Hace unos días terminé de ver la quinta temporada de House of Cards aguijoneada por el estreno del teaser de la sexta y última entrega de una de las joyas de la corona de Netflix.
Tengo que confesar que, en su momento, la abandoné. Los giros cada vez más inverosímiles y unos personajes que ya rozaban lo esperpéntico debido a su maquiavelismo psicopático, además de una trama confusa —y, sí, algo cansina—, hicieron que me bajara del carro.
Sin embargo, en esta segunda oportunidad he logrado llegar hasta el final y, aunque en general sigo pensando lo mismo, la he visto con otras expectativas. Es decir, sin considerarla una serie «seria» y sí más un culebrón enloquecido.
¡Spoilers de la quinta temporada!
De esta forma he llegado hasta el momento crucial donde Claire Underwood es nombrada presidenta de los Estados Unidos y no sabemos si acabará indultando a Francis por sus múltiples delitos.
Las acusaciones por acoso sexual al que ha sido el icono de la serie han agilizado lo que, de todas formas, se veía venir desde lejos: la sustitución de Mr Underwood por Mrs Underwood, un personaje que ha ido ganando fuerza y sobre el que han recaído las mejores momentos de las últimas temporadas.
Este hecho era deseable y esperable. Sin embargo, lo que verdaderamente constituía el plato fuerte de la serie eran las dinámicas que se establecían entre la diabólica pareja. Tanto en sus luchas intestinas como la complicidad de los cadáveres compartidos.
Con Francis lejos de la Casa Blanca —y con la insinuación de su «posible» muerte debido a un fallo hepático, como apuntó Jane Davis (el mejor personaje de la quinta temporada)—, la cuestión es si la serie tendrá un buen colofón o solo salvará el tipo.
De hecho, la última temporada tendrá solo ocho episodios, indicador de la necesidad casi imperiosa de darle un final apresurado a uno de los buques insignia de Netflix que, en circunstancias más ventajosas, podría haber seguido estirando la historia unas cuantas temporadas más.
¿Pagará la pareja por sus crímenes? ¿Se resolverá la muerte de Zoe Barnes y la de Tom Yates o el Despacho Oval seguirá albergando al mal personificado?
Una de las cosas que más me intriga es saber cuál será el destino de mi personaje favorito: Doug Stamper. ¿Qué será del psicótico perro fiel de Francis sin Francis?
Todas estas dudas quedarán resueltas este otoño, que es cuando está previsto el estreno de la última parte de una de las series —para bien o para mal— más populares de los últimos tiempos.
Mis Puntuaciones
Ya sabéis que he escrito un par de libros que esperan ansiosos que les echéis un ojo. Las series de mi vida, donde hablo de ficciones como The Wire, Los Soprano, Mad Men, Breaking Bad y otras joyas que quizás queráis descubrir.