Ya llega la Semana Santa y, con ella, unos días para relajarse de las ocupaciones cotidianas y disfrutar de un poco de tiempo libre haciendo lo que más nos gusta. Como somos unos seriéfilos empedernidos (y a mucha honra) las vacaciones pueden ser el momento ideal para ponerse al día con algunos títulos que tenemos pendientes y que son demasiado interesantes para dejar pasar.
Pero, antes de seguir con las sugerencias, os quería comentar que el próximo 7 de abril, dentro del Serielizados Fest, asistiré a una masterclass con el maestro David Simon. Sí, como lo habéis oído. Estoy nerviosa y emocionada por conocer al hombre que ha hecho las mejores series de televisión (me da el ataque, mami). Así que, por supuesto, al regreso os haré una crónica detallada de todo lo que allí acontezca.
Para el encuentro estoy revisando The Wire y Treme, dos series que han marcado mi vida televisiva, y las estoy volviendo a disfrutar enormemente, sobre todo The Wire, que hacía tiempo que la vi por primera vez y de la que había olvidado bastantes detalles jugosos de los que ya escribiré en su momento (tenía ganas de hacer reviews de cada una de las temporadas y pronto empezaré con ellas).
Y sin más preámbulos, pasemos a lo que de verdad interesa: crimen americano al cuadrado.
American Crime (segunda temporada) / ABC
Si me tenéis en vuestro time line ya conoceréis la pasión que esta serie sorprendente ha despertado en mí. American Crime es una serie antológica, al estilo de American Horror Story (pero en bueno), que, con temas diferentes y repitiendo actores, reflexiona sobre distintos casos criminales, sus consecuencias, el proceso de la justicia y los puntos de vista de acusados y víctimas, poniendo de relieve la especial idiosincrasia de la sociedad estadounidense con su diversidad racial y sociológica y todo lo que ello implica.
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Si la primera temporada ya fue sobresaliente (se ganó el primer puesto en mi ranking de estrenos 2015), la segunda ha demostrado que John Ridley es uno de los creadores imprescindibles del panorama televisivo actual. Un caso de violación de un muchacho pobre en un instituto pijo es el detonante de una historia que camina sobre la cuerda floja de los grises morales, donde los prejuicios, la homofobia, el clasismo, las mentiras interesadas y la hipocresía conforman una narración tan tensa e impactante emocionalmente, y tan difícil de dilucidar, que en cada episodio el espectador acaba exhausto, interrogándose sobre lo que haría o no en cada situación, sin saber hacia dónde tirar.
Los asfixiantes primeros planos unidos a unas interpretaciones que salen del estómago (es impresionante lo que hace Felicity Huffman, Regina King, Lili Taylor y Timothy Hutton), unidas a un guion escrito con una sutilidad y una inteligencia pocas veces vista —y de una audacia formidable para ser emitido en una cadena en abierto como ABC—, logran una de esas series en las que sigues pensando muchos meses después de haber acabado, una verdadera experiencia emocional tan desoladora como estimulante.
Nota en Mis Puntuaciones
American Crime Story / FX
Atención: no confundir con la primera aunque tengan un título similar y las dos hablen de crímenes en Estados Unidos. Esta, firmada por el excesivo Ryan Murphy —que, por cierto, gracias a ella se está redimiendo de las atrocidades contra el espectador cometidas en las últimas entregas de American Horror Story + algo—, es una miniserie basada en el juicio de O. J. Simpson y uno de los mejores estrenos de la temporada.
El repartazo (John Travolta como el abogado Bob Shapiro —sus cejas y pelo son un personaje aparte—; Sarah Paulson como la aguerrida y apaleada fiscal Marcia Clark; Ross Geller, digo David Schwimmer, como el abogado Robert Kardashian, y Cuba Gooding en el papel del mismísimo O. J.) es solo un aliciente más para volver a revivir el que fue el caso del siglo en América, el juicio más controvertido y polémico que se convirtió en un verdadero circo de masas.
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Murphy, tan contenido que casi parece que los aliens lo hayan abducido suplantándolo por otro, está realizando un trabajo formidable que conjuga máximo entretenimiento con un guion complejo que reflexiona sobre el impacto que supuso el caso en la vida de todos sus protagonistas. Como la serie termina el 5 de abril estáis a tiempo de poneros al día con los ocho episodios emitidos (son diez en total). Muy buena.
Nota fan: también sale en un papel pequeñito el doctor Joel Fleishman (Rob Morrow en Doctor en Alaska), que se conserva en excelente estado de revista. Y Connie pelazo Britton sale haciendo de súper bitch. Genial.
PD Estaré un par de semanas de vacaciones sin actualizar el blog, pero volveré con fuerzas renovadas para contaros mis aventuras con DAVID SIMON. Oh, Lord. ¡Pasadlo bien!
Oye, también podéis leer un poco estas vacaciones. Araneida os está esperando. 2,99 € en formato electrónico.