Una de las cosas más relevantes de esta Edad de Oro de las series es el cambio que se está produciendo en los personajes femeninos. Los estereotipos que el cine y la televisión han implantado a lo largo de los años (la femme fatale, el ama de casa frustrada, la mujer con mal de amores) se están transformando en mujeres reales, con problemas verídicos con los que nos podemos identificar.
Una de las series que mejor ha plasmado la vida de una mujer madura, madre de familia y trabajadora es Better Things, donde, sobre todo en la segunda temporada, Pamela Adlon ha logrado transmitir con sutilidad y una sensibilidad infrecuente los problemas, deseos, miedos y esperanzas de una mujer, basados en las experiencias de la creadora.
Sam, la protagonista —encarnada por la propia Adlon— es imperfecta, malhablada, está saturada por la crianza de tres hijas de edades diferentes, a la que se enfrenta en solitario; por cuidar de su madre senil —maravilloso y complejo el personaje de Phyl—, y lidiar con el día a día sin ayuda.
Sin embargo, lo que resulta más emocionante de esta narración es contemplar las contradicciones con las que habitualmente coexistimos las mujeres: la necesidad de independencia y de un espacio alejado de los hijos y, al mismo tiempo la terrible ironía de echarlos de menos en cuanto nos alejamos un poco. La necesidad de amor y de deseo y el miedo al compromiso después de un matrimonio fallido. O la paradójica relación con nuestros progenitores cuando envejecen, que se traduce en la carga y sufrimiento que supone cambiar los roles con los que siempre te han cuidado.
En clave de comedia, pero con ese toque dramático en este tipo de series autorales, Pamela Adlon ha logrado una visión más atinada del alma humana, un atisbo que entrevimos en la primera temporada pero que no llegó a cuajar. En esta temporada Better Things lo ha logrado y la serie ha crecido en profundidad psicológica y se ha convertido en una de las ficciones más interesantes y feministas que se pueden encontrar en televisión, y en uno de los retratos más certeros de mujer desde Nurse Jackie.
PS. Esperemos que el escándalo de Louis CK, que ha coescrito la serie, no la perjudique. Además, la segunda temporada de Better Things es más Adlon que nunca. Sus experiencias (y no las de CK) y la dirección de todos los episodios de la temporada así lo demuestran. Esperemos que siga volando alto sin que el nombre de CK aparezca en los créditos.
Nota en Mis Puntuaciones
Ya sabéis que he escrito un par de libros que esperan ansiosos que les echéis un ojo. Las series de mi vida, donde hablo de series como The Wire, Los Soprano, Mad Men o Breaking Bad.
O, si lo preferís, fantasía oscura. Deseos, obsesiones, viajes en el tiempo y un lugar más allá del tiempo y del espacio llamado Araneida,