The X Files, cuando la nostalgia no basta

Recibí la noticia del regreso de Expediente X con ilusión y cierto escepticismo porque jugar con la nostalgia siempre entraña peligro. Ya no somos los mismos que hace veinte años y, en realidad, eso está bien. Hemos madurado, somos menos inocentes, y a nivel audiovisual nos hemos acostumbrado a narraciones más sofisticadas con giros insospechados, muertes de protagonistas y un sinfín de recursos que nos han convertido en sibaritas televisivos. Ya no nos conformamos con cualquier cosa.

Sabía esto y, sin embargo, cuando escuché el opening los pelos se me pusieron como escarpias y me visualicé a mí misma frente a la pantalla, en el piso de estudiantes en Barcelona a mediados de los noventa junto a mi querida amiga Deneb, con la cena preparada sobre nuestras rodillas y un enorme cenicero lleno de (ejem) restos de hierbecitas de la risa, esperando a que empezara con emoción.

De Expediente X, como del cerdo, me gustaba todo: sus monstruitos semanales, los avistamientos de ovnis en medio de bosques oscuros que siempre se le escapaban a Scully, los episodios más terroríficos (recuerdo uno de una muñeca diabólica que me aterrorizó), la tensión sexual entre los protagonistas y, por supuesto, la historia de fondo que la elevó a los altares televisivos: la desaparición de la hermana de Mulder y su búsqueda incansable a través de peligrosas conspiraciones gubernamentales y experiencias místicas. Incluso (y no es coña) me empeñé en averiguar la marca de tabaco del Fumador y lo conseguí pese a los planos esquivos: Marlboro.

Así que supongo que volver a ver Expediente era como recuperar un trozo de mi juventud, cuando parecía que todo estaba por hacer y la vida se presentaba como un gran interrogante. Aun así debo deciros que no soy una persona muy nostálgica. El pasado me da bastante igual y suelo estar apegada al presente, por lo que una vez superado el inicio de la intro en plan gato erizado intenté relajarme frente a la tele y disfrutar de la historia, pero sin apagar mi sentido crítico e intentando mantener el hype a raya.

Lo cierto es que el primer episodio lo vi con gusto. La presentación, mediante la voz en off de Mulder, nos ponía en antecedentes y nos hacía recordar los hitos más importantes, retrotrayéndonos de nuevo al Desierto de Nuevo México en 1947, con un ovni estrellado (Roswell) y uno de esos icónicos alienígenas de cabeza gorda y ojos cavernosos que los malévolos militares no dudan en acribillar. Y lo que es más importante: el reencuentro con nuestros queridos protagonistas. La escéptica Scully (que después de toda una peripecia vital ya no lo era tanto), y del héroe de la historia: Mulder, el pistolero solitario o siniestro para los amigos.

Volver a ver a Scully (Gillian Anderson está más guapa y retocada que nunca) con su bata de médico y a Mulder buceando en Internet mientras Skinner (el tiempo no pasa por él) trataba de localizarlo, sacó mi vena más fangirl. Aunque contemplar su rostro abotargado me devolvió a la dolorosa realidad. El episodio continuó con la misma esencia que la serie tenía veinte años atrás: entrevistas en domicilios particulares de posibles abducidos (con gritos y destellos de los recuerdos), flashbacks en áreas militares, pruebas médicas, llamadas de teléfono en mitad de la noche, un rayo verde procedente de un ¿ovni? y hasta el descubrimiento de una tecnología muy avanzada oculta por el Gobierno.

La nueva entrega de X Files (como para mí es otra cosa distinta lo designaré por su nombre original) ha tenido todo lo que se esperaba de ella. Ha sido como volver a ver un episodio antiguo tras otro, con todos los elementos que la caracterizaron en su día. Y, sin embargo, la magia ya no ha funcionado en mí. La narración que en otro tiempo disfruté se ha vuelto impostada y previsible, demodé (como decía Alberto Nahum en su estupendo artículo) y un tanto deslavazada. Me ha dado la sensación de que han querido meter todas las referencias para contentar a los fans y se han olvidado de lo más importante: contar una buena historia intentando conectar con los nuevos tiempos.

En cuanto a las interpretaciones, la interacción entre los protagonistas sin la oposición científica de Scully (que ya es una verdadera believer) y sin carga de tensión sexual ha perdido la química, y he sentido que ni ellos mismo se creían lo que estaban haciendo, como si todo se tratase de una parodia más que de una actuación dramática. El guion tampoco ha ayudado mucho: diálogos demasiado explicativos, falta de originalidad y algunas escenas de una cursilería empalagosa (sobre todo el final del My Struggle II S10E06) han convertido a la nueva entrega de X Files en un producto bastante olvidable, destinado a conformar a los fans y a llenar las arcas moviendo los hilos de la nostalgia.

El cliffhanger final, con un Mulder muy poco creíble, dice mucho de las intenciones futuras de continuar explotando a la gallina de los huevos de oro. Además, las audiencias respaldan lo que ya sabían: que hay millones de fans entregados queriendo volver a sumergirse en el pasado y sentir lo que una vez los hizo felices. Me parece una opción respetable pero, desde mi punto de vista, esta apuesta por lo seguro sin el más mínimo intento de innovar ha dado como resultado un producto insulso que, sin el peso del pasado, no rebasaría el aprobado. No sé si me tendrán esperando para la segunda entrega de la nueva época.

Nota en Mis Puntuaciones

Ficha técnica
Título original: The X Files
Creada por: Chris Carter
Cadena: Fox
Año de creación: 2016 (nueva temporada)
Temporadas: 10 (la S10 tiene seis episodios)

Cecilia García Díaz es autora de ‘Araneida, la fortaleza de los deseos’, una novela de fantasía oscura y terror. Puedes descargarte gratis el inicio y/o escuchar cómo empieza en Radio 3

1 comentario · Escribe aquí tu comentario

Escribe aquí tu comentario





    Normas para comentar en 20minutos.es

    • Antes de enviar su comentario lee atentamente las normas para comentar en 20minutos.es.
    • Esta es la opinión de los internautas, no la de 20minutos.es.
    • No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
    • Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
    • Por favor, céntrate en el tema.
    • Algunos blogs tienen moderación previa, ten paciencia si no ves tu comentario.

    Información sobre el tratamiento de sus datos personales

    En cumplimiento de lo dispuesto en el Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de abril de 2016 relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos, y Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales le informamos que los datos de carácter personal que nos facilite en este formulario de contacto serán tratados de forma confidencial y quedarán incorporados a la correspondiente actividad de tratamiento titularidad de 20 MINUTOS EDITORA, S.L, con la única finalidad de gestionar los comentarios aportados al blog por Ud. Asimismo, de prestar su consentimiento le enviaremos comunicaciones comerciales electrónicas de productos y servicios propios o de terceros.

    No está permitido escribir comentarios por menores de 14 años. Si detectamos el envío de comentario de un usuario menor de esta edad será suprimido, así como sus datos personales.

    Algunos datos personales pueden ser objeto de tratamiento a través de la instalación de cookies y de tecnologías de tracking, así como a través de su acceso a esta web desde sus canales en redes sociales. Le rogamos consulte para una más detallada información nuestra Política de Privacidad y nuestra Política de Cookies.

    Los datos personales se conservarán indefinidamente hasta que solicite su supresión.

    Puede ejercer sus derechos de acceso, rectificación, supresión y portabilidad de sus datos, de limitación y oposición a su tratamiento, así como a no ser objeto de decisiones basadas únicamente en el tratamiento automatizado de sus datos, cuando procedan, ante el responsable citado en la dirección dpo@henneo.com

    Le informamos igualmente que puede presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos, si no está satisfecho con en el ejercicio de sus derechos.