Estaba a punto de fritar unos huevos para tirarlos sobre los bifes y prepararme los famosos «bifes a caballo» a los que soy adicto, cuando al partir la cáscara para arrojar el delicioso contenido a la sartén, en vez de clara y yema encontré un ave con características bastante extrañas, entre ellas, el don innato del habla. Por si fuera poco, no solo fue raro que me hablara, sino también que pudiera hablar a tan temprana edad y además, que pronunciara la palabra «papá» sin haberla escuchado antes. Obviamente mi reacción no fue de lo más pensada y del susto arrojé hacia arriba a Diego —como lo llamo ahora— que por suerte cayó al costado de la sartén donde estaba el aceite hirviendo. Desde aquel día, si bien estoy seguro de que Diego es mi mascota, no puedo evitar pensar en el primer sonido que pareció emitir desde su pico.
«Estaba a punto de fritar unos huevos para tirarlos sobre los bifes y prepararme los famosos «bifes a caballo» a los que soy adicto»
Pues bien empezamos, mi querido Walt, comienzas hoy hablando de «fritar», ya verá como saldá alguno diciendo que si no se dice así, que si esto , que si lo otro… Es que aquí utilizamos el término «freir huevos».
Pero luego¿ qué me encuentro?: «bifes para preparar bifes a caballo». ¡Hala!, dale a buscar al google qué porras son.
Primero encuentro esto:…..—————Receta: Bifes argentinos
El bife es la comida por excelencia de los argentinos, se toma con puré, papas fritas o ensalada. En España su equivalente seria el chuletón de buey. Aunque parece muy simple, no es tan fácil como parece. Hacer un bife a la plancha tiene sus secretos y bemoles.
________—
Vamos que lo que aquí viene siendo un Chuletón de Avila (bueno en Salamanca son tb estupendos), pero ahí tú le espanzurras unos huevos encima????. A lo mejor es que aquí separamos los huevos fritos del chuletón a la plancha
Como he curioseado, en el google., pongo este enalce. A ver si es esto.
http://t1.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcQKTiKxMl_bMBb3LPocr4E_-lsc26WUG2zTup2R23cyyaLnMw28qQ
Y sobre el resto del post. ¿qué decirte?. Vamos que el huevo ya era pollito y encima cotorra, que sale diciendo papá el jodío de Diego.
Aquí, al parecer ya no pasa eso, que ahora con tnta fecha de caducidad y otras monsergas, ya no sabemos ni a qué saben los huevos de toda la vida, es decir los de gallina pueblerina de las de andar por casa -es un decir-
27 julio 2011 | 17:12
Jajaja! Me divierte que te hayas puesto a investigar, Marisa. Claro que sí, un bife a caballo es un huevo (o dos) sobre un corte de carne al que llamamos bife (chuleta en España). La mejor de las «fritangas» argentinas.
27 julio 2011 | 17:43
Es lo que tiene, mi querido Walter ser un pelín cotilla, o curiosa, vamos. Que algo que no se sabe qué es exáctamente, pues eso, lo que te digo, que se pone al Sant Google y ¡Voilá!
Possss, fijaté que esta mañana yo he comprado «carrilleras de ternera», ¡Toma ya!, es que otras veces las he comprado de cerdo, que por estos lugares hay muchos.
Si no sabes qué son, pues a investigar. Y si ya te pones, aquí en este lugar de España, es muy típico el huevo frito con «farinato». ¿Sabéis a quien le encantan los huevos fritos con farinato y la «chanfaina»? Pues a Don Vicente del Bosque, que le he visto comer ambos platos en Cabrerizos
Walt….., con todo mi cariño, si no consigues preguntarle a nuestro Seleccionador Nacional campeón del Mundo de Futbol, en qué consisten esos platos, pues no tengo ningún problema en aclarar lo que sea. Seguro que en le google salen buenas fotos y explicaciones, no lo he mirado, pero fijo que aciertan
27 julio 2011 | 17:57
Un lorito bastante precoz,
del cascarón, salió hablando,
aún sin plumas ni plumón,
yo sé de donde aprendió
en un momento lo cuento.
De un nido lo cogieron
siendo un huevo recién puesto,
junto con otros huevecillos
lo metieron en un cesto
y así salió de la Amazonía
y a la Argentina llegó,
como mercancía de estraperlo.
Y por error fue a para
en el cartón de un huevero,
que no lo podía vender.
Al lado de los de gallinas,
era un huevo muy pequeño
que todos los clientes decían:
-No, no me pongas ese chiquito,
yo te pago una docena
y de los grandes los quiero.
El huevo allí, estuvo por un tiempo,
en ese tiempo escuchó,
miles de conversaciones,
con el calor fue engorado,
y al mismo aprendiendo,
el idioma castellano
más, con acento porteño.
A un estudiante el comerciante,
un día se lo regaló.
Y cuando se dispuso a frirtarlo
para acompañar el bistec,
con una patatitas fritas,
al cascar el cascarón
salió de allí esa avecilla,
difícil de identificar.
Al no tener todavía,
ni una pluma ni plumón.
Pero que dijo:- ¡PAPÁ!
Por fin he podido nacer
ya me estaba yo asfixiando.
Al estudiante porteño,
le salió el instinto de padre
y al calor de su pecho,
al “triponcillo” crió.
Cuando le salió el plumaje
resultó ser, un Lorito Harinoso.
Que aprendió medicina
a la par del estudiante.
Mucho, mucho le aconseja,
en la consulta al doctor,
entre paciente y paciente,
y hasta le hace cambiar
el tratamiento muchas veces.
27 julio 2011 | 18:35
No si ya, visto lo visto habrá que entrar al super con preservativo, no vaya a ser que al comprar una docena de huevos termines con familia numerosa n_n
A ver como le explicas luego a tu mujer que esa gallina es una mentirosa.
27 julio 2011 | 20:55
Habrá que ver la versión de Diego, que nada más nacer casi acaba en el aceite hirviendo de la sartén mientras un tipo le miraba con cara de sorpresa por ver que su almuerzo habla.
Carla
http://www.lasbolaschinas.com
28 julio 2011 | 07:23