Religiosamente me acostaba a dormir la siesta. Con media hora después de almorzar me alcanzaba para recuperar energías y regresar a la oficina. Y cuando yo no podía hacerle caso al despertador, mi mujer me despertaba. ¡Cómo la extraño! A mi querida Marta le falló el corazón y desde que ella falleció, hará dos años, comencé a estirar las siestas. Soñar con Marta era la única forma de sentirla a mi lado, y mientras más dormía, más tiempo pasaba con ella. Comencé a dormir sin parar con tal de encontrarla en sueños, e incluso continuaba durmiendo en las siestas mientras ella intentaba despertarme para que yo pudiera regresar al trabajo. Durante un tiempo, soñando, encontré la felicidad que en la realidad me faltaba hasta que cierta noche, Marta volvió a sufrir un paro cardíaco y nunca más regresó a mis sueños. Se me fue dos veces en una misma vida.
Tengo una novela sin publicar que trata de este tema y se llama «Tiempo de soñar» En ella se dan una serie de sueños que le suceden a una persona de tal manera que prefiere la vida que sueña que la real y durante el día , en el trabajo, dondequiera que se encuentre solo piensa en la hora de ir a su casa y acostarse para soñar las sorprendentes cosas que vive en sueños hasta que que un día, o una noche … Bueno.. si algúna editorial de prestigio se atreva a publicar mis cosas , la podreis leer y os garantizo que os quedaresis perplejos de las cosa que el protagonista sueña y el desenlace de estos sueños cuando …
Clica sobre mi nombre
13 julio 2011 | 17:30
Pues no sé yo si esta noticia ya estaba comentada, o fui yo que quise montar una franquicia de academias de sienta en Japón.
Será muy sano, pero como dice mi padre: «al hombre joven, la cama se lo come». A mi me encanta, pero para poder, hay que tener tiempo. Me consuelo con hacerla un día a la semana y si es acompañadito, mejro que mejor.
Tu soñante personaje, le pasa como al resto de este país, prefiere estar a por peras que en lo que requiere el momento. Si fueramos un poco más alemanes o franceses, rendiríamos más y podríamos exigir lo mismo a quienes prefieren vernos dormidos, que parecemos a tu marta, que ya no saben cuantas veces nos han matado y enterrado, pero por si acaso, siguen.
Ana..
Creo que tienes toda la razón en tus cruces, yo opino exactamente igual. Privacidad es privacidad. Me alegró volver a leerte.
13 julio 2011 | 17:40
Pasar no una, sino dos veces
por tener que cerrarle los ojos,
con las yemas de los dedos
al ser que unos más adora.
Porque dos veces en la vida,
ese mismo ser, se nos ha muerto.
Quizás sin haber resuelto,
todavía el primer duelo,
nos golpea un segundo.
Aunque el segundo golpe sea
en el sueño de la siesta.
Ya que después del primero,
mientras en la tarde dormimos
con él un rato vivimos
cada día sea, laborable o fiesta.
Dos veces es demasiado
no hay nadie que lo resista.
13 julio 2011 | 18:33
Tor día de Dió dándole güeltas, y dándole güeltas, que si que qué pasa con tu voto de silensio, que si que si er mushasho está fúnebre qu´él sabrá, que si tá que si cuá. Pos voy a largá. (Lo úrtimo ha sonao a hippy-hop, ¡a mí que no me digan!)
Una aselga mustia pareses últimamente, alegría de la huerta. Ademá, miá qué te dise la Maca, qu´el sufrimiento de tu protaagonías…¡ná! Compara, niño, qu´ahí tienes al Alberto y su Charlene, qu´él en un hoté, y ella en otro, que lo que yo me digo, o er gachó la tié mu larga o se la tié que estirá hasta los límites de la tortura, ¿peorsito que estirá una siesta? Permíteme que lo dude. En cuanto a ella, la matará, no digo yo que no, pero d´aburrimiento más ná.
Que ya sé qu´es tu blos y qu´hases con é lo que te sale de las mismísimas calandracas, pero te la tengo juraíta, asín que, o aparcas el look gótico, o te mando a mi prima, que te la tié jurá también por tu apología de la extinsión, que no te creas que se l´ha orvidao. «¿Y qué, boluda?» ¿Y qué? Que ha mutao en tse-tse, asín que te vas a enterá de lo qu´es una siesta estirá.
¡Eah!
13 julio 2011 | 22:11
Querido Walter: Hace un par de días que no entro a comentar, y me preguntaba por qué, ya que era mi costumbre entrar a mediodía y si no lo hacía, me faltaba algo. Analizando la causa he visto que ando un poco deprimida, y los micros me sumen aún más en la oscuridad. En lugar de darles la vuelta para que tengan una final feliz o al menos un poco menos infeliz, ellos me daban la vuelta a mí. Me he decidido a entrar esta mañana y lo haré en el micro de hoy, intentando alumbrar un poco esta fase oscura. Tengo múltiples motivos para no estar alegre, pero al menos, volveré a mi costumbre y comentaré tan alegremente como pueda.Por otra parte, intenta animarte tú y así tus relatos se iluminarán también.
Por último, decirte que, aunque oscuros, tus últimos micros me encantan.
14 julio 2011 | 08:33
Hasta Marta se había cansado de tanta siesta.
Carla
http://www.lasbolaschinas.com
14 julio 2011 | 08:48
Metamorfosis, no sé si alegrarme por la efectividad a la hora de “movilizar al lector” con un texto, o si preocuparme por lo contraproducente de esa efectividad. De cualquier forma, mi querida Metamorfosis, ni bien mi estado de ánimo cambie, también va a cambiar el contenido que genere. Esperemos que sea pronto. 😀
Mientras tanto, voy a tratar de mejorar el humor. ¡Gracias por la crítica!
14 julio 2011 | 14:54
Paso rápida y veloz como el corre-caminos solo para dejar un beso a Metamorfosis y al mismo tiempo decirle que de depressss esta lleno el mundo y los blogs mucho más jejeje (si te contara yo).
Animo para todos que la vida es dura pero dura poco, así que…pá qué molestarse¿?
Besos para todos
14 julio 2011 | 15:31
Gracias Walter. Gracias ana…
Todo volverá a su cauce…menoz los códigos de seguridad, que hasta sacan letras griegas, por Dios…
14 julio 2011 | 15:40