Entre los clásicos de HBO hay tres miniseries que, con ideologías contrapuestas, han logrado trasladar al espectador la dureza en el campo de batalla con un lenguaje audiovisual de apabullante intensidad. Generation Kill (David Simon) retrata con mirada crítica las miserias de la Guerra de Irak, mientras Band of Brothers (Hermanos de sangre) y The Pacific, con una visión más patriótica, se adentran en distintos escenarios de la Segunda Guerra Mundial.
Band of Brothers
Band of Brothers (Hermanos de sangre) es un derroche de talento narrativo y visual, con una fuerza en las imágenes capaz de cortarnos la respiración, que aúna la capacidad de trasladarnos a lo más cruento de la batalla y, al mismo tiempo, emocionarnos por la estética de sus planos, secuencias, dirección y banda sonora.
Si bien es cierto que está escrita desde una perspectiva claramente definida —no hay un atisbo de crítica hacia el comportamiento de las tropas aliadas—, la historia logra plasmar los claroscuros del conflicto: el sufrimiento de los soldados al ver morir a sus compañeros, el miedo en las trincheras, el caos de la artillería explotando alrededor en medio del bosque; pero sobre todo refleja el coraje de unos hombres que se alistaron para ir a primera línea del frente, y que no se rindieron frente a las terribles adversidades en la lucha contra los nazis en Europa. Es una serie épica y profundamente conmovedora.
Generation Kill
El enfoque ha sido el gran acierto de Generation Kill. Nada de retórica, nada de moralina. Sólo un grupo de soldados en un vehículo militar a los que se les une un reportero de la revista Rolling Stone. Son marines en medio de una guerra feroz, pero también son un grupo de muchachos americanos que bromean, se masturban, defecan y tienen rencillas entre sí. Este realismo, que plasma con efectividad la vida en el frente, permite al espectador sentirse cerca del grupo, aunque no esté de acuerdo con sus ideas.
David Simon y Evan Wright logran construir personajes tan reales y verídicos que es inevitable implicarse emocionalmente con ellos en este viaje sin rumbo que es la guerra. Y no nos engañemos: son marines adiestrados para matar. Desean ejercer la violencia, que se ensalza como una cualidad positiva. Son guerreros, máquinas de destrucción. Republicanos. Racistas muchos de ellos. Son soldados, y los daños colaterales, léase muertes civiles, son inevitables, porque la guerra entraña destrucción. Es el espectador el que se da cuenta del sinsentido, de la ignorancia, del burdo papel de títeres armados que desempeñan los soldados. Es la Guerra de Irak, pero podría haber sido cualquier otra.
The Pacific
Basada en hechos reales, The Pacific es una miniserie de diez episodios que se sumerge en los relatos de tres marines estadounidenses (Robert Leckie, Eugene Sledge y John Basilone) durante la guerra en el Pacífico en la Segunda Guerra Mundial.
Si Hermanos de sangre nos trasladó a Europa, The Pacific sitúa la acción contra las tropas niponas. Pese a que es una gran miniserie producida por nombres clave en la industria cinematográfica como Tom Hanks y Steven Spielberg, esta “continuación” no consiguió el mismo lirismo fotográfico ni la intensidad dramática de la primera. Aun así, es una excelente producción que los amantes de las buenas historias no deben dejar de ver.
Nota en Mis Puntuaciones
Ya sabéis que he escrito un par de libros que esperan ansiosos que les echéis un ojo. Las series de mi vida, donde hablo de ficciones como The Wire, Los Soprano, Mad Men, Breaking Bad y otras joyas que quizás queráis descubrir.
Hermanos de Sangre es una excelentísima serie!
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23 enero 2018 | 09:38