‘The Slap’, una pequeña gran obra maestra

Muy pocas veces soy tan taxativa en la calificación de una serie, pero ‘The Slap’ lo es: una obra maestra. Como sucede siempre, al menos para mí, lo que alza un producto por encima del resto es la humanidad que desprenden sus personajes, la capacidad para vernos reflejados en ellos y su habilidad para hacernos dudar, reflexionar y plantearnos una problemática moral desde distintas perspectivas. ‘The Slap’ posee todas estas cualidades y, aunque es una gran desconocida en nuestro país, ha cosechado multitud de premios, al igual que la novela homónima de Christos Tsiolkas en la que se basa (y que voy a leer muy pronto).

Desde un planteamiento aleatorio y fortuito como es el hecho de que un adulto, en una barbacoa, le de una bofetada a un niño, ‘The Slap’ se convierte en un crisol de vidas que convergen en ese momento determinado de la fiesta, y que desencadena consecuencias imprevisibles y perturbadoras para los involucrados. Con una llamada de atención clara al espectador, al que desde el principio se le invita a cuestionarse si lo que ha sucedido merece reprobación o ha sido un acción necesaria (o, mejor todavía, ambas cosas a la vez), la narración bucea en los sucesos posteriores, haciéndonos plantearnos cómo la vida puede torcerse dramáticamente a partir de un hecho sin trascendencia aparente.

Lo que esconde el ser humano

Cada uno de los ocho episodios que conforman la miniserie es un retrato de personaje escrito con una sensibilidad y veracidad prodigiosas, que expone la perspectiva específica de cada uno de ellos respecto al tema central, y que, al mismo tiempo, nos lleva a conocer sin tapujos su intimidad, su trabajo, sus anhelos, su sexualidad y lo que siente ante la vida en ese momento preciso de su existencia. Así, ‘The Slap’ se convierte en un lienzo intergeneracional que muestra los diversos conflictos según la etapa de la vida en la que se encuentra el personaje (la crianza de los hijos, la crisis de la mediana edad, la rutina matrimonial, la soledad). Y, en un plano más amplio, se convierte en una radiografía sobre la clase media australiana, específicamente la de una familia de emigrantes griegos de primera y segunda generación.

Un reparto sobresaliente

Hector (Jonathan LaPaglia), un cuarentón con crisis de mediana edad; Aisha (Sophie Okonedo), una madre de familia extenuada, inmersa en la rutina; Harry (Alex Dimitriades), un próspero mecánico con un negocio propio; Connie (Sophie Lowe) y Richie (Blake Davis), dos adolescentes que están conformando su identidad; Anouk (Essie Davis), una profesional sin familia que busca su propio camino como escritora; Manolis (Lex Marinos), un anciano que mira con nostalgia el pasado e intenta mantener unos valores que sus hijos ya no comparten, y Rosie (Melissa George), una madre entregada al cuidado de su hijo, son los personajes principales a los que, episodio tras episodio, vamos conociendo.

El discernimiento de sus actos nos conduce, de manera paulatina, a la comprensión de su comportamiento, y a vislumbrar con mayor claridad por qué ha sucedido lo que ha sucedido. Aún así, en ‘The Slap’ hay personajes escritos con mayor benevolencia, con los que es más fácil empatizar, mientras otros nos producen un rechazo más acentuado. Entre la galería de actores encontramos viejos conocidos como Melissa George, que hace un inmenso papel lejos del rol de mujer glamurosa a los que nos tiene acostumbrados por series como ‘The Good Wife’ o ‘In Treatment’, pero el reparto al completo es sobresaliente, con sobrecogedoras actuaciones. 

Una de las historias más fascinantes: la de Connie

La creación de personajes y la música

Otro de los puntos fuertes de esta miniserie es su BSO, capaz de imprimir a cada episodio un ritmo narrativo diferente y una atmósfera particular, que nos transmite los estados de ánimo y el carácter de los personajes. Christos Tsiolkas comenta que la música siempre estuvo presente durante el desarrollo y construcción de los personajes, y que antes de saber cómo se movían o cómo eran físicamente era consciente de la música que escuchaban.

Por todo ello, ‘The Slap’ es una de las mejores miniseries que he visto nunca, que me ha conmovido e impresionado como pocas. Una obra maestra para los amantes de las historias intimistas, verdaderas y desgarradoras que, por tu propio bien, no debes dejar de ver.

Nota en Mis Puntuaciones

Ficha técnica

Título original: The Slap (Basada en la novela homónima de Christos Tsiolkas)
Cadena: ABC1
País de origen: Australia
Año de creación: 2011
Episodios: Ocho
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