Su larga cola se escapaba por un agujero del pantalón y casi pegada a la espalda, zigzagueaba al compás de sus pasos formando una «s» bien definida. Sus inmensas alas, cautivas debajo del gabán marrón, inflaban el atuendo formándole una inmensa joroba. Caminaba con las manos enterradas en el bolsillo, guardando la cabeza entre sus hombros. Cargaba consigo la postura de quienes tienen frío; se encogía como si siempre estuviera lloviéndole encima; arrugaba su rostro como si alguien estuviese gritándole en el tímpano. Continuamente con la mirada al piso, no perdía el movimiento de sus pasos. Reprimido ante la presión de ser y sentirse diferente, se encerraba en sí mismo hasta que cierto día, aceptó su condición. «Lo exótico tiene lo que lo normal no», pensó para sus adentros y sin más, colgó el gabán en el perchero. Ahora continúa mirando hacia abajo, pero nos observa a todos desde arriba.
Esta vez no lo pillo , como no fuese el caballo Pegaso…
Clica sobre mi nombre
15 julio 2011 | 18:02
He dicho lo del caballo Pegaso porque el otro dia me tropecé con el en una fista de disfraces y me aseguró que el no iba disfrazado. Luego nos fuimos a dar una vuelta por encima de las nubes y vimos muchas cosas interesantes, como por ejemplo los precios de las cosas.
15 julio 2011 | 18:07
Creo que el psiquiatra de aquel post no consintió en cortarle las alas al protagonista, y consiguió que se aceptara como era, un híbrido que podía andar entre humanos y volar entre pájaros. Como todos los seres que se salen de los cánones habituales, habrá pasado un infierno personal mientras se decía que no era malo ser diferente,que aquel aspecto no era monstruoso, solamente excéntrico. Y finalmente acabó viendo las ventajas que aportaba su «diferencia» e incluso se sintió superior. Bien por los «diferentes» que entienden esta lección. Que los «normales» se queden con su mediocridad…
15 julio 2011 | 18:44
Aunque libre de todo complejo, había un momento de cada día que se permitía volver a esconder la cabeza entre los hombros. A diferencia de antes, ahora la expresión de su cara se tornaba mezcla de esfuerzo y pícara sonrisa durante el vuelo.
-¡Bingo! – Sonreía mientras disfrutaba viendo la cara de asco a Pepón, el matón del barrio, tras el impacto en su cabeza recibido.
15 julio 2011 | 19:03
El cuento del patito feo? El del diablo cojuelo?
Carla
intimissimo.wordpress.com
15 julio 2011 | 21:59
«Prisionero de un triste destino
Sin libertad, ¿de qué sirve volar?
el infierno sé que no es mi sitio
y el cielo está lejos de mi ideal».
¡Buen fin de semanaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
15 julio 2011 | 22:45
Cola, alas, manos y píes,
¿Alguien sabe esto qué es?
Pensativo y cabizbajo,
siempre va al suelo mirando,
vestido con un gabán
las manos en los bolsillos,
no va el dinero agarrando,
tratando de protegerlo
parece, que tenga frío.
Camina haciendo eses,
con su cola en el asfalto.
Va con el ceño fruncido,
pues se siente diferente.
Diferente?… ¡Qué diantres!
Este es un ejemplar único,
tiene miedo y pavor siente,
ya que, han decidido clonarle.
Y algunos ya se han propuesto,
aún vivo, diseccionarle.
Con las alas escondidas,
debajo de sus ropajes,
haciendo creer que es un chepa,
y pasar desapercibido…
¡Cómo si eso fuese posible!
Pero un día ya cansado,
sacó su las alas al aire
y batiéndolas con fuerza
voló, con las águilas lo hacen.
Desde entonces la vida se gana,
fotografiando los mapas
y si equivocado no estoy
puede, que sean para Google.
¿Alguien sabe quién es éste?
¿Quién fue la que lo parió?
¿Quién de este su padre?
16 julio 2011 | 18:12
Mil escusas, pf
¿Quién de éste, ES su padre?
16 julio 2011 | 18:25
Lo siento sr de la cola larga, que suba a verle a su padre!!! no es que quiera ser normal, es que hay que cuidar el cuello.
17 julio 2011 | 14:55
Lo siento sr de la cola larga, que suba a verle su padre!! (Así mejor, sorry)
17 julio 2011 | 14:57
¡sabeis donde para larrosa?
17 julio 2011 | 23:35