mad Men, Breaking Bad y otras joyas que quizás queráis descubrir.
pinta bien
28 marzo 2018 | 12:13